El Más Violento Paraíso

Alexander Obando Para navidad me regalé este espécimen en vías de repoblamiento y, me quedé sin estrenar la biblioteca nueva que quería. En fin. La primera vez que leí este libro, en la versión original me refiero, algo en él me hacia pensar en el eje conductor, y en el juego de la palabra Paraíso con la violencia, un signo al que conviene descifrar quedaba flotando. Toda palabra es buena consejera cuando queremos, pero ¿Hasta dónde es válido su alcance, su condición significativa?, porque si la palabra Nombra y aprehende la esencia de las cosas, según decía Yadira Calvo, ¿Ocurre en realidad, o sueño lo ocurrido? Puede ser que, previamente, encontramos el concepto antes de llegar al objeto y que el haz y el envés sean lo mismo si quiero verlo de esa manera, algo así como el signo que devela otras realidades, más profundas, más sensibles, más contundentes al decir Paraíso, la palabra que es más densa que la roca, revela en cada caso el Babel que llevábamos por dentro; de ahí la violenc...