Quién fue y qué hizo...

Néstor Zeledón Guzmán

1933-2025

Escultor dibujante y escritor costarricense, considerado uno de los artistas plásticos más importantes del país.

Nacido en enero de 1933, en Guadalupe, Goicoechea; cerca de la finca de su abuelo Nicolás Zeledón, fue hijo del también escultor Néstor Zeledón Varela, y Hortensia Guzmán Serrano, en un ambiente familiar y artístico, en el que existen varias generaciones de artistas. Es hermano del caricaturista y catedrático, Fernando Zeledón.

Hijo mayor, creo, en el taller de su padre aprendió sus primeras artes que, fue perfeccionando con el maestro imaginero Manuel Zúñiga, comtemporaneo de su padre.

La primaria la cursó en la Escuela Pilar Jiménez, y el Colegio en la Omar Dengo.

Desde la juventud formó parte del partido político de izquierda Vanguardia Popular y, participó en la Contra Revolución de 1955, probablemente influido porque 

1.- En el 48, algún grupo, por las pasiones y razones derivadas de la militancia política del padre, dinamitaron la casa familiar por lo que huyeron al exilio, Guanacaste, la madre y los niños, pasando necesidades porque el alcalde local se dejaba el dinero que el padre, declarado exiliado politico en Nicaragua, enviaba desde Nicaragua.  Evento que marco profundamente su visión de mundo y su postura frente a las injusticias sociales contra el pueblo y, su trabajo siempre fue de denuncia siempre presente en sus esculturas permeadas por el componente social, elegía al campesinado y al habitante de las costas como eje principal de su arte.

En 1950 ingresó a la Escuela de Bellas Artes de la Universidad de Costa Rica (UCR), de la que luego sería profesor, al igual que en la Universidad Nacional, empezó a impartir lecciones. De ambas seria catedrático y profesor emérito.

Al igual que el padre, y quizá en mayor medida, su estilo artístico de la escultura representa la historia de la evolución de la escultura costarricense del siglo XX, y lo que llevamos del XXI pues, expresa las circunstancias de los pueblos latinoamericanos con detalle en sus formas, movimientos y propondría un estilo artístico de talla disruptiva, ligada a la vida cotidiana del pueblo y sus costumbres; mostraba el cuerpo humano expresando con todo detalle sus formas, movimientos y expresiones espirituales, denunciando las injusticias sociales, con lo que transcendió fronteras hermanándose con la historia de la escultura que expresa las circunstancias de opresión de los pueblos latinoamericanos.

Bajo la máxima, La belleza clásica está muerta porque ella es la negación del espíritu de nuestro siglo: estática, quieta, muda, integró el Grupo de los 8, encabezado por artistas de renombre como Rafael Ángel, Felo, García y Manuel de la Cruz González, junto con el también escultor Hernán González, y los pintores Luis Daell, César Valverde, Guillermo Jiménez y Harold Fonseca; introdujeron  el arte abstracto, el constructivismo, y una figuración expresionista cercana al informalismo en Costa Rica, manifestando con ello una marcada actitud e intencionalidad tanto en su práctica artística rompiendo con los modelos tradicionales, integrando el lenguaje de las vanguardias al quehacer artístico nacional.

Premio Nacional Aquileo J. Echeverría en la categoría de Escultura en 1967 y 1971, y de dibujo, en 1976, obtuvo el Premio Nacional de Cultura Magón en 1992 por sus obras artísticas y destacada trayectoria.

Fue declarado Ciudadano Distinguido del Cantón de Goicochea y también se le nombró Hijo Predilecto del Cantón de Barva, Heredia, y esta semana cerró para siempre su tiempo en este mundo...

Algunas de sus obras más reconocidas son: Maternidad CCSS, el monumento a Cleto González Víquez, Los amantes, Edificio Numar, el Cristo de hierro, y Yo protesto (elaborada en 2008 como crítica ante la aprobación del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y ubicada en la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Costa Rica).

Sus gubias, mazos y cinceles también escribieron Cuentos y relatos del camino, y una especie de biografía llamada Pasión escultórica: Néstor Zeledón Guzmán.

Amó a su país más allá de los límites naturales pues, a pesar de recibir constantes homenajes, y permutas, reclamo de academias de arte donde la cultura y las expresiones artísticas tienen un mayor reconocimiento y desarrollo, siempre trabajó en este país compartiendo sus conocimientos con los estudiantes de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Costa Rica…

Casi a la misma edad, del padre, 92años, y 25años después,  hoy nos deja esculpiendo la memoria de un tiempo en que el país, era otro…