Semblanza
Orgullo, del bueno Ocurrió un sábado de enero, a principios de 2020. Franklin y yo, interrumpimos la composición de su biografía para ir a tomar un café al otro lado de la calle frontal de la Universidad de Costa Rica. Cerca del conocido pretil, dos muchachas hacían ejercicios suaves bajo la sombra de un pequeño árbol. Su mirada curiosa sobre nosotros al pasar no pareció justificarse. Luego del café, nos encaminamos de nuevo hacia la Facultad de Letras para continuar con las preguntas. Pasamos, otra vez, cerca de las muchachas que hacían ejercicio. Una de las muchachas no pudo aguantar. De pronto, la pregunta más importante, y que yo no haría, se disparó en el aire con algo de timidez ante el riesgo de equivocarse. ꟷ Usted… es profesor, ¿verdad? Franklin se dio media vuelta. Yo me detuve. La otra muchacha miraba. La muchacha que habló, deseaba identificar al profesor, pero yo pocas veces lo presento así. Para mí, Franklin es el amigo que he tenido d...