De Delia Mc Donald Woolery Por: Mariamalia Sotela, marzo 2013 Tomar entre las manos “Todas las voces que canta el mar” es desprenderse de la ciudad, del tiempo, de cualquier atadura, y vestirse de lino recién tejido para entrar en contacto con el olor de la arena y la sal, con los matices del mar, su espuma, sus secretos coralinos, y esa otra contraparte del mar que se esconde también en el cielo, en sus nubes de olas, sus celajes rojizos mandarina y sus lágrimas de un gris inmenso como el gris de la lluvia. Desde que conozco a Delia, hará poco más de 6 años, en una Feria del Libro que se afincó en La Sabana, y donde Delia, con otras compañeras, promovía entusiastamente la lectura y la venta de libros, siempre la he ubicado como una mujer-poesía; una mujer-proyecto; una mujer-crecimiento; una mujer promotora de su entorno y de sí misma; una mujer que convierte en posibilidades las distancias y los límites. Lectora incansable, siempre con ...
Mi nombre es Mauricio Sepúlveda y actualmente estoy a punto de terminar la carrera de literatura en la Pontificia Universidad Católica de Chile. Como mi tesis de posgrado trata exclusivamente sobre la novísima narrativa centroamericana, me siento obligado a confesarles la enorme ayuda que su bitácora me proporciona por ser una especie de guía que me permite seleccionar, del montón, sólo los libros fundamentales. Sin embargo, aunque mi interés con este comentario es agradecerles por su labor difusora y crítica, me gustaría saber si es una molestia pedirles la lista completa de los libros que participan en la rama de cuento de su certamen nacional Aguileo Echeverría, ya sea como “post” o como respuesta a este comentario, con un simbolito de + o de – al lado (donde un más señala un libro valioso y un menos un libro que debo evitar). Verán, estaré durante una semana en Costa Rica con el fin de comprar todos los libros que pueda y me da miedo guiarme por las tapas y al final traerme de vuelta a Santiago una tonelada de literatura de tercera. Como podrán imaginar en mi disertación no olvidaré darle crédito a su bitácora por tan inmensa y especial ayuda. Agradeciéndoles de antemano y felicitándoles por tan hermoso blog, los saluda,
Mauricio Sepúlveda C.