martes, 27 de septiembre de 2016

Sobre la Feria del Libro y otras hierbas...

Hace como tres años que no hago mi acostumbrado comentario sobre la Feria del Libro costarricense, ¿Será que ya se agotaron mis listas de quejas? Uno suele quejarse mucho y alabar muy poco.

En fin.

Este año vi las instalaciones más ordenadas. Había más espacio en los pasillos y zonas para lectura y tertulia; hasta presencie una sesión fotográfica y también unos jóvenes acostados en una especie de almohadones leyendo en el suelo. En fin todo un “relax”. Como que la gente se adueñó de los espacios libres, que finalmente se les concedieron.
Fue una idea genial la de sacar los puestos de comidas,  del edificio principal y  colocarlos en una gigantesca carpa  en los jardines. Dejó más espacio libre para otras cosas. Además la carpa es señorial y  hasta había espacio para dos salas de conferencia.  Me gusta el hecho que la admisión a la Feria siguiera siendo libre y que las puertas laterales pudieran permanecer abiertas, lo cual permite una ventilación natural.

Por otro lado me parece que las librerías, editoriales y puestos, en su mayoría, no se esmeraron, como en otros años en el ornato de sus puestos, es más, algunas de sus instalaciones lucían viejas y desgastadas.  Oí a algunos de los arrendatarios quejándose  de lo estrecho de sus espacios.

 El problema de dónde estacionar los autos y escapar de la “mafia” de los cuida-carros, sigue sin solución. Hubo muchas actividades pero la Traductología sigue siendo la Cenicienta de la Feria. No encontré textos de traducción durante mis recorridos. Y si bien las intervenciones sobre interpretación y traducción de ferias anteriores, no llenaron mis expectativas, por lo menos había algo. También hizo falta mayor  presencia de las etnias, más  ahora que  de repente hemos descubierto que somos un país pluricultural y multiétnico.

La ex ministra de Cultura Elizabeth Fonseca y sus colaboradores habían iniciado la excelente idea de rendirles homenaje a personas que se habían destacado en el ámbito cultural costarricense. Así  asistimos a los que le hicieron a Eulalia Bernard, Ana Poltronieri y Daniel Gallegos.

Me parece una feliz idea  la de nuestra ministra de Cultura actual Sylvie Durán, la de rendirles homenajes a nuestros artistas que han engrandecido a esta patria nuestra. Doña Sylvie ha honrado, dentro del marco de la 17 Feria Internacional del Libro Costa Rica 2016, a Rima de Vallbona  y a José León Sánchez (Autor de La Isla de los Hombres Solos); quien se vio rodeado de flores, lágrimas, abrazos y aplausos la otra noche en el Teatro Nacional.  Ambos todavía están con nosotros, no así Manuel González  Zeledón y Yolanda Orea muño, que ya no, nos acompañan.

No satisfecha con eso, promete honores para Carmen Lyra  y Jorge Debravo, en el 2017 y también se rindió homenaje a la Librería Lehmann toda una institución al servicio del público lector costarricense, con 120 años de hacerlo. 

Agradecemos  la página de promoción del Colegio de Costa Rica en el folleto de programas y actividades de la Fil Costa Rica 2016. Tampoco podemos dejar de mencionar las presentaciones de los becados del Colegio de Costa Rica que fue  muy informativo y demostró la entrega de los becados.


                                                        Para la Coleccionista de Espejos Franklyn Perry

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