Metamorfosis en 125 líneas

La “Piel inconforme” , de Mariamalia Sotela, fluye, como fluye el incienso fragante, se entremete en su cocina, en el agua, en los bosques, en sus ojos, en las fresas repartidas. En sus prados, sus texturas, sus manos tibias, como de palomas algunas veces, otras veces frías, como de hielo. Se alegra en su alegría o llora de tristeza. “Piel inconforme”, es tan inconforme como su autora, que sentada en la orilla, Desarraigada, trata de detener las olas, como si fuera el mismo paso del tiempo, su ir y venir recoge caracolas, quizá sus reflexiones, que arrastran hasta el fondo sus pensamientos o hasta otras playas los recuerdos. Pero muchas veces también el mar se pone arisco y le devuelve tempestades, troncos erosionados los que quedan encallados en el borde de la playa, sin vida. Con las manos erizadas, suplicantes y con los ojos cerrados. ¡Tantas veces acerqué mi ofrenda a unos ojos cerrados! ¡Tantas otras regalé un amor lleno de veladuras y de historias y de hermosas not...