De Vitier y Sosa, poemas infatigables a la fatiga

Considerando la labor necesaria para producir una simple taza de café, sería más fácil llenar la taza con sudor humano. José Figueres Quien haya sufrido la angustia que causa el trabajo corporal cuando su rudeza parece rebasar la resistencia humana, de seguro experimentará un particular goce con la lectura de los poemas que Cintio Vitier y Roberto Sosa le han dedicado al trabajo. Su propósito más evidente es que están dirigidos a los que, insensibilizados por su abundancia, piensan que, para una misma tragedia, el dolor de los pobres es menos dolor que el de los ricos, por el solo hecho de que están más entrenados para sufrir. El hallazgo de esos poemas significó mi afiliación incondicional a la poesía de ambos. Una poesía cuya belleza y hondura viajan en un lenguaje que alcanza aun a los humildes obreros que la inspiran: una muestra de solidaridad, en suma. Vitier le habla, en su poema Trabajo, a un elegido del destino, un intelectual chineado, que pareciera tiene la oportunidad d...