miércoles, 13 de abril de 2022

Con palabra de mujer...

 Clotilde Ortega Elizondo

Ya casi nítida

como una víctima

que no hace química.

A primera vista, no tiene mucho que decir, pero son interesantes sus libros: Versículo Vital, Ánimo Esdrújulo y Zoon Poetikón, pero tienen lo suyo, y son mucho, mucho más profundo de lo que se ve a simple vista.

Desde siempre creo que existe una palabra en cada cosa que vemos y, que en cada mujer poeta, una forma distinta de poesía, luz y sombra que las nutre y convierte en palabra. Es decir que, cada palabra es un ser palabra, por eso, nunca he considerado posible que el poeta nace diciéndose poeta, sin que nadie más se lo diga, lo sabe y eso, es lo que importa...

Por eso, es importante la forma en que se sostiene y se construye a sí misma.

 En ese sentido, el trabajo de Clotilde Ortega, es un excelente ejemplo de lo que pueden lograr aquellos que escriben con realismo lo que llevan dentro y que germinante, germinando, una flor negra en un marco oscuro, que casi como generación espontánea, desde la pesadez de lo cotidiano, y por esa cotidianidad, que nos envuelve a todos, y que es muchas veces un trabajo que parece pesado hasta que uno pone atención a lo que hay en el fondo no se da cuenta de que la imagen es algo más: un compromiso, que se forma a sí misma como una imagen que como tal, toma vida, provocando una sensación de asombro con cada palabra que descifra lo escrito.

Amo la lírica/ caleidoscópica

y carismática/ en su versículo/

de lo esotérico

Es ahí cuando empieza la magia...         

Un segundo acercamiento, nos hace ver que, igual que cuando mira una de cerca los pétalos de una flor, y descubre los espacios en que la naturaleza de la poeta también hace lo suyo: como flores en desbandada, cayendo desde el cielo, muchos de los poemas, son en realidad pintados por el ingenio de un artista particular que, desde una esquina pequeña, desligándose de sentidos ajenos, esparce un punto de luz, poco a poco, se vuelve el relieve de su caligrafía,  sombra y los colores que, al no apartarse una de la otra, reflejan una flor distinta, no por su color, textura, o por como la llamemos, sino por lo que vemos de ella cada vez que miramos: enfoque meticuloso e impecable creación que también nos recuerda que, si el mundo real es hermoso, cuánto más puede ser uno que todos podemos vislumbrar con una observación…

A través de la niebla/y de la noche/ veo unos ojos

que miran con ternura, /unos ojos/que navegan muchas vidas,

y que están a un mismo tiempo/en la penumbra,/en el aire,/

en el viento/y la poesía.

Por eso captura, sostiene y llena de una iluminación interior y un color trascendentemente poético…

Buen logro.

__________

Art Poetica

Clotilde Ortega Obregón:  12 de abril de 1947, Naranjo de Alajuela, pero josefina por decisión tanto de la madre como del padre, por lo que la primaria y segundaria las cursó en la Vitalia Madrigal, y el Colegio Nuestra Señora de Sion, Moravia. Diplomada de conclusión de Estudios de la Lengua, y la Civilización Francesa, Licenciada en Derecho y Notaria Pública por la Universidad de Costa Rica, laboró tanto como profesora, en Universidades Públicas y Privadas, como en el Poder Judicial donde se desempeñó como Defensora Pública, alcaldesa y Jueza de instrucción penal, terminó siendo Procuradora de Alajuela de 1983 al 2000. 


Para La Coleccionista de Espejos: Dlia McDonald Woolery

Foto y poema tomados de internet


No hay comentarios:

Lo que trajo la marea...

Las malcriadas...  Alfredo González Campos Es demasiado complejo el libro, por eso empiezo con los ES. Es un libro que me impresionó, cosa...