lunes, 9 de marzo de 2015

Quién fue y qué hizo...

Los números terminados en 7, siempre han sido mágicos para mí. Sé que para otros también. Dentro de poco, volverá todo ese tiempo de ausencia que nunca se va…

Francisco, Chico. Don Chico, Zúñiga Díaz. Fue uno de los escritores costarricenses que más destacó su labor literaria y uno de los más olvidados también. Ahora que destruyen su último legado, la CASONA DEL CAFE CULTURAL pienso que tenía razón cuando decía que en el silencio siempre existe algo que nos habla.

Nació en Puntarenas, el doce de julio de 1931, y murió, en Barrio México el 28 de abril de 1997 a las 7:57…

Él nos contaba que de niño se trasladó con sus padres, Celín Zúñiga Brenes y Josefina Díaz Mora a RABO MONO DE Esparza, que existió siempre en su memoria, bello cantón de esa provincia donde transcurrieron su infancia y juventud, de donde logra absorber del paisaje cálido y del pueblo la poesía y el mensaje humano que transmitió en sus primeros cuentos que se editan en San José, en el año 1965 con el título Trillos y nubes.

Empezó sus estudios secundarios en el Liceo de Costa Rica y los terminó en el Liceo José Martí de Puntarenas. Siendo el primogénito, en 1952 se trasladó a San José para laborar en la Dirección General de Tributación Directa. Posteriormente trabajó para el Instituto Nacional de Seguros, de donde se pensionó.

Lector tenaz, erudito de la lengua, un enamorado de sus raíces latinoamericanas, pero nunca desdeñó a los grandes escritores estadounidenses ni europeos, de los que tenía un envidiable conocimiento, hombre de un humor a toda prueba, bromista. Para pasar como hombre serio y bien hablado, creó a su personaje favorito: T. JOROBA, autor desconocido al que endosó sus versos humorísticos, algo pasados de tono. (Ver nota más adelante sobre T. Joroba). Como humorista también formó parte del grupo llamado La Pluma Sonriente, junto a Hugo Díaz y Oscar Sierra.

Pese a que su beligerancia política lo llevó desde joven a involucrarse en grupos intelectuales de izquierda, a ser buen amigo de Carlos Luis Fallas, Fabián Dobles, Gutiérrez Mangel, Arturo Montero y muchas otras personalidades del mundo político cultural del momento, y a ser hijo político de Carlos Luis Sáenz y Adela Ferreto, fue amigo personal de lumbreras literarias como Juan Rufo, , Alfredo Cardona Peña, Jorge Debravo, Marco Aguilar, y toda esa generación de escritores latinoamericanos de gran valía.

Junto con su inseparable amigo, Mario Picado, en 1955 promovió la fundación de unión de trabajadores dentro el Instituto Nacional de Seguros, y ocupó varios cargos directivos durante algunos periodos anteriores a 1974. Al firmarse la primera Convención Colectiva en la Institución, que a la vez es la primera que se firma en una entidad pública, el Sindicato, conocido como Unión de Personal del Instituto Nacional de Seguros (UPINS), se integra al movimiento sindical del país, como agrupación importante.

Posterior a ello, en 1977, a partir de una reunión de compañeros con inquietudes artísticas en la soda del INS, consideró necesaria la creación de un grupo con tendencias netamente culturales paralela y dependiente del sindicato para llevar a cabo todo un trabajo de formación e información en el campo la cultura. Como grupo se reunían en las soda mientras se tomaban una taza de café, por ello se autodenominaron "Café Cultural de UPINS" y posteriormente, cuando le entregaron la Casona ubicada a un costado de INS, pasó a llamarse “Café Cultural Francisco Zúñiga Díaz". Eso fue a mediados de los 80 y, a partir de entonces estuvo abierta a nuevas iniciativas: por más o menos 20 años, su plataforma cultural, mientras él se ocupó de hacer poesía, dio a luz diversos talleres como guitarra, danza, canto, artes marciales, pintura, bailes folclóricos, teatro pues es un hecho, los empleados solo tenían tiempo para trabajar… También nace la REVISTA SEMBLANZA Y FRONDAS

Como promotor de las letras nacionales fundó las editoriales "Pablo Presbere" y "Zúñiga y Cabal". Prologó 29 libros, fue corrector de estilo de 96 trabajos y editor de 58 libros. Creó varios talleres en San Ramón, San José y Puntarenas. Algunos de estos talleres aún están funcionando. 

Trabajando en silencio, tuvo tiempo de editar:

  • Trillos y nubes San José, C.R. : Imprenta Tormo (1964) Cuento
  • La mala cosecha Santiago, Chile (1967) Cuento
  • Los Dos Minutos y otros cuentos San José : Editorial de Costa Rica (1976) Cuento
  • Sonetos de amor en bicicleta Autor: T. Joroba. San José : Ediciones Dromedario (1977) Poesía
  • El viento viejo San José : Editorial de Costa Rica (1978) Cuento
  • El soneto en la poesía costarricense San José : Editorial Universidad de Costa Rica(1978) (Antología)
  • Geografía sencilla San José : Editorial de Costa Rica (1980) Editorial de Costa Rica (ECR) Poesía
  • Carlos Luis Sáenz: el escritor, el educador y el revolucionario San José : Ediciones Zúñiga y Cabal, (1983)
  • Todos los días Cuentos, San José : Editorial de Costa Rica (ECR) (1983)
  • Yo no tengo ningún muerto San José, C.R. : Editorial Presbere, (1986) Cuentos.
  • La encerrona de la chupeta y otros desbarajustes San José : Editorial Universidad Estatal a Distancia (UNED), (1994)
  • Cuentos Prohibidos Autor: T. Joroba; San José : Ediciones Zúñiga y Cabal, (1994) Cuento
  • El amor y algunos entredichos Autor: T. Joroba y F. Zele.; San José : Ediciones Zúñiga y Cabal, (1995)
  • Cuentos prohibidos (1995) T. Joroba
  • Cuentos de patria y muerte San José : Ediciones Zúñiga y Cabal, (1996) Cuento
  • ... Y hubo un pueblo de niños San José : Ediciones Zúñiga y Cabal, (1996) Novela.
  • Agenda para talleres. 1996
  • Entre otros...
La ultima de su obra, quedó en manos de quienes se dicen ahora sus discípulos…

Para La Coleccionista de Espejos:

Dlia McDonald Woolery

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