
Llevo días pensando que no, No recuerdo cual fue primer libro que leí, y es porque a leer aprendí por culpa del carma: en otra vida fui, tal vez, una hoja borroneada en alguna parte, que alguien olvidó terminar de leer… Recuerdo que fue primero el anuncio luminoso de la COCA COLA de avenida segunda que, de vez en cuando se enciende, lo primero que entendí que era leer, porque yo nunca tuve una maestra que enseñara: en mi aula, solo había una mujer que nunca olvido, que entre pupitre y ventanas me gritaba, nunca me dio los libros de lectura obligatoria, y me decía, usted para qué… Yo era una niña con pies de barro, puestos uno a cada lado de mis dos mundos: un mundo negro con letras de un INFANT READER de mamá que desde siempre borroneé, y del que fui reconociendo poco a poco las palabras, y un mundo latino, lleno de descubrimientos pero en ninguno de los dos supe nunca dónde, cuál era mi lugar, y en mi pupitre siempre estuvo, el usted para qué, con que de lunes a vierne...