lunes, 3 de mayo de 2021

Taller don Chico...

En mi memoria, siempre resonará, Quién se va, no se hace falta y el que llega, bienvenido es; porque se volvió una de sus frases lapidarias después de ciertos acontecimientos que, hoy me parecen importantes rememorar; pues conforme pasan los días, y entiendo lentamente que existen personas que solo saben vivir a la sombra de otras, concluyo que todavía se siente su ausencia…
Francisco Zúñiga Díaz, fue un escritor, promotor y difusor cultural costarricense que nació en Rabo Mono, decía él, de Esparza en 1931. Después se vendrían la familia de papá, mamá, los hermanos, y él a San José, y de regreso al terruño, y a la muerte de los padres, siendo el hijo mayor,  se encarga de la formalización de los estudios y profesionalización de los hermanos; de vuelta en San José. Todo eso se lo hace mientras finaliza contaduría ingresó a trabajar en Tributación Directa, trabaja un tiempo independiente y después, entra a trabajar en el Instituto Nacional de Seguros, de donde tras ocuparvarios cargos directivos, se pensionó a mediados de los noventa.
  Como ya dije, fue Promotor y Difusor Cultural, antes de que existiera la palabra, al menos en Costa Rica, razón por la que no debe extrañar que bajo el lema Hagamos poesía, creó varios talleres en San Ramón, San José y Puntarenas; algunos de los cuales siguen funcionando con la misma mística con que abrieron; con la misma sencillez de quien se levanta de madrugada para escribir y, NUNCA cosechó más premio que el amor por lo que hacía; pues para él lo importante era, escribir, la obra es lo que queda y quien dice quienes somos/ fuimos…
  Fue en esos años con el INS que junto con  su entrañable amigo de Mario Picado, el padre de Lil Picado González, con el aval de Víctor Julio Brenes y Edgar Avendaño Cavallini que en 1955 crean lo que sería la primera Convención Colectiva en la Institución, que a la vez es la primera que se firma en una entidad pública, que luego es conocida como UPINS, UNION DE TRABAJADORES del Instituto Nacional de Seguros; a partir de la cual nacería con el tiempo, por la inquietud de algunos sindicalizados con inquietudes artísticas EL CAFÉ DEL TALLER CULTURAL, FRANCISCO ZÚÑIGA DÍAZ; pero su primer y único amor fue el Taller de Literatura del Café Cultural Francisco Zúñiga Díaz, que muchos conocieron como Café Cultural de UPINS, y en ocasiones Café cultural del INS, pero ha de quedar claro que siempre fue el Café Cultural de Chico Zúñiga y a él, estaban invitados todos los que quisieran hacer poesía...
   Por eso a su taller fuimos, y me incluyo, porque sin Premios y demás, gracias a Chico, como le decían hasta mi mamá, todos los que actualmente nos consideramos grandes de la literatura costarricense: Luis Chaves, Mainor González, Edmundo Retana, Carlos Bonilla, Ani Brenes, Elliette Ramírez, Miguel Fajardo, Lorena Vargas,Eric Gil Salas, Delfina Collado, Felipe Granados, Cristian Marcelo, Germán Hernández, y Alfredo Trejos, SAntiago Poraas, por decir los menos, encontramos, aunque la mayoría ya la teníamos, una mística y amor por lo que hacíamos; y es que siempre dijo que aspiraba a que fuéramos lo mejor que quisiéramos ser, visión y misión que según Aristones, es la misión de un buen maestro…
  
Chico, conoció a muchos y fue amigo de sus amigos como lo fueron Marco Aguilar, Jorge Debravo, Alfredo Cardona Peña, Miguel Fajardo, Claudio Cardona, los Zeledón, padre e hijo, Manuel Aguilar, Oscar Sierra pero sobre todo de Hugo Díaz; con quien hasta formó parte de la Pluma Sonriente, y también cercano colaborador y compañero de marras políticas izquierdistas como lo eran Fabián Dobles, Joaquín Gutiérrez M., Arturo Montero, Carmen Lyra, hijo político de Carlos Luis Sáenz y Adela Ferreto, y ahí, donde lo ven con su mirada pacífica y mirando siempre hacia los lados tenía su carácter: Era enemigo rotundo de hipocresías y falsedades, y nunca perdió tiempo hablando de nadie; está escrito, eso es lo que importa…

Él fue un visionario, que a su modo estableció modelos concretos de lo que debe ser un creador literario, es decir escritor y cuando

1.     Decía que ningún
filólogo ha sido poeta pero un poeta si ha de ser su propio filólogo
2.       Decía que, los poemas jamás se explican porque era lo mismo que, ir a la tienda y comprar un metro de poesía, o lo necesario para ser escritor…y que
3.       A escribir se aprende jugando… una/a entendía que estábamos a punto de entrar en un infinito que nos escoge a voluntad y, del cual escaparíamos solo sí aprendíamos el significado de las lecturas interiores…

  De él; un lector tenaz, ¾siempre, junto al paraguas, andaba con libros de literatura co
starricense, de casi todas la generación escritores latinoamericanos pues adoraba especialmente las novelas brasileñas, norteamericana y europea, que tampoco despreciaba, porque aunque no hablaba inglés, lo leía y muy bien, ¾aprendí, el arte de la lectura no solo recae en los ojos que miran hacia afuera sino en aprender a pensar por uno mismo, porque siempre, todo libro y autor tienen algo más que decir…, otra de sus frases favoritas; por lo que no es necesario agregar que él era un crítico literario mordaz, tanto a lo político como lo social, pues pocos pueden darse el lujo de lengua y literatura que le hacía ser dueño de una mente tanto, o más ágil que una navajilla nueva, como bien da cuenta T.Joroba, su heterónimo favorito quién siempre dijo: si un autor no tiene capacidad de aceptar la crítica, sobre todo de alguien que no se lleva con nosotros, además de que NUNCA llegaremos a ser escritores de valía, y menos tendremos derecho a criticar el trabajo de nadie…

   Pocos sabrán que fue corrector de estilo de más de un centenar de obras, y editor de un número parecido de libros, y fundador de las editoriales Pablo Presbere y Zúñiga y Cabal; prologó más de 29 libros, quizás más si tomamos en cuenta los hechos con Imprenta Morales, antes de su muerte, y aunque nunca ganó un Premio Nacional, fue inmensamente feliz por los suyos, amigos o adversarios políticos, ganaranporque esos premios le cambian la vida a uno y conllevan una gran responsabilidad, merito no es otra cosa que trabajo
Con él, en poco menos de poco menos de cinco años, aprendí que la discreción es algo que aprendemos en soledad y que nunca, hay que perder tiempo en otra cosa que no sea escribir, que

1.     Los chismes y lo que se averigua de los demás son la ficción que construyen buenos libros
2.     Si se tiene algo que decir, si es constante, con el tiempo se sabrá qué, porque en materia de escribir, Nadie nace aprendido ni es un genio…
3.     Muy bonito, muy bonito, no es una opción como tampoco lo es escribir por escribir…

Pero mejor que nada, aprendí:

1.     Cómo se mueve el mundo literario de este país, y que no es tanto político sino prioralmente cuestión de a quién se conoce y cómo se sirve uno de esos amigos.
2.     Que para criticar hay que leer, porque un CRITICO LITERARIO es solo fiel amigo los libros que han/hemos leído y no de su formación académica, o de lo que escriban los amigos: la mejor opinión es la de los enemigos porque casi siempre las lenguas viperinas saben muy bien lo que dicen...
3.     Que con el ojo que juzgas a los demás has de juzgarte primero; y si no soporta su propia critica, si ignora que nadie puede tallerearse a sí mismo, corriendo, salgase de la cocina y déjele el plato roto a otros…
4.     El poeta no es solo para escribir bonito, ni que lo vean parado en una esquina con las manos en los bolsillos, y menos para despreciar a los demás: tiene un porqué pero principalmente un para qué, y debe saber cómo usarlos, y
5.     Que la libertad de escribir se conquista, y se defiende con las armas que sea, pues si fuésemos todos iguales para qué escribir, y a eso se le llama estilo, y cada quién es único…

El murió el 28 de abril de 1997, tenía 65 años y estaba cansado, muy cansado, de que uno que se había ido tiempo atrás, se hubiese aliado con otros para quitarle su proyecto, cansado de sus llamadas y amenazas, cansado. Pese a eso mantuvo la convicción de que no cedería su trabajo: pocos días antes de su muerte, junto con varios de nosotros, porque no hay corazón traidor a su dueño, y él, de algún modo sabía que la traición vendría por quién un día le dijo:¾Ya me cansé de intentar echar a ciertas personas que nada tienen que hacer aquí…Había tres personas más ahí. Uno era amigo del que hablaba, otro amigo de Zúñiga y otro recién llegado, y dicen que Chico puso la taza de café sobre la mesa, y escuchó…¾Esas que escriben cuentos para niños tontos, ese montón de chiquillos que escriben poesía sin contenido social que se vayan a escribir sus tonteras a otro lado, pero en especial que se vaya la negra, porque esa peor que todas las demás, nunca va ser nadie. Este taller es de nosotros…¾¿De quiénes hablamos?...¾De los que hacemos poesía…¾Y después me voy yo, por pendejo; la poesía es de todos y no necesita de sombrero o vestido…¾No Chico, usted sabe cómo son las cosas, podemos hacer mejores cosas que perder el tiempo con tonterías…¾¿Cómo las suyas? Eso que me dice no está a discusión...¾Tenemos más gente…¾Personas que ni saben qué es poesía y que por aquí nunca se aparecen a menos que sea para lucirse...¾Entonces me voy yo…¾El que se va, no hace falta y el que llega bienvenido es…

 Esa persona, desapareció del mapa poético costarricense por años, NUNCA, hasta mucho después de la muerte de Zúñiga, volvió a publicar, pero el maestro sabía quién era y cuando se dio el diagnostico de su muerte, inscribió El Café Cultural, Taller de Creación Literaria Don Chico, Francisco Zúñiga Díaz, pactó con la UNED con quien trabajamos por muchos años y se dijo, ¾Es el fin… tres días después de su muerte, inevitable, como suelen serlo las profecías y tal cual lo dijo, esa persona que ahora dice ser el más fiel de los discípulos de Don Chico, y proclama que da talleres bajo el conocimiento adquirido en esos tiempo, junto con otros, rompió los sellos e irrumpieron en la Casona del Café Cultural para posesionarse de su  obra y su trabajo: claro que quede claro, que si yo peleé por el hecho, era porque ME acusaron con un asesor de seguridad por VANDALISMO BRUJISTICO, y bajo ese supuesto tomaron la directriz de dejarse casi todo deHistorias del infortunado Tamuga, el último libro inédito de Chico Zúñiga y La lluvia es una piel, de mi autoría, como prueba de los hechos denunciados…
Sin saber nada de esa conversación, en su momento hablé con Zúñiga, unas horas antes de su muerte para decirle sino sería mejor que cuando él faltara las cosas quedaran en manos de esa persona porque no me sentía preparada, y fue cuando me contó lo ocurrido entre ellos y agregó: ¾ Yo le tenía fe, pero ahora veo como es; tendrá algún conocimiento, pero es perezoso y se esfuerza solo cuando ve que otros tienen capacidad, por eso espantaba a todo el mundo del taller o los maltrataba para que no escribieran; de otro modo con tanto tiempo fuera algo hubiera hecho, todos los que se fueron por culpa de él lograron hacer algo más que ir por todo lado hablando mal de mí, y si Mario y principalmente yo éramos borrachos era cosa nuestra, a nadie tenía que preocuparle porque no le andábamos pidiendo a nadie nada, y ahí esto lo que logramos, en cambio él qué logra con que todos me vengan a decir cosas que me enojan y que no son lo que importa, escribir es todo lo que tenía que hacer, entonces que se vaya al carajo y me espere allá, total algún día alguien me va a mandar a mí también, ese tipo de persona, tarde o temprano, va necesitar mi nombre y sin vergüenza la va usar, le dijo a Hugo Díaz, quien junto a Cardona Cooper y M., Aguilar, me repitieron las directrices de Zúñiga; como tambien agregaron que él venga y dé la cara, y discusión cerrada…

   A la vela y entierro de Don Chico; el maestro que lo formó y de quién sigue sus pasos, según dice, ni siquiera llegó. Pero ahora, porque cree que se ha vencido el plazo de inscripción, más de diez años después, cumplió la profecía que los propios de Chico, empezando por las hermanas que fueron invitadas al segundo homenaje que se hacía en su nombre, me han repetido estos días hasta el cansancio: los zonchos nos son desagradables porque lo único que saben hacer es esperar, y me piden que actué pero…
No sé, si serán los años, el constante siseo al que estuve sometida con motivo de los PN., el que personas que no reúnen ni media mesa de conocimiento literario me cuestionaran sin saber nada, el que el Instituto Tecnológico, me declarara non grata por un criterio personal parcializado, o que simplemente YO he cambiado y ahora tengo un poco más de mesura chiquiana, y no me interesan ya personas con la capacidad de usar un nombre, cuyos zapatos le quedan más que enormes, y le ayudan a que, al menos yo, lo vea tal cuál es: ni siquiera el pobrecito, palabra que Chico nunca le gusto, que es digno de lástima, menos le gustaba, porque no tiene una imagen propia, y eso solo significa que Chico siempre tuvo la razón: necesita de él para que le reconozcan porque nada más puede hacer… Ahora,

1.       No me preocupa porque de frente, mi hijita, de frente, me dijo siempre Chico, con los pelos en la mano se dicen las cosas; en su momento, y no es raro que se lo vuelva a hacer, le dice claramente que él había esperado la muerte de Zúñiga para apropiarse de lo ajeno,  su respuesta, ignorarme, porque es muy fácil apoyarse en el trabajo de los demás para lograr éxito: El Taller Don Chico, tiene el nombre que tiene, en universidades nacionales e internacionales, dentro y fuera del país, por el trabajo de Zúñiga, el mío y el grupo asesor que formó antes de su muerte, y no por un personaje que ni siquiera es capaz mostrar un trabajo consolidado…

2.            No me preocupo, porque él asumió el Taller con otro nombre, en el I.N.S., sabiendo bien las responsabilidades del caso, y yo entiendo que en nada se parecen CHIRRIPO, a Taller Don Chico, y menos a la Asociación Café Cultural Francisco Zúñiga D, sin embargo existen quienes dicen que existen dos Talleres Chico Zúñiga…

3.     No me preocupo porque cuando la esposa de Zúñiga, me pidió explicaciones de porque estaba el nombre de Chico en los periódicos, por un homenaje al que ni siquiera se les invitó, es decir sin su consentimiento, simplemente le dije, hablen con ellos, y ella recordó quienes eran, y en el segundo turno, cuando se acordaron de invitarlos, y dijo, ¿Dónde están las cosas de Chico, que había en el taller, qué hizo?...

4.            No me preocupo, porque lo mismo que Chico, no me hago responsable de las mediocridades de nadie; y tampoco enfrento el juicio de quienes saben la verdad, porque cierto en no, lo que le hacemos a las personas amadas en vida, es lo que valedespués de muerto, la lengua es lo mismo que el papel, y aguanta lo que pongan encima…FCD

5.                 No me preocupa porque hasta ahora, no he visto a ninguno de los que forman el parte del Consejo Directivo del Café Cultural, y los ha invitado con denuedo, darle ningún tipo de apoyo, asistiendo a sus actividades…


   No me preocupo, me ocupo: YO soy fiel a mi palabra, y sé que tengo un compromiso con quién me dijo el camino a seguir, ¿Cuándo lo haré?, eso es algo que finalmente Don Chico, el grupo asesor, y Yo, como el ladrón en medio de la noche, porque eso, nos ha enseñado: a esperar, haremos en su momento, porque como finalmente dijo Chico, aunque no creía en ese tipo de cosas; ¾Se le dieron siete legados, ¿Qué hizo con ellas?

Para La Coleccionista de Espejos:
                                                               

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