¿Por qué tenemos un mes histórico, y por qué deberíamos celebrar la emancipación en CR?
Buenas tardes:
Mi
nombre es Delia McDonald Woolery, escritora y poeta afro-costarricense, y me es
de grato placer compartir con ustedes el día de hoy, 31 de julio, día que
denominamos de la EMANCIPACION DEL AFROCOSTARRICENSE, es decir, el día que,
entre bambalinas y tambores, supuestamente nos dieron el derecho a ser
costarricenses. Y aunque la fecha se celebra más en conmemoración Marcus
Mosiah, Garvey, Jr. 17 de agosto de 1887 en St. Ann's Bay, Jamaica, Londres, 10
de junio de 1940, activista social, periodista, editor y predicador evangélico,
y su legado, en realidad deberíamos de pensar en porque se celebra este día, y
en porque tenemos un mes histórico: nuestra historia de libertad no estará concluida
hasta tanto no sea dicha, tal cual fue
Empecemos
por decir que, a partir de 1810, cuando Haití, merced a una malísima
negociación, compró su libertad, a una taza escandalosamente alta durante a
Francia, y que terminara de pagar, solo la amortización de la deuda, en algún
momento del siglo entrante, la historia del afro nativo, porque dentro de lo
posible, se ha decir descendiente solo en encuentros internacionales y eso, solo
por la multiplicidad de sus componentes, cambió para siempre, y debemos dejar
en claro que del mismo modo en que los norteamericanos se dicen afro ciudadanos
nosotros también porque lo contrario sería negar la lucha que dimos por ella,
desde antes de 1833, fecha en que JORGE IV, tan bello y puro como Gary Cooper,
en el Secreto encanto de vivir, le dio libertad a los esclavos
calificados como obreros en muchas artes, que poseía Inglaterra en el caribe
pero que no podía mantener tanto como esclavos, como mano de obra calificada
que, en la búsqueda de mejores condiciones de vida llegaron tanto a Costa Rica,
como a otros lugares del mundo.
Y la
lucha se hizo fuerte y perdurable, cuando el decimosexto presidente de los Estados
Unidos, Abraham Lincoln, cambió el estatus federal de los esclavos del SUR
porque los del NORTE ya estaban emancipados, al ir a una guerra, no solo para
defender sus convicciones personales sino porque también se volvía inmanejable
la guerra interna que había entre norte y sur. Y dirán ustedes, ¿Qué
tienen que ver esos tres países, y sus realidades sociales con la emancipación
en, y de Costa Rica?
Qué:
1. De no haberse dado la compra de la libertad de Haití, no se hubiese iniciado
la cuenta regresiva que hizo que primero, la segunda república en lograr su
libertad, Venezuela, asesorara a Brasil y Colombia, en la figura de Bolívar,
entre muchos otros que iniciaron la pugna de la libertad, no mediante una
compra sino por guerras internas que rompieron los monopolios económicos de la
época: Costa Rica, en ambos sentidos: el económico y el de las rebeliones no
estuvo exenta de ser parte de ese mercado esclavista, pues este país, igual que
Cuba, o las Antillas, tenía grandes ingenios cafetaleros y azucareros, que
suplían una nada despreciable producción que alimentaba una buena parte de la geografía
mundial, entonces ¿Quién cuidaba de esas
fincas agrícolas, si no existía un comercio formal al respecto? Grandes
familias y grandes emporios que aun hoy subsisten, cierto es, alguna vez, he
pensado ¿Qué, comercializaban Juan Mora Fernández, o Juan Rafael Mora, y porque
para ellos era tan importante que Walker, uno de los socios comerciales de la región
viniese a reclamar lo suyo?
2. Y es que cuando Haití rompió relaciones comerciales con el resto del mundo, y se constituyó como un país aparte, sufrió un embargo económico, muy parecido al cubano, solo que cuando se agotó la mano de mano, comenzaron paulatinamente a destruir el país buscando forma de pagar su monumental deuda, los Estados Unidos aprovecharon la coyuntura para ampliar su mercado de trabajo y, robustecieron la Real Compañía Importadora de Esclavos, propiedad de varias familias prominentes norteamericanas, y costarricenses, blancos y negros, ubicada en las proximidades de MATINA, que era administrada por los padres, hermanos y demás de la familia Walker, sufrió un deterioro cuando sus socios comerciales cuando perdieron, primero, derecho sobre el sur, y después sobre TEXAS y derivaciones cercanas, ¿Qué quedó? El mercado centroamericano que, había que recuperar sí, o sí. Pero para ese momento, las cosas habían cambiado sensiblemente: pocos sabrán que la verdadera razón por la que Morazán vino a Costa Rica, además de la presidencia centroamericana, era su condición de militar; para pelear contra uno de los flagelos de los que ningún libro de historia habla: CIMARRONES, uno de los asentamientos esclavos más importantes de la región que, como el animal que se niega a ser domado, tomó las montañas entre el Río Pandora, el Reventazón y las cuevas de los mismos que entonces existían.
No sabemos cuántos eran, la mayoría de los registros se perdieron hace algunos años, pero continuamos en su búsqueda, pero sí que no estaban dispuestos a ceder su espacio, por lo que Walker tuvo que traer su ejército a hurtadillas por Guanacaste, dónde finalmente el EJERCITO de los PARDOS, comandado en su mayoría por mujeres, que muertos sus esposos habían sido dejadas de lado por Morazán quien recién había sido fusilado, se enfrentó a ellos: de ninguna otra forma un grupo de campesinos con picos y palas, sin formación, hubiesen podido enfrentar y derrotar, una milicia entrenada, para tratar con rebeldes de esa envergadura; fueron ellas las que habían huido a las montañas, promovieron a su modo la rebelión, quienes conociendo el terreno hicieron caer a la mayoría de los líderes de Walker, sus hermanos y familia, y con las armas y barcos, recuperados enfrentaron a los filibusteros: probablemente de no ser así, hoy seriamos una más de las conquistas norteamericanas...
3. Pese a todo, Jamaica fue el último
protectorado esclavista en emanciparse, y lo haría en 1926, por lo que el
legado de Garvey, con la ayuda fundamental de las Amies, sus esposas que, como
siempre, fueron con él de lucha en lucha hasta el final, es importante porque
nos empoderó en un lugar que siempre tuvimos pero que desconocíamos; por eso es
importante que en este día de la emancipación, digamos también, gracias, a los
que nos dieron este derecho.
Quiero
que tomemos un minuto de silencio para decir:
Gracias,
en especial a Juana, la gemela de Juan Santamaria, Manuela, la madre, y Rafaela
Santamaria y a las que entre muchos otros, capitanes y soldados del ejército de
los Pardos, negociaron con Miguel y José Joaquín Mora Porras, aquella fría madrugada
los términos de su libertad y, que digamos, gracias patria, porque somos tuyos
y nadie nos quitara el derecho de ser de la patria por nuestra voluntad…
Y gracias,
por cada uno de nosotros que cada día hacemos más grande este país…
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