James R. Endicott
A partir de la publicación de El arte de Hilar la Memoria, estudio critico analítico de la novela, obra inédita en aquella ocasión de Dlia McDonald Woolery, La Cofradía Cimarrona. El Cantante Cimarrón,
Dra. Ivannia Barboza Leitón, Revista
de Filología y Letras SINCRONIA, México, Año XXI. Numero 72 Julio-Diciembre
2017, se inaugura un nuevo debate sobre la literatura escrita por las etnias desde
sus autores, principalmente sus mujeres, la semilla que inicia muchas
germinaciones… Principiemos por decir que escritoras de la etnia afro, al menos a nivel
centro y latinoamericano, son realmente pocas. La mayoría se han dedicado a la
poesía, pero dentro de ellas, D(e)lia McDonald Woolery, es una de las poetas afro-latinas más
importantes de la región centroamericana en este momento, se encuentra, a
partir de la lectura inicial de sus poemarios, muy bien delimitada por su
vibrante obra que siempre ha sido un eje de cambio dentro de la literatura
nacional, pues sin proponérselo siempre ha revalidado la temática de la
literatura afro (la cual no es muy común) escrita por mujeres que, desde los
distintos ejes temáticos de la literatura multiétnica que integra la cultura
caribeña, la cual NO ES FACIL DE DEFINIR mucho menos de conceptualizar por la
multiplicidad histórica de la diáspora que la conforma. Según la apreciación de
Barboza Leitón, a partir de la búsqueda de nuevas formas de representatividad
pues, tanto la literatura como la cultura caribeña, en este caso
centroamericana, en general, se han construido desde el punto de vista del
concepto de identidad; la analista establece que la relación histórica,
construida de ricas y diferentes expresiones, en donde la pertenencia con un
grupo étnico tan especifico como la afro, la sitúa como una expresión legítima
pero sin representación de la cultura latinoamericana; sin duda un
descubrimiento interesante en el artículo de Ivannia Barboza Leitón que, aunado
a la revelación de la composición multilingüe; condición multiétnica, hibridez
intensa, sincretismo, y un constante proceso de transculturización determinan
los distintos matices, del variado espectro cultural que se integran dentro de las
tradiciones de la oralidad como expresión primigenia literaria original más
antigua en el Caribe de los grupos sociales que carecían de escritura que, McDonald
reelabora y aúna a la memoria colectiva cultural, rica y variadas en tradiciones
que incluyen mitos, folclore, canciones, poesía popular, leyendas y su muy importante
número de lenguas originales y criollas que permiten tener acceso a la riqueza
cultural sin tiempo, y a las costumbres del habitante caribeño, con un estilo
original y propio según nos refiere Barboza Leitón, concesiones que ella ha
descubierto le han permitido a Dlia McDonald re-escribir la historia del pueblo
afro, mediante la escritura nada convencional de El Cantante Cimarrón, exegesis
de inicio de la historia desconocida en el mundo latino de aquellos de origen afro,
contando, narrando, sus luchas épicas y sus rebeliones en contra de la colonia
y su poder; desde la historia individual que realza la intimidad personal de
cada secuencia y personaje mediante la
memoria individual, la vida cotidiana de sus habitantes desde una costura
ordenada como una historia de vida, que por estar en constante evolución que al
entrar en contacto con la visión de la mujer, la gran gestora de los cambios
sociales que nunca deja de ser una memoria colectiva de generación en
generación, y que transciende más allá la lectura convencional como refiere la Dra.
Karla Araya, quien a su vez rehila la historia con distintos matices y tonos,
una consesion extra del libro que retoma la costura de las voces que en efecto
reelaboran un más allá nada fácil de gestar, o entender para quienes no
pertenecen al grupo étnico en mención. Impactados por este descubrimiento, se imponía una entrevista con ella y nos fue concedido ese honor; pues ella
es desde hace mucho tiempo una referencia que no pocas universidades
norteamericanas conocen, y no son pocos
los estudiosos de su obra...
1.
¿Se asume usted como escritora, o como poeta?
En realidad no sé. Yo empecé escribiendo
poesía porque la poesía me encontró. Desde entonces somos las mejores amigas, y
lo asocio con una forma de vivir que me hace feliz e independiente de todo lo
demás...
2.
La duda existe porque hace unos años publicó
TODAS LAS VOCES QUE CANTA EL MAR, un poemario hermoso, que me prestó la
Biblioteca Nacional, a través del sistema inter-bibliotecas, que es el último
de sus obras publicadas, y de ahí prácticamente nada. Por referencia hemos
sabido que lleva tiempo enfocada en esta novela que sin haberse publicado
oficialmente, cosecha comentarios elogiosos sobre todo a nivel internacional, lo
cual no es fácil de lograr; por lo que sería justo pensar en que ya no ve la
poesía como antes, ¿Es así?…
En realidad al primer amor, un@ nunca le olvida, le deja
ir tan fácilmente ni le abandona de no ser necesario. Paralelamente con La Cofradía, trabajo siempre que puedo
en San
José, ciudad (IN)posible, que es la parte perdida de la lluvia
es una piel…, Ahí cerca de Dios, y Paredes, una serie de anecdotario
que no sé si cuento, o novela, nacido a partir de un personaje descubierto
durante uno de mis talleres en San José, Y por cierto, ¿Quién ha visto un payaso
negro?, un libro de cuento afro-infantil, que ya casi está
terminado, Sin tiempo para contar pero les dejo la sorpresa, que es la
biografía de Francisco Zúñiga Díaz, Haciendo palabras de oficio, Piel de Lince y
otras trifulcas, un resumen de ideas para una eventual biografía de Carmen
Naranjo y Luisa González Gutiérrez, y a ratos, mi biografía: Sal,
tequila y pimienta…, además participo de la creación, edición y
revisión de casi todos los artículos de
La Coleccionista de Espejos, y hago publicaciones ocasionales en CasiLiteral, revista cultural
guatemalteca por internet
3.
¿De dónde saca esos títulos?, pero lo más
importante ¿Biografías? En el caso de Zúñiga Díaz, Luisa Gonzales, o Carmen
Naranjo, todos los demás, tal vez se impone y hasta necesarios, pero usted ¿No es muy pronto?
Yo no busco ni títulos ni temas para
escribir, eso llega solo. Comencé la biografía porque creo que no hay cosa que
se olvide a sí misma más rápido que la memoria misma: desde la escuela, pero
más a partir de la ausencia cada vez más constante de ciertos amigos y
familiares he comprendido que todos somos finitos, y que después de muertos
casi siempre los demás hablaran las cosas del modo que mejor les convenga como
ocurrió con Francisco Zúñiga D., del que hay muchas cosas que decir y no es lo
que andan propalando por ahí personas que dicen ser sus amigos, y/o discípulos…
4. ¿Cómo se perdió...la lluvia es una piel...?
A la muerte de Zúñiga hubo quienes quisieron
asumir su nombre y su legado, pero después de tanto tiempo de andar con él no
supieron que era un hombre que aunque pasivo, era un comunista de los de antes,
sabía bien por dónde iban a golpear: cuando llegaron a asumir nos encontraron a
un grupo de nosotros cuya cara era yo por supuesto. Ellos eran empleados y
tenían más accesos que nosotros a las instalaciones a las que pagábamos por
usar, por lo que para mí es fácil creer quienes fueron los que bandalizaron las
instalaciones para acusar del dolo a los del taller con un asesor de seguridad
tan inteligente como una guía telefónica quemada para un ingeniero en
aeronáutica tratando de apagar un fuego producido por un fuego casual, que para
no variar amparado a la xenofobia y al machismo típica de los trabajadores de
represión gubernamental dictaminó a favor de los suyos obviamente: se dejaron
todo lo que era del Café y Taller don Chico, incluidos, la gran mayoría de ...la
lluvia es una piel, e Historias del Infortunado Tamuga, libro
inédito de Zúñiga con la intención de asumir, porque de otra no había.
5. ¿Esos libros, son impublicables?
Por supuesto: de cualquier forma que lo
publiquen siempre tendrán que decir cuál fue la fuente…
6. Usted, fue de los participantes
asiduos del Café Cultural Don Chico, ¿Cómo fueron esos años de formación, cómo
era el Taller, don Francisco?
Pocos años de mi vida me gustaría recordar:
aquellos años no, bueno algunos, tal vez sí. Fue cuando comencé a cambiar mi
mundo de ciencia por un mundo interior que finalmente fue el literario. Cuando
llegué ya era adulta y con un pensamiento en ebullición, y era un grupo de casi
todo varones, que luchaban porque así fuese siempre. Estaban los de siempre,
trabajadores de la aseguradora estatal que nos albergaba mismos que nunca
llegaban, lo hacían apenas, o aparecían con su sequito familiar cuando había
actividades para lucirse. Después nos fuimos anexando un grupo de mujeres
contra las que ejecutaban todo lo posible para espantarlas, con algunas lo
lograron, a veces, me sorprende la capacidad de tolerancia que tenemos las
mujeres para soportar a los patanes, bueno ellas, porque yo soy del todo
distinta, y les vuelven a hablar a quienes las trataron mal, truncaron sus
anhelos, solo porque son amigas de otros que si las trataban bien porque
pertenecían al grupo, y que cuando lograron hacerse con las instalaciones que
nos alquilaban las llevaron de vuelta al redil porque tenían que tener público,
pero que podemos esperar si somos latinas y no entendemos ese círculo de
violencia que nos cuida desde siempre. Don Francisco, era del todo diferente a
ellos y cuando tenía que decir las cosas las decía aunque le doliera las
entrañas a uno; más de una vez hubo que guardar las túnicas blancas para no
mancharlas, por eso ellos muchas veces actuaron en secreto, y pensaban que él
no veía lo que hacían. Todo menos eso. Al taller llegaba mucha gente, y éramos
algo así como el grupo fundador de la generación de la SOGEM mexicano, pero
también quien no tuvo entereza para soportar a esos y sus juegos se iban sin
decir más. Él era un caballero, y mucho le cobraban el haber sido un comunista
de los de antes, y decían que qué podía saber él de literatura si no más que un
alcohólico pero en realidad le cobraban su capacidad de trabajo: pocos saben
que él fue muy publicado fuera del país, tenía una visión literaria fabulosa
que no fue solo cimentada con lectura, leía de tres a cinco libros por semana,
sino por la práctica continuada de los talleres. Muchos, pero muchos autores
vieron luz y publicaciones bajo su sombra, y a eso agreguemos que conocía a mundo
y Raimundo del cielo literario costarricense e internacional, y nunca hizo más
alarde ni ostentación de ese hecho, y de él aprendí a no perder tiempo
criticando la obra de nadie, porque tenía dos máximas que se me marcaron para
siempre: el poeta (el escritor) es como los troncos añosos: de un día para otro
no se hacen ni las púas de una rosa, y todo autor tiene algo que decir, aprender
a decirlo es lo que cuesta; pero su principal herencia fue decir siempre, ocúpese
de su poesía, los demás que se ocupen de la propia y si tiene que hacer
comentarios hágalo solo con el autor porque solo a él le interesa… Él murió a
raíz de sus propias palabras, todo lo que uno hace hay que hacerlo con pasión,
y su mayor pasión era fumar TICOS sin filtro, entusiasmo que se extendió a lo
largo de 50 años con las gravísimas consecuencias que eso tuvo, él pudo y debió
haber vivido más. Cuando entré al taller eran más hombres que mujeres, ya lo
dije, machos castrantes que pensaban tener el control sobre todo sobre él: el
líder, un barbón que nunca mejoró (lo he leído, porque otra de máxima Zúñiga,
es conozca el terreno de quién lo ataca, y sepa muy bien en qué es mejor que
usted, o qué lo supera) lo convocó una tarde para dejar las cosas en claro:
habían decidido que del taller nos teníamos que ir las mujeres, en especial esa
que escribe cuentos para niños estúpidos, la que escribe erotismo porque eso es
de viejas burguesas, pero en especial la negra porque esa nunca va poder ser
como nosotros ni va encontrar pareja entre nosotros…Con que así es la cosa…; Yo no sé si fue cierto o no, me lo contó
un amigo fallecido hace unos años que estuvo presente, lo que sé es que sin
dejar de escribir en su libreta, una costumbre que yo replico mucho, les dijo, y después me voy yo por pendejo, porque la
poesía no es para eso que ustedes piensan… Ahj, se fueron furiosos, me los
topé a la entrada y me espetaron que lo que fuera que hubiese pasado era mi
culpa, como siempre, porque yo era la conflictiva, la que ocasionaba los
problemas porque yo no hacía lo que ellos decían, argumentos de machos típicos,
que piensan que las escritoras las HACEN ellos y sin ellos son nada, ahora lo
sé. Obviamente llegué preguntando qué había pasado, pero don Chico nunca dijo
más que necesito que nos organicemos, ese tipo de gente no sirve para más que
para hacer mal. Fue cuando empezamos con las inscripciones del Taller y Café
Cultural, escogimos los nombres posibles que ellos pudiesen escoger a su
muerte, me dijo que no había más que en muy pocos y que no diera apenas unos
nombres porque esos turecas no iban a esperar mucho después de su muerte, y así
fue…Nos quedamos los necesarios, pero siempre supe que a él le dolió saber que
esa persona, el enano, en la que había depositado tanto apoyo y confianza, se
dedicara a denigrarlo por todo lugar conocido con tan buena suerte que todo se
lo venían a decir porque eran cosas fuertes lo que decía, a lo que siempre
dijo, ya volverá, porque necesita de nosotros.
Efectivamente lo hizo, y según sé por las hermanas de Zúñiga, fue una de las
últimas personas en hablar con él y para mí, el gran culpable de adelantamiento
de su muerte…Inscribimos el taller entre los amigos y la familia de Chico, y Yo
quedé en un acuerdo con ellos de que no iba a hacer nada contra ellos mientras
ellos vivieran, para no darles el desgaste de que repitieran las cosas que le
hicieron, incluido él a Zúñiga, en su momento
7. ¿Por eso dicen que existen dos Talleres don Chico?
Bradbury y Fernando Durán Ayanegui, tienen en
común una novela que en el caso del primero no recuerdo el nombre, pero la de Durán
Ayanegui se llama Volver al Kilimanyaro, y en ambas se dice que no existen dos
cosas iguales en ninguna parte, o al mismo tiempo: inmediatamente nos sacaron
de la Casona del Café Cultural, hoy parqueo, el barbón se rodeó de hombres,
antiguos asiduos al taller de Chico, y de mujeres a las que podían adoctrinar
como querían pero nunca despegó ni llegó a más, porque a pesar del tiempo que
estuvo con Chico, a quien también quería (ver muerto probablemente) nunca puso
atención a como él hacia las cosas. Diez,
o 15 años después de la muerte de Zúñiga retoma el nombre de Taller Don Chico,
y lo hace porque de todos los que salimos del Taller de Don Chico, él y otro
son los únicos que nunca llegaron a ser nada, ergo, necesita aprovechar el
brillo que llegó a tener el taller y que yo mantuve después de la muerte de
Zúñiga, porque si hay que reconocer que si ese taller siguió y sacó adelante a
muchos escritores de renombre hoy, incluso ganadores de Premios Nacionales, fue
gracias a mi trabajo y constancia, y hay que reconocer también que cuando lo
buscan, o permiten que participen en actividades culturas es a mí a quien
buscan, porque yo si he sido capaz de lograr los objetivos del maestro, y mis
estudiantes tienen criterio, trabajo y evolución, y eso sin quedarme atrás.
Hace unos años uno de esos amigos en común quiso unirnos en hermandad fraterna
porque todos éramos uno: cosa que me hizo hervir la sangre: ¿Una con una
persona que se atrevió a denigrar a su maestro del modo que lo hizo? ¿Uno con
una persona que decía que yo era una ladrona y que por eso nos habían echado de
la casona? ¿Uno con una persona que ni siquiera estuvo presente porque la
familia entera y yo, pensábamos que era el gran culpable de su muerte, y esperábamos
su presencia? ¿Una con una persona que en diez años, después de la muerte de
Zúñiga teniendo todo el material que tiene ni siquiera pudo sacar una
publicación, o tener un taller con nombre propio porque su obra es fundamentada
en el trabajo de otros?, si cómo no. Como Zúñiga yo también creo que existe la
sub mediocridad, porque el mediocre SIEMPRE tiene opciones, esconderse para
decir que fue el discípulo favorito de Chico, es muy fácil. Si yo estoy
equivocada, que me pruebe lo contrario. Él sabe perfectamente bien lo que está
haciendo, porque una vez que logré que la institución estatal les quitara placa
y nombre, ¿Cuánto tiempo duraron? …
8.
Retoma usted, el Taller don Chico, ¿bajo qué
condiciones?
Yo
retomo el Taller del Café Cultural del Chico porque quiero, pero sobre todo porque
estoy harta de que cada vez que ese mete la pata a la que llaman para reclamar por
cosas que no tienen relación con nuestro grupo, igual que el tiempo de don
Chico, es a mí. Lo hago porque sí en lugar de atacarme en redes como hicieron
muchos con el famoso asunto del CRITICO FANTASMA, es decir, olvidó la regla
principal del Chico: no se corre a denigrar ni atacar a nadie por criterio
personal sino a partir de su obra, tal vez hubiese dejado las cosas como están,
que siquiera con su taller, total a mí no me afecta en nada: he analizado la
evolución de sus adoctrinamientos y llegado a una conclusión: mi trabajo y el
de Zúñiga valen, por eso. Además ya se acabaron mis vacaciones, y es algo que
quiero hacer. Tema agotado
9. Entiendo. Su currículo profesional lo puede consultar cualquiera en
internet, y hay que tomarse su rato para ello: poeta prioritariamente, dueña de
una voz más que fuerte y conocida a nivel centroamericano, cuentista,
ensayista, gestor, difusor y promotora cultural, miembro de la Asociación
Colonense de Autores, de la extinta Asociación de Autores de Obras Científicas
y Literarias de Costa Rica, Miembro de
la Asociación Costarricense de Escritoras, miembro de Flores de la Diáspora
Africana, Directora del Taller Don Chico, Presidente del Café Cultural
Francisco Zúñiga D., ex miembro de junta Directiva de la Editorial Costa Rica y
de la Imprenta Nacional, conferencista para varias universidades
internacionales y nacionales sobre el tema de la literatura-afro, creadora y
directora de Fundación Ce.Cet., entre muchas otras y finalmente crítica
literario muestra clara de que usted está en constante evolución y de que tiene
su propio estilo de hacer las cosas. La pregunta aquí es, ¿Cómo es ser Dlia
McDonald, poeta y ahora escritora en Costa Rica?
¿Me
habla de continuidad o sobrevivencia?
9.1 Las dos
Entonces tres aclaraciones: En primeras, no
soy miembro de planta de Flores de la Diáspora Africana, Carol y yo somos
amigas y nos apoyamos en distintos proyectos de cultura sobre la temática afro.
Después, temo decir que las noticias sobre la muerte de la Asociación de
Autores han sido prematuras en infundadas pero en su momento se verá cuál su
destino, y en cuanto a la Asociación Costarricense de Escritoras, desde antes o
después del 2004, creo, por mi voluntad, que quede claro, no formo parte de lo
que me hizo valorar las enseñanzas de JUNG y que ratifica una de los personajes
de mi novela: bien mirada toda soledad es buena consejera y amiga. No me hacen
falta...
9.2 Según dicen, usted ¿Envidia y
celos y por eso buscó enemistarse con ellas?
¿Enemistad
con ellas por envidia y celos? Pero por favor, a nadie le doy ese poder. Volviendo
a la pregunta inicial, SER poeta o escritor en Costa Rica, es como serlo en cualquier
otro país, es seguir cabalgando aunque se te lancen (y lo hacen a diario) a la
yugular los perros, más con mis desventajas; mujer, negra, latina, pero si algo
me dio de más Francisco Zúñiga fue transformar eso en grandes ventajas: usted
es única mi hijita, y no tiene que rebajarse ante ni con nadie, quien la
conozca que lo acepte sino, que pena pero no hay nadie mejor para escribir o,
valorar su obra que usted. Claro. No niego que a veces se ponen altas,
inalcanzables, las cosas, pero dichosamente tengo pocos, grandes amigos, amigos
realmente fieles, sinceros, leales y maravillosos que creen en mí y me han apoyado
más allá de lo esperado...
10. Sin embargo, dicen que es usted una bruja, bastante más que buena, ¿Es
eso parte de su registro de permanencia y sobrevivencia, o de la envidia que se
supone les tiene a quienes la adversan?
(Risita). Yo soy quien soy: escritora que en
el siglo tras antepasado resultaba ser lo peor del registro De las brujas
siempre se han escrito historias de ficción apasionantes. Si soy una de ellas,
¡qué bien!, el mundo sin nosotras no hubiese sobrevivido ni sería igual. No
digo que lo sea, y si lo fuese no soy la primera ni la última que ha
incursionado por esos mundos: Mery Shelly, la autora de FRANKESTEIN era bruja
de tiempo completo, Burt Langanster solía hacer los horóscopos del TIMES, Celia
Cruz tenía una consultoría Babalou en línea, Elizabeth Taylor era cliente
frecuente de Walter Mercado, Maya Angelou, solía ejercer ese tipo de
actividades durante su juventud, y como ella misma dijo en alguna ocasión, es
una inagotable fuente de información. Quizás solo hablen de la forma peyorativa
de bruja que tiene relación con la rebelde, y no es una novedad. Tengo el
carácter y la forma de ser que ellos mismos me han inculcado, ¿Cuál es el
problema? ¿Qué tengo que envidiarles? A mí me leen en Estados Unidos y en
Europa, ellos entre ellos y sin embargo, en algunas cosas tienen razón: yo
desconozco la amplitud de mi obra, pero tampoco escribo por lograr
reconocimientos, o para que me premien, ni escribo a partir de títulos
académicos universitarios como muchas de ella/os, no creo que eso nos convierta
en algo mejor de lo que ya somos: Roque Dalton fue un poeta insigne y escribía
con unas faltas ortográficas que se paraba el sol a ver. Lara Ríos, es una de
las mejores escritoras de literatura infantil costarricenses y no tiene títulos
universitarios que la acrediten como tal; y así puedo hablar de muchos autores
costarricenses y latinoamericanos, que reúnen las mismas condiciones porque tanto
para mí como para ellos lo importante es el amor por lo que hacemos. Además lo
que digan personas que viven de la belleza, no me interesa
10.1
¿Personas que viven de la belleza?...
Borregas oscurantistas
retrogradas, y es del todo intencional el uso de esas palabras con que etiqueto
a personas que buscan soluciones en la poesía sin saber que la poesía es una
línea en el cemento, personas que creen que el perfeccionalismo de un texto
bien escrito resuelve un poemario. Personas que ni te conocen pero se toman el
tiempo para decir que no tenés una idea de lo que es literatura étnica, porque
ellas siendo blancas, miembros de otra cultura, hombres o mujeres podrían
hacerlo mucho mejor, porque para ellos la literatura es una y la misma siempre,
claro, conmigo pelean porque no han podido controlarme por mi devoción a la Virgen
de la Perpetua Rebelión, por eso estoy donde estoy, y ellos…ya lo dirá el
tiempo. Soy como muchas otras mujeres negras en otros países del mundo, la
diferencia conmigo es que nací en luna azul, es decir que NO SE QUEDARME
CALLADA, lo que significa que mientras la mayoría de la población afro están
acostumbrados a irse a un rincón a no decir nada, o la otra población está acostumbrada
a atacar en silencio y después ser víctimas mías, Yo, gracias a ESA VULGAR que
fue mi maestra, les voy a decir hasta del mal que se van a morir en las
siguientes siete generaciones y media, y no les gusta. Sé que de mí se quejan,
y mucho pero si soy una histérica, loca, persona de difícil manejo y demás
cosas que dicen de mí, también que digan que las secuelas del maltrato infantil
en la escuela, lo que ahora llaman bulling, sobre todo cuando está amparada por
una maestrucha que olvida que su deber es educar y no denigrar, se llevan para
toda la vida. Gracias a ella, yo no le corro ni le tengo miedo a NADIE, menos a
personas que no saben que todos los dedos de la mano tiene distintas funciones…
11. Háblenos de su crianza en San José, ¿Qué tan duro fue ese back ground?
No puedo explicar mucho, porque aunque ya no lloro cuando me acuerdo, es
un proceso que me perturba de muchas formas y que ha tardado en dejar de ser
doloroso: lo que tengo que decir está completo en mi biografía, con nombres y
apellidos: Yo nací, y me crie en Colón, Panamá, a donde habían ido
en busca de mejores condiciones laborales, hasta más o menos los cinco, o seis
años, edad en que decidieron volver a Costa Rica, así que mi recuerdo más
persistente de ese país tiene que ver con el calor, y de vez en cuando, las
moscas cayendo como largos collares de luz y oscuridad por sus calles…Sin transición, es decir, sin
saber prácticamente nada de español porque mis padres eran nativos hablantes
del inglés caribeño, al rato siguiente, porque no estoy segura de que fuese un año entré
en la escuela pública del barrio al que habían decidido anclar sus vidas, y
estamos hablando de un mundo pequeño y azul, como lo ve cualquier niño. Y lo que para ellos representó un cambio de vida para la prosperidad de
la familia, para mí, la mayor de ese matrimonio de mis padres, fue uno de los
momentos más difíciles de mi vida porque eran los 70’s y vivía en una ciudad
donde se veían muy pocos NEGROS por la ciudad, ya no digamos una pareja de
afro-descendientes, y aquí voy a hacer la salvedad de aclarar que ellos SI eran
afro descendientes porque eran hijos de migrantes de otras islas que pensaban
que este país no les pertenecía, y que por ser migrantes no tenían derechos ni
respaldos sociales, pese a que Alex Curling D., recién había logrado que
cambiaran las cosas para la población afro; representó todo un desafío: crecía
en medio de padres que se negaban a hablar esa lengua de pajaritos como le
decían al español por un lado, y por el
otro un camino por el que caminaba en soledad sin saber nada más que debía
aprehender a distinguir cada cosa que miraba.
Entonces, por así decirlo, YO VIVIA EN DOS MUNDOS, como decir izquierda
y derecha, y todos sabemos que esas fronteras tienen a su vez fronteras que nos
miran con un miedo distinto cada vez. Esa circunstancia, el vivir en esos dos mundos,
probablemente me hizo tener una memoria muy parlante, y supongo que por eso
también una inteligencia que yo no diría que superior sino idónea para tratar
con la jaula y cencerro que era ese edificio amplio de escaleras y colores que
odiaba tanto, al que en esos primeros años iba a llorar no solo porque
recordaba con nitidez a la mujer de mirada extraña que discutía con el director
mientras me señalaba, y de la que tuve la desgracia de que fuera mi maestra sino
porque YO sabía que algo pasaba a mi alrededor, pero qué era. Solo entendía que
Mi maestra me odiaba, y de eso no tenía dudas: por ella desarrollé una serie de
fobias y angustias que tardaron muchos años, y con algunos no lo he logrado, en
cerrar; lo demás prefiero que lo lean en la entrevista que di al TICOTIMES hace algún tiempo y que saldrá probablemente en estos
días...
12. Usted, ocupa el rango número tres, es decir junto detrás de Nancy
Morejón, quien viene detrás de Maya Angelou, y al frente por su desempeño no
por edad, que quede claro, de Eulalia Bernard, es una de las primeras mujeres escritoras
de la etnia afrocostarricense, ¿Cómo es esa vida? ¿A qué se debe eso, si solo
sos como vos decís un nombre y un apellido?
La literatura se aprende muchas veces leyendo, y el buen
lector es casi siempre un buen escritor, pero no siempre el conjuro es correcto:
las tres, porque la memoria es ese hilo invisible que nos hace ser quienes
somos. Pienso que las mujeres escritoras, las de las etnias en particular,
hemos vivido sin saberlo dentro de nuestras biografías, y en realidad lo que
escribimos es un recuento de la memoria, genética o no, siempre está presente
para nosotras, porque es como la vida que es también poesía, cuento o
narración, pero llevábamos ventaja, todas: ¿Quién puede criticarnos si, ni
saben de dónde salimos y a dónde vamos?, si resaltamos es porque en este país,
que amo tal cual es, están acostumbrados a creer que sobre todo en materia
literaria NADA CAMBIA, y después de la ACE, mi peor error, comprendí (no lo
acepto) que vivo en una sociedad PANDA, y no puedo esperar más que ese tipo de
comportamiento…
12.1
¿Sociedad
PANDA?
Taxonómicamente hablando, tanto el PANDA como
el KOALA, pertenecen a un mismo grupo ecológico, pero no deberían haber
sobrevivido al proceso de la evolución porque no poseen condiciones para ello;
pero resulta que su dulzura, y gentileza al comer bambú y hojas de eucalipto no
es más que una estrategia de sobrevivencia que les ha permitido ocultar que son
depredadores altamente tecnificados; que tienen un TOC hacia los olores y el
sonido, entra sin invitación a lo que ellos hayan definido como su territorio,
y no es sabido que el zarpazo de cualquiera de los dos lentamente mata, y no
hay nada que podamos hacer al respecto, pues liberan una toxina latente, hasta
el momento adecuado y sin soluciones: por eso sus cuidadores van tan
protegidos. En realidad, a veces no entiendo muy bien las cosas: para mí es un
recuerdo permanente esa voz que me decía:
PACHEQUITA venga lea, No sé, si era de
lectura obligatoria o no, pero ella usaba Más
debajo de la piel, de Abel Pacheco, como lectura de clase, y era la misma
voz que me decía, estúpida, ¿qué? no entiende la brutita, aprenda a escribir
BRUTA, y a sumar para que sepa cuánto valen los pericos que va a vender en el
mercado, o va a cobrar por lo otro…, entre en un mundo que luchó por ser parte de
mi vida que siguió su curso, por lo que si en este momento tengo la posición
que tengo es simplemente por mi disciplina…
13. ¿Por eso su apreciación sobre COCORI?
En mi entender, Cocorí fue benévolo y es
nada, ante los apodos y descontextualizaciones que te hacían los compañeros con
la supervisión de ESA en comparación con todos esos apodos y nombres que
salieron del libro y se multiplicaban en mí; sin embargo a ESA yo le agradezco la ortografía
y caligrafía y que me haya dado mi primera cabeza de dragón que…
14. ¿Cabeza de dragón?
Todos tenemos una, y es la misma que en la mitología china transforma
pensamientos en acción por el uso de la mirada y la memoria: a partir de ella no
soporto cometer errores de ningún tipo, pero sobre todo tengo la mala costumbre
de no permitir que otras personas crean saber más de mí que yo, crean saber lo
que pienso; y sobre todo traten de controlarme, o decirme como hacer las cosas.
Por eso desde que empecé a escribir tuve siempre claro que no iba a permitir
imposiciones de nadie, le gustase a quién le gustase, y me ha dado resultado
15. Y de tu poesía qué, ¿buena o mala?
No soy quién
para definirlo. Eso es labor de los críticos porque el poeta,/escritor, artista
en general es un picapedrero. Pienso. Y si te fijás en los lienzos de sus
trazos sobre las paredes de piedra que aún nos quedan TODOS SON DISTINTOS, ninguna
es igual a otra, e igual debería pasar en literatura: respetar al escritor por
su obra no, por quien dice ser sería lo ideal pero no siempre se logra; en mi
caso siempre he visto una incapacidad de criticar mi obra por lo que se van al
cuerpo, con estereotipos, en general. Cualquiera que sea mi reacción, siempre
dirán que lo hago por envidia no, porque yo asumí que no son mejores ni peores que
yo. Entonces, no sabría decirte si hay
recetas o no, para escribir un libro. Yo creo que las pirámides, y lo que
llamamos grandes legados de la humanidad subsisten hasta ahora porque todo está
en la mirada del observador,
¿Bueno?¿Malo?, no sé. Hace poco aprendí la diferencia entre analógico y
digital, y creo que la misma analogía se aplica aquí, porque lo que realmente
es importante es la pasión por lo que hacemos: eso es lo que vende y/enamora al
lector, pero finalmente ¿Quién sería yo sin los críticos que he tenido siempre,
o sin conocer lo que es la evolución? Así que asumí mi CAID, y…
15.1 ¿Caid?
Así se le dice a la CORONA de espinas
que se le impuso a Jesus, y que todo poeta o escritor posee; y salí de en medio
de ella/os; y seguí con mi desarrollo personal aprendiendo a amar la crítica…
16. Sin embargo, usted ha dejado de
aparecer en antologías, ¿A qué se debe?
Posturas y creencias
personales. Personas que creen que escribir es fácil, pero lucran con el
trabajo de otros, personas que creen que saben más de mí, o de lo que escribo, aunado
a los procesos de robo que he sufrido me han hecho tomar la decisión de dejar
las reglas claras: si no me piden permiso para usar mi obra que no la usen.
17. ¿Háblenos de La Cofradía Cimarrona, es
un libro alucinante?
No hay mucho que decir, es una
trilogía iniciada hace años, en principio como una investigación solicitada por
Juan Ávila Abrams y el ex diputado Reinaldo Maxwell, que versaba sobre la
llegada del NEGRO a Costa Rica, a nombre de una fundación que ahora no recuerdo
nombre...
18. ¿Ávila, no es un apellido españolizado
para alguien de la etnia afro-descendiente?
Si hablamos de los apellidos en sí, y aquí voy a hacer otra salvedad; en cuando al
uso de la palabra descendientes que no uso porque no la considero adecuada ni
justa al reconocimiento de nuestra etnia y cultura, que a partir de los 50’s
con las oleadas de estudiantes que venían del campo a la ciudad en busca de
carreras profesionales, adquirimos una ciudadanía que dejó de ser feudal, es
decir que nos otorgó el derecho a ser costarricenses con todas las
implicaciones que eso representa, pues el descendiente ni tiene derecho ni
posesiones, por eso no verás que los negros norteamericanos, del cual somos
muchas veces papel carbón, antes muertos que decirse AFRODESCENDANT, o BLACK
DESCENDANT, porque saben que lo contrario sería negar que sus ancestros fueron
esclavos, que esos esclavos lucharon por esa tierra en la que tuvieron lideres
con una visión de poder y orden que los llevó a dónde están ahora, es decir que
conquistaron el mismo derecho a la legitimización e integración a la sociedad.
Aunado a eso pensemos que
es cada vez más frecuente encontrar ese rasgo intuitivo del apellido unido a
los de la ETNIA, porque hay que tomar en cuenta los procesos de esclavizaje de
los que no tenemos conciencia porque somos desconocidos a nuestra propia
cultura. A partir de ese estudio, yo me
niego a que se me diga afro-descendiente porque comprendí cuáles eran mis
raíces y que porqué tuvimos una historia que nos hace vernos como migrantes,
que no saben que aquí, Costa Rica, al igual que en los Estados Unidos, también
hubo una guerra de secesión que nos permitió tener derecho a decirnos afro
costarricenses, aceptamos que nos traten de modos injustos... Al no proseguir con
el proyecto, un día empecé con los primeros bocetos del libro sabiendo bien que
no iba a ser una tarea fácil: yo nunca había hecho una novela y si con la
poesía que hacia existían conflictos, ¿imaginen lo que podría conllevar una
novela?, sin embargo, no sabía que era eso hasta que Santiago Porras, me dijo
lo mismo que don Chico me había dicho poco antes: es una novela, y usted no se
ha dado cuenta de lo que está haciendo…
19. ¿Cuál es la conformación del libro?
Es una triologia, o eso intento, que trato
de desarrollar desde el mundo ancestral de las culturas africanas en las que
los SIETE SERES ANTIGUOS, conforman el mundo del ser humano y en particular de El Cantante Cimarrón, el primero de los
tres, Eleoshum, aquel que tiene
poder sobre La Cirinea (la Muerte) tal como la vemos en lo normal
20. De ahí ese libro tan lleno de
nostalgia, pero más que nada de una conciencia étnica original y propio según nos refiere la Master Carla Araya, dejan claro
que no es cualquiera quien la escribe, ¿Cuáles, o quienes fueron sus
influencias creativas más relevantes?
En primer lugar mi país. A partir, de él, de sus habitantes he logrado
muchos conocimientos, despertares les llamo, que me han permitido ver más allá
del lago de la creatividad, decía Zúñiga. En segundo a la formación que tuve en
casa y escuela, principalmente, porque siempre he de reconocer que pese al daño
que me hizo mi primera maestra en español,
que me hizo pensar muchas veces en lo que debe ser la muerte; un dormir y despertar; recordando
siempre los sueños un día se convierten en realidad que, en conjunción con el
estilo literario de las grandes escritoras de la literatura negra
norteamericana, a saber Margarite Annie Johnson, mejor conocida como Maya
Angelou, Chloe Anthony Wofford, la Tony Morrison que todos conocemos, o Alice
Walker sin dejar por fuera a Zora Neale Hurston, crearon La Cofradía Cimarrona
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