Las huellas del ruiseñor

No es mucho lo que se podrá decir sobre ella, pues después de la publicación de Matar a un Ruiseñor , la novela sobre el Sur segregado de los años treinta que, además de una evocación del paraíso infantil y una denuncia del racismo, un manual de ciudadanía, una Biblia cívica leída por sucesivas generaciones de escolares en este país; que vendió más de treinta millones de ejemplares desde su publicación en 1960 y que, en Estados Unidos, es un monumento literario, pasarían más de cincuenta años antes de que decidiera volver a publicar. Nelle Harper Lee, murió mientras dormía como vivió, en el más absoluto sigilo, lejos del mundanal ruido, decía ella, como si no quisiera llamar la atención más de la cuenta, el pasado 19 de febrero de 2016, en The Meadows, un hogar de ancianos de Monroeville, Alabama, el mismo lugar en que nació en abril de 1926. Como su contemporáneo J. D. Salinger, rehusaban las entrevistas, Lee pertenecía a una especie particular de artistas, ...