sábado, 23 de agosto de 2014

In Tropicus Corpore: .¡TrAnSmUtO!

97.101. Entradas o lecturas

o la alquimia de la creación (i)limitada…

Lil Picado González

En la antigüedad,  en algún momento de la historia común de las mujeres, cuando el ser humano era uno más de la interminable fraseología de duendes, trasgos y seres mitológicos, la poesía fue primero parte de los conjuros concebidos como oraciones, para lograr protección ante la necesidad de expresión divina de transcender las obligaciones religiosas, o bien que la misma capacidad de expresión en términos de vida y sobrevivencia ante el ataque de los animales, de otros, pero en especial a lo que llevamos dentro…

Por tanto, la poesía debe ser vista como el elemento oculto en el arte de curar los dolores del alma.

     Poesía. Secuencia capaz de curar la piel rasgada, o la melancolía, extendiendo un aura que irradiaba bienestar con pocas palabras escritas con un común sentimiento de fe y sabiduría. Conjuros, alquimia que casi nunca retomamos como un hecho, real, concreto, que es casi igual a la construcción de un edificio, con la capacidad de no sentir dolor.

Yo considero que un excelente poema es igual a un buen conjuro.

Ambas tienen como característica básica, entre otras propiedades, un in calculado predominio de la FUNCIÓN POÉTICA, es decir, la forma en que se emplea un lenguaje que llama la atención por su original construcción, distinguiéndolo del uso normal por estar dotado de especial y nueva significación, que al igual que otros podríamos llamar CONNOTACIÓN, que en este texto no agota un solo significado; no es, como en el lenguaje común, simple sustituto del objeto al que se refiere, sino que como diría Yadira Calvo esta palabra “Crea Objetos”; que se ven acompañados, más bien cazados, de distintas sugerencias y sentidos que sólo pueden apreciarse en su contexto, tal como lo dice el diccionario de las artes mágicas: sic… Una pizca del trópico de oriente es capaz de revitalizar cualquier entuerto... cuya PLURISIGNIFICACIÓN, es algo más que me perturba: la polisemia; la ficcionalidad que admite más de una lectura, más de un reconocimiento de mundos literarios, reales pero no posibles y luego transmutados de posibles a imposibles, imaginación expresiva de artificio cuyos valores igualmente literarios; vuelven el texto en ese cuaderno de vida (antigua disciplina escolar que enseñaba a llevar un cuaderno borrador hecho con fibras de opalina resbalando por el dedo de una palabra continuada, donde ponía una, además de lo aprendido en clases lo que comprendía, intuía, como parte del aprendizaje en la escuela: garabatos, dibujos, sumas y restas se ponían ahí, donde podía ser vistos, al frente de lo que imaginábamos), floreciendo del mismo modo que el trópico lo hace en una ventana húmeda al atardecer, perfecta e indivisible creación de palabra hecha imagen.

Fantasía, la película, hace mucho me hizo descubrir, quizás por haber sido cr(e)ada a la sombra de un hechicero mayor, Francisco Zúñiga Díaz, con un conocimiento muy particular, que la palabra tiene un uso y una semántica común a todo ser humano, pero no todo ser humano sabe usarla, porque cuando hablamos de poetas, hablamos de magos con un poder alquímico que puede y debe transmutar, lo mutable, en palabra de vida y creación.

No existe un mago, o sacerdotisa, que no sepa por instinto cuál es el poder que en (é)l/la subyace, pero son poca/os, realmente poca/os quienes pueden lograr ser el trópico que conforma el mundo en que viven; pues independientemente de lo que se escriba un texto literario supone una unidad de intención; algo quiere decir, decía Zúñiga, y algo esconde digo yo: la magia esta precisamente, en lo que no dice pero que al leer, dejamos que nos acaricie con su magia particular en un momento de soledad precisa y adecuada…

Fantasía, la palabra, retoma ahora una condición que, conforme pasa el tiempo delata una circunstancia que no se encuentra simplemente leyendo, sino aprendiendo a caminar, después de toda una vida vidente, por la oscuridad del cuarto vació, siendo ciega por el infortunio de la palabra tocando nuestro poder individual de abstracción y conocimiento interior. Sin embargo, el tropos de esta cuadrilla, es la metáfora sinestética de la alegoría del símbolo con que se crean las palabras, donde la sinécdoque (la utilización de términos de mayor significación) concreta el uso de la metonimia, algo más que solo escribir: yo diría que es en sí misma, el artesano, ¿la sacerdotisa?, haciendo un conjuro especial para la creación de una nueva palabra, que en su base forma la palabra LIL, (tres letras, sinónimo de perfección conjurica), que según La Agenda de las Bruj@s, (sic)… se sabe que las palabra de tres letras, son las que tienen el don de la trasmutación y de ellas bien has de aprender, que tres, tanto más si son nombres, puede transmutar la palabra en creación…

Un conjuro es el arte, y el arte solo nace de el/la maga/o como esencia vital que lo transforma en el/la creadora de un camino que nos lleva sin transmisión ni mediación de la sinestesia del tacto, olfato, oído, gusto, vista, a la función cardinal del cerebro, estableciendo el uso del elemento, que el/la poeta conocen de memoria, como la ruta de los elementos que usan para crear, el texto de su emotividad. De todos los elementos terrestres con que el ser humano define vida, o la creación como arte poética, el Trópico es el más complejo y el más inusitado.

Dice el diccionario:
a) Trópico:
 Del latín tropicus, y del Griego tropikos, de tropos, vuelta, o relativo a él

 Sustantivo Masculino. Nombre de dos paralelos terrestres, el trópico de Cáncer y el Trópico de Capricornio.


Región entre dos paralelos.  Cada uno de los dos círculos menores que se consideran en el globo terrestre en correspondencia con los dos de la esfera celeste

b) Trópico: Región de tierra comprendida entre el trópico de Cáncer, o Trópico del Norte, uno de los cinco principales círculos de latitud representados en los mapas terrestres; y el trópico de Capricornio

 Región comprendida entre dos círculos
 Línea de latitud más al norte, en la que el sol se encuentra en el zenit del observador a medio día, que es el mismo tiempo que transcurre entre dos pasos consecutivos y reales, o aparentes del sol en tránsito por el mismo equinoccio, o el mismo solsticio, que consta de 365 días, cinco horas, cuarenta y ocho minutos y segundos

c) Trópico:
 Línea de latitud más al norte, en la que el sol se encuentra en el plano horizontal, en el cual se produce el movimiento de traslación de la Tierra alrededor del Sol que se conoce elipsis; giro de Tierra, no perpendicular al plano de la eclíptica

 Línea de latitud equivalente hacia el sur, y la región comprendida entre ambos que se conoce como trópico, o región tropical

 Intersección con la esfera en la que caminamos que no coincide con el plano ecuatorial terrestre, latitud máxima a la que la eclíptica que corta a la esfera terrestre en 23º 26' 22” N y 23º 26' 22” S; cuyos paralelos tienen una relevancia especial: Trópico de Cáncer, y Trópico de Capricornio, bajo cuyas frondas se encuentra la Zona Inter-tropical, Zona Tórrida, o Zona Tropical que desde el punto de vista bio-geográfico da nacimiento a tres tipos de Trópico:

1. De Cáncer, en el Hemisferio Boreal, en el hemisferio norte, sobre el que inciden verticalmente los rayos solares en el solsticio de verano, 22 de junio.
2. De Capricornio, en el hemisferio Austral, el que está situado en el hemisferio Sur, y sobre el que inciden los rayos solares en el solsticio de invierno, 22 de diciembre, y
3. De mi, en el hemisferio central de un pequeño país llamado Lil Picado González, descubierto en 2009 y mapeado por Marisel Jiménez, con sus cromografías de ecosistemas, biomas de bosques y colores ricos en secuencias y ritmo, alquímicos compuestos de color y vida tras el espejo de la tarde…

Expreso entonces que Trópico de mi, es lo mismo que decir que,

L.o que deriva el color de un texto en la escritura es lo que crea su naturaleza, y la I.ntesidad que multiplica aire, tierra, fuego, agua, plasmando el legado de arquitectura del pensamiento es lo que podríamos llamar la

L.ujuria capital de su esencia, factor que la reconcilia con el mundo lector en el que se desarrolla, como numero principal del libro de los conjuros con que los antiguos alquimistas (aquellos que buscaban con denuedo el elixir de la eterna juventud, la piedra filosofal, la luz en la oscuridad de otros que los llevaba a ser bardos elocuentes en la transmutación de los elementos), inscribieron en su cuaderno de vida (El Libro de los Conjuros), la forma, estilo personal y fundamental, que mediante la elaboración de un texto distinto a los demás (por el uso de sonidos, ritmos, palabras, formas y estructuras gramaticales; que son comunes a la casi totalidad de los hablantes de su lengua), inseparable yunta sentidos y colores dando como resultado una fórmula mágica de iniciación que solemos llamar estilo personal, marca y sello que nos hace distintos, aunque aquí, en sí mismo; la diferencia radica en la forma específica de crear un mundo mediante la palabra con normas distintas a las del uso normal de la lengua, del mismo modo que un hechizo crea aquellos que necesitamos; es decir que el texto es el resultado de un uso artificial del lenguaje; cuya finalidad no es esencialmente estética; sino que produce belleza con solo que los ojos impacten él…

P.aso a paso, el I.doneo elaborar de la imagen auditiva, sigue el
C.ontinum de la poesía menuda y polisignificativa, igualando el
A.natema de creación y,
D.ominio, único y particular dentro del
O.rganismo, bioma que conocemos como LIL, noventa y nueve, letra cardinal escrita en los siglos de los siglos que decretan un nombre con poder de metamorfosis, movimiento de pincel a lápiz que va del verde al amarillo al atardecer la memoria, enlazando la

G.nostica revelación de una verdad personal,
O.freciendo testimonio de
N.aturaleza,
Z.onal, primitiva,
Á.fectuoso nicho ecológico,
L.argarmente pospuesta en
E.spera de Z.urcir la arena del trópico...

Ay…trópico de mi,
según R. Villalobos, y trópico de(b)vida… una mirada dentro del espejo del alquimista que duele y nos recuerda que la poesía es todo menos superficial...

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Ser y palabra

Lil Picado
           Poeta costarricense. San José. Costa Rica, 1951.
           Premio Walt Whitman de Poesía convocado para Centroamérica y el Caribe. 1986
           Ex Consejera Cultural de la Embajada de Costa Rica en España.
        
   Obra:
        España: dos peregrinajes
        Vigilia de la hembra (1985)
        Semblanzas vivas a contraluz de muerte 
        Variaciones contemplantes (inéditos). 


Información tomada de Internet 

 

Para La Coleccionista de Espejos:
Dlia Mc Donald Woolery 

 

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