Don Chico...

Leales con nuestra propia poesía Carlos Bonilla Avendaño Llegué al “Taller de Chico” pasados mis cuarenta años, pero al abrir el portón de hierro antiguo y subir aquellas gradas llenas del musgo del tiempo que me llevaban a la vieja casona, siempre produjo en mí una especie de emoción adolescente. La primera vez entré con esa sensación de estar llegando a una dimensión distinta. Chico sentado y a la par de él, Cristián Marcelo, que me miró con ojos curiosos. ¿Usted escribe? me preguntó Chico con aquella honda amabilidad, con aquel franciscano respeto con el que trataba a todas las personas. Y de ahí en adelante fue sumergirme semana a semana en una de las más hermosas experiencias de mi vida: ver la poesía cara a cara y conocer a Francisco Zúñiga Días: un santo ateo. Comencé a tallerear y a ser tallereado. Todavía siento pena por mis arriesgados criterios de las primeras sesiones. Literaria y literalmente cautivado por los grandes autores de la poesía española, latinoamericana y costar...