viernes, 16 de julio de 2021

Akele Quimbo: Hasta luego...

 


Él secará todas sus lágrimas, y ya no habrá muerte ni sufrimiento, ni llanto, ni dolor, porque el mundo que existía antes ya desapareció. Apocalipsis 21:4 (PDT)

Nos enseñaron que, al iniciar un viaje, siempre hemos de ir con fe y voluntad, pues ancestros nunca nos abandonan porque son la raíz que nos une a la tierra… DMcD

Hoy, más bien ayer, en esa hora imprecisa entre la mañana y la tarde, nos dejó Eulalia Bernard Little, poeta, educadora, y una de las voces más representativas de la cultura afro centroamericana y costarricense. Una mujer (negra) como cualquier otra, que sim embargo, tuvo la capacidad de abrir las puertas a los maravillosos mares de la poesía y la palabra. Nació en Puerto Limón, Costa Rica, en 1935, única hija de Carolina Little Crosby, maestra, y Christopher Bernard Jackson, sastre, ambos inmigrantes jamaiquinos, con quienes estará ahora recreando el gozo de volver a ser familia.

Como buena costumbre de los ticos en general, hablar, tanto bien para mal, de ella se han dicho muchas cosas; me incluyo en ambos puentes: en la naturaleza tan existen flores bellas como feas, y tanto bondad, como maldad, cuando se cuecen juntas, dan maravillosos caldos, no podía ser de otra manera que, ahora en la hora de la muerte, se convierten en bellos recién nacidos, y nada, o muy pocas cosas buenas.

Quienes le conocieron orgullosamente dirán que: como pocas mujeres de esa época que siendo maestra, y una apasionada de la política, abrió las puertas para mucha/os porque además fue agregada cultural en Jamaica, maestra investigadora cultural contratada por la ONU en el gobierno de Daniel Oduber; profesora de Literatura AFRO Caribeña en distintas universidades norteamericanas y de Canadá, expositora en múltiples congresos internacionales sobre temas relacionados con Negritud y Caribe, pero sobre todo primera autora, es decir, MUJER afro costarricense, en publicar en la Editorial del estado, la Editorial Costa Rica, RITMOHEROE, en 1982. Un año antes, fundó en la Universidad de Costa Rica, la Catedra de Estudios Africano-americanos. De lo que no se habla es que siempre tuvo una naturaleza creativa única e innovadora, pues anterior a RITMOHEROE, publicó NEGRITUD, un disco poético en 1976, evento que prácticamente nadie, sobre todo en tiempos tecnológicos, ha emulado. RITMOHEROE, seria nuevamente en 1991, de nuevo por la Editorial Costa Rica, MY BLACK KING, en 1991 por la WORLD PEACE UNIVERSITY, Oregon, Estados Unidos, y GREOT, también del 91 con los JOVENES ADVENTISTAS, Ciénega, parte del programa para octavo por ASESORES GRAFICOS, 2001, y TATUJE, GUAYACAN, 2001, completan la dimensión de su palabra.

Y aunque nunca fuimos amigas como lo son la lluvia y el sol, porque mucho era el celo mutuo por nuestra cimarronía, compartíamos con orgullo, este TATUAJE de piel enorme del blanco y negro de la palabra y sus consecuencias… hoy, que su voz volverá a escucharse cuando también el aliento de los ancestros que la acompañaron en su viaje poetico, nos reúna de nuevo, quiero decirle porque sé que nos escucha todavía, GRACIAS, por enseñarme que, nuestra voz será siempre una adolescente convulsa en este otoño de distancias ajenas y ausentes que es la literatura. Que, pese a ninguneamientos y humillaciones, nuestra piel será siempre un arcoíris de ilusiones cumplidas en este mundo sociedad que no, no nos entiende.

Gracias por mostrar que la mejor de las enseñanzas fue saber que fuimos NI NEGRAS, hacíamos lo que nos diera la gana, porque en esta ciudad sin vestidos de gala ni costumbres afro, aprendimos a ser siempre nosotras, como buenas mujeres negras, a dar un paso siempre adelante, sin que nos importara nada más.

 Gracias, por enseñar, al menos a mí, la mirada de las que vendiendo comidas e ilusiones, entre almohadas y platos sucios, despertaron bajo el tibio sol de los cacaotales, diciendo: no más señor, no más manos cerradas ni dominadas por el miedo, dejar de ser independientes, ser las mejores madres, maestras, profesores, médicos, enfermeras, abogados, arquitectos, ingenieros, políticos que, sin poner un pie atrás, gritándole a puertas cerradas hasta que se abrieron ventanas para no más, no más, mirar hacia arriba de nadie, porque el sol y nosotras, somos una y no mirábamos hacia abajo, o hacia arriba, sino a los lados, como corresponde a la semilla que germina…

La vida es un soplo que riega nuestro canto, finalmente, gracias, Eulalia, por ser Eulalia Bernard, MUJER AFRO COSTARRICENSE, ORGULLOSAMENTE EMPODERADA, que nos enseñó a no dejar de luchar por las verdades propias, y las mentiras ajenas también son como arena en los huesos…

Queda sin embargo decir, que amó, inmensamente la vida, su país, y la poesía por la que multiplicó las profecías de los ancestros para quienes llamó sus hijos, y amigos de la extended family, su mayor legado…

Gracias…

*AKELE QUIMBO: En pie de lucha, o hasta pronto, título de la tercera parte de la Trilogía La Cofradía Cimarrona. Texto complementario del que se encuentra en el Álbum Familiar de la Familia Afro costarricense

*Fotografía de Garret Britton González

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