Esta es una de las mujeres que más admiración me causan, y no pasa un día
sin que eso no aumente; pues cada paso que dio rompió siempre un esquema…
Hablamos de HYPATIA de Alejandría, conocida como la primera mujer en
la historia humana que hace importantes contribuciones al campo de las matemáticas, así como a la astronomía.
Se
cree que nació en Alejandría y que fue hija de Theon, reconocido filósofo, matemático y astrónomo quien
probablemente impartía clases en la Biblioteca de Serapeo, centro de la vida
intelectual y cultural griega vivió entre los finales del siglo IV y los
inicios del V. El año exacto de su nacimiento es un tema controversial, pero la
mayoría de las fuentes le dan mayor valor al 370. Apegada a su padre, fue
educada en el amor por las ciencias
y las letras, especialmente matemáticas, astronomía, filosofía,
literatura y artes. Junto a sus enseñanzas, desarrolló en ella una actitud
activa frente al conocimiento, lo que le permitía participar activamente en las
rutinas investigativas diarias. Se dice
que era hermosa, de gran elocuencia y una profunda sabiduría; sin embargo,
nunca se casó y prefirió en su lugar dedicarse al trabajo académico. Seguía las
corrientes neoplatónicas y
defendía la razón pura. Se
la describía como una maestra de mucho carisma, que hacía un gran énfasis en las ciencias.
En la Historia
de las mujeres, ocupa un papel privilegiado tanto por ser la primera mujer matemática de la que se tiene
conocimiento razonablemente seguro y detallado, como en la tecnología por el mejoramiento
de los astrolabios, diseño del primer densímetro de gran importancia para los químicos
actualmente. Por su culpa, la escuela neoplatónica alejandrina, progresivamente
cristianizada, floreció hasta pleno siglo VII.
Según Sócrates Escolástico, el historiador
más cercano a los hechos, fue asesinada a los 45 o 60 años (dependiendo de cuál
sea su fecha correcta de nacimiento), linchada por una turba de cristianos, dentro del marco del declinante
paganismo y las luchas políticas entre las distintas facciones de la
Iglesia, el patriarcado alejandrino y el poder imperial, representado en Egipto
por el prefecto Orestes, ex-alumno de la filósofa; quién de hecho se dice que
dio la orden por su carácter singular de mujer, sin hombre —aunque se dice que estuvo
casada con otro filósofo llamado Isidoro, y se mantuvo virgen— que la
defendiera de su fidelidad al paganismo en el momento de auge del catolicismo teodosiano como nueva
religión del Estado romano, y entregada al pensamiento y
la enseñanza, en un mundo de hombres, en
plena tardo antigüedad.
Por su parte, los movimientos feministas,
recientemente la han reivindicado siempre como paradigma de mujer liberada, incluso sexualmente.
Para La Coleccionista de Espejos: D. Mc. D
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