sábado, 15 de junio de 2013

Los alegres somos más...

Randall Roque.

El sorprendente vuelo de los años es a veces algo más que un trueno en la oscuridad… y lo es aún más el hecho de que en una ciudad como Cartago, a la que la mayoría en busca de consuelo de la Virgen de los Ángeles y se regresa con la sensación de limpieza ecuménica hayan concurrido en tiempo, espacio y memoria tres seres humanos, porque eso es esencialmente un poeta, de la talla y el calibre de Felipe Granados, Alfredo Trejos…

En verdad una gran revelación… sobre todo en una sociedad cuyas editoriales están abarrotadas con libros de autores NINI, en primer lugar: NI muy y poco conocidos y leídos, ni muy vendidos y esperados, y nini sin promotores y difusores, empezando por el autor, que se encarguen del asunto porque no entienden la poesía y para ellos quizás debería ser como una película que debería poderse explicarse sin más…
 También es común; que aquellos que se definen como promotores de cultura, es decir cuyo trabajo es ese, se ocupen de todo menos de desarrollar poesía; porque en especial la poesía, adolece de seguidores porque está expuesta a ser creada por propuestas más que desusadas, seguidores de grupos canónicos que consideran que todo debería ser escrito de acuerdo a su concepto, o que buscan premiaciones para valorizar obras que de lo contrario no tendrían valor (ni comercial) por ser propuestas de autores auto-disciplinados en tabernáculos y sectas institucionales y movimientos académicos que aseguran buenos poetas por instrucción académica como que si Salamanca proveyera talento… pero que logran tener un espacio y valoraciones injustas merced al amiguismo y al ser parte de cátedras que les cubren de nombre sin valor ni objetivo que el reconocimiento de una obra que más de una vez demuestra tener el valor tangencial más grande de la poesía: un sentimiento de bienestar en lugar de burla, o dolor por el gasto económico hecho.  

Este no es el caso…

  A la poesía llegan muchos pero son pocos quienes la escriben y ni contados con los dedos quienes pueden, además de escribirla pueden, hacerse entender por otros…

Poetas como este no abundan y hasta podría decirse que son únicos. Salen a flote entre la multitud pese al aislamiento y al desconocimiento social, eso sin duda porque nunca llegan a ser una profecía en su propia tierra…
Antes de comenzar…

  El CRITICO LITERARIO de 100 palabras por minuto y ocasional de LA NACIÓN, (y que quede claro, no he abdicado de mi afirmación de no seguir ciertos blogs ni somos amigos. Le estoy agradecida porque gracias a su empeño por desacreditarme ahora mi obra es más conocida, se impulsa más su conocimiento y creo justo devolverle el favor),   cataloga esta obra como anti-poesía

…una rama de la poesía que pertenece al llamado movimiento vanguardista,  cuyo representante máximo es el chileno Nicanor Parra…

No me parece que sea, pero es lógico su posicionamiento: sin transiciones no se puede tener una visión general de nada: uno habla de lo que conoce y por lo que siente pasión, por tanto en mi opinión, carece de engranajes que le hagan entender la materia en cuestión

…y es que como crítico literario se debe ser muy preciso y concreto con nuestras apreciaciones, no se vale sacar conclusiones en base a lo lógico porque no dependemos de lo que nuestra percepción nos diga al respeto, pues la crítica consiste ante todo en ordenar gnoseológicamente los materiales que constituyen nuestro objeto de interpretación según su contenido de realidad, es decir, según su contenido de verdad, y no por nuestros estados de ánimo o animosidad con nuestros amigos: más que ninguno o mejor que nadie, mejor dicho a exposición que hagamos es un aprendizaje que demuestra nivel en la escala evolutiva del ser humano y ahí volvemos de nuevo a la poesía: el sentimiento y no la emotividad es un proceso implícito…
    Me parece que aquí, el error estriba en un conocimiento nominal, enteramente referencial de lo que hasta ahora, al menos en Costa Rica, se ha venido tratando como anti-poesía, y que no pasa, es mi opinión, de ser una referencia a un aparente cambio en el movimiento generacional literario que parte del VANGUARDISMO COSTARRICENSE del que nace en cierta medida el trascenderalismo costarricense que a su vez parte del TRASCENDENTALISMO NORTEAMERICANO

un movimiento filosófico, político y literario estadounidense que floreció en la primera mitad del siglo XIX (1836-1860) como reacción frente a la tradición espiritual de la Iglesia Unitaria y a ciertas doctrinas racionalistas del siglo XVIII; cuyos máximos representantes: Emily Dickson, Henry David Thoreau, Immanuel Kant, Louisa May Alcott Ralph Waldo Emerson y Walt Whitman, a través de "The Divinity School Address", una especie de manifiesto discursivo, en que proponían una vía intuitiva basada en la capacidad de la conciencia individual, sin necesidad de milagros, jerarquías religiosas ni mediaciones
  Todo el tiempo después que se quiera sumar, la versión costarricense repitió el mismo esquema pero la referencia, en este caso es obvia por la relación regionalidad, que se implica: Roque es de Cartago los trascendentalistas turrialbeños, pero decir que fueron los motivadores de un cambio literario que se ha venido gestando desde hace mucho, y no decir que no engloba necesariamente solo a la poesía, (si fuera así, autores como Alexander Obando, Warren Ulloa, y Guillermo Barquero, todos Premios y Menciones Nacionales, también lo serian), para hacer una ubiquidad temática porque no se encuentra explicación a la estructura formal del libro es lo mismo que hablar por hablar. Incluyendo, la obra personal (y hablamos de la CL, anteriormente mencionado), pertenece al post-modernismo que, aunque no existe como un movimiento oficial, su carácter principal: no gustar de crear límites o delimitaciones concretas guía a obtener una características comunes que van desde inquietudes plasmadas  en sus obras que buscan principalmente liberarse de la sociedad, los cánones creados sistemas políticos que ellos consideran inútiles, el capitalismo y la religiosidad principalmente, que crean burocracias inservibles dueñas de la sociedad occidental pasada de moda, en busca de borrar el anclaje con el pasado pero sobre todo, lo tradicional, encuadran mejor en la propuesta del libro…

   En Costa Rica es fuertemente necesario la función de los críticos, pero es también cierto que este debe saber cuáles son funciones: demostrar el valor y cuantía de una obra, si se quiere, como lo hizo con la mía pero sin demeritar el proceso creativo, y no en bases a juicios de valor personales difundidos a los medios cibernéticos  para que se hiciera una comparación semiótica de lo que al parecer yo no sabía: evaluar una obra porque se trataba de cuento o novela, porque todo el mundo sabe que mi arethe primario fue y es la poesía, o que por ser miembro de una etnia minoritaria no tenía e mismo valor primario de conocimiento: gracias a mi maestro, Francisco Zúñiga Díaz, el mayor incentivo a su formación siempre fue la lectura de no solo poesía porque…está contenida en todo lo que vemos porque es la piel que no hace… y saber sus limitaciones: no se vale hacer ataques velados en función de una crítica que termina dando consejos de cómo escribir una obra, desde un concepto puramente utópico, pues como la piel existen distintos tipos de escritos y puede que alguno no nos guste pero eso no nos autoriza a querer acallar la voz de un autor con un supuesto de cómo debería ser de acuerdo a lo que pensamos…
Sobre el libro
    
    El libro, es como el autor: un axioma de conocimiento.

Sobre mi lectura
   Nunca se olvida la primera vez que lo vi, y ese recuerdo me hace pensar en la sorprendente metáfora de los años y su efecto sobre las personas: a Randall Roque lo conocí al mismo tiempo que a Felipe y Alfredo, en uno de tantos recitales del Taller Don Chico, que llevábamos a cabo en las Torres del Colegio Costa Rica, del Ministerio de Cultura que ahora son tan inexistentes pero que servían para formar cultura y no ideologías políticas. Creo que Zúñiga ya no nos acompañaba y era el muchachito del gabán beige de muchos bolsillos. Le quedaba grande, por cierto. Yo no le conocía. Era amigo de Alfredo. Conocí a Felipe esa misma noche. Cuando lo llamaron a leer, me quedé viendo esa figurita envuelta en el sobretodo café con leche, del que solo destacaban la cabeza baja, peinado hacia atrás, los pantalones negros y las manos en los bolsillos laterales: primero de arriba, a su izquierda, después de arriba a su derecha, después de los laterales, sacó su poesía y la leyó, limpio, seguro como cuando pasa una bandada de pájaros, a cielo abierto, un día de verano, en el campo y estamos perdidos… IMPACTANTE. Después, en el mismo orden los guardó, y se fue a sentar entre la ronda de amigos como si supiese que les había ganado todas las canicas.  Fue su prueba de fuego, me atrevería a decir que ahí supo toda la terrible verdad:

La poesía es un desafío, piel que se mete en la piel que nos forma…

Aquí todos somos contingentes, pero poetas tan atípicos como ese son tremendamente necesarios…

Por eso le han cerrado las puertas: lo bueno se deshecha para no compartirlo. Simple naturaleza humana. Pero también, se abre puertas inauditas y llega mucho más lejos de lo que aquellos que conocen la materia esperan…

Sobre el libro…

En este proceso de creación, es continúo el goteo, página por página, gotea un estilo personal que, como los demiurgos es capaz de crear una nueva aurora desde los detalles mínimos de un inventario mínimo (elección de palabras hecha con total juicio para diferenciar al autor de otro libro con ese título, que en mi opinión es un emulo del más grande trascendentalista costarricense), en donde se puede ver una significancia transmutada al desanglaje¡ de la simbología tradicional.

Otra cosa llamativa, es el uso de la connotación para darle a las cosas que hemos visto y
conocido desde siempre, y que no es común, sobre todo por el juego entre lo contradictorio y lo antagónico. Es aquí cuando entra en juego la denotación, plantada desde un teatro donde efectivamente, al utilizar lo que llamo en lo particular,

1.      Montajes picto-secuenciales como principio constructivo,

Roque elabora un sujeto poético, porque eso es el libro, una persona cuya dramatis persona logra el desdoblamiento de pasar al género narrativo, muy sutilmente por supuesto, un discurso poético que des-sublima, des-sacra lo común logrando un texto con una fuerza inaudita, que lo hace a uno pensar que ahí adentro hay un ser humano, y no cualquier ser humano: un poeta…

El otro día le vi, estaba sentado bajo uno de los faroles de la Plaza de la Cultura, y su mirada ya apuntaba a otro claro oscuro poético… y yo también.

 Les dejo. Ediciones 77, ¿Uhmmmm el mismo año del nacimiento de ellos? y Randall Roque tienen un libro que quiero volver a leer antes de que anochezca y me encuentre con la pandilla  para intercambiar ideas…


Para La Coleccionista de Espejos: La Coleccionista de Espejos:1

2 comentarios:

la coleccionista dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
la coleccionista dijo...

Alguno me lo quitó lo vuelvo a poner.... Waaaaaa que manera de desmadrarle la cara algun metiche y a mano abierta, jejeje.... y la verdad todo el tiempo fue la cochina envidia actuando ahora q amortajen su muerto!!!!
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