
En realidad no es al libro lo que festejamos,
sino la lectura.
Quizá, exista quien diga que ¿para qué celebrar un libro,
cunado muchos no les preocupa siquiera saber para qué leemos?
Y es que los libros son la única creación humana que cambia con nosotros y cada vez que lo re-leemos, cualquiera que sea, siempre será otro, aunque no haya cambiado nada más...
Tal vez, es
simplemente una anfibología igual a aquella que pregunta ¿Qué fue primero, el
huevo o la gallina? Pese a todo, la lectura nos es necesaria, pues nada, ni la
Biblia existiría sin la lectura. Simplemente digo que creamos a partir de la
lectura de quienes de piedra a pergamino, y de papel al arte nos han legado un
conocimiento que sirve no solo a los poetas, cuentistas y narradores sino que por
igual a historiadores, abogados, ingenieros, arquitectos, médicos, estudiosos, escritores,
meseros, en fin toda la gama de quehaceres humanos que no necesariamente saben
que es por la misma razón, la lectura, que esta conmemoración también se
refiere al objetivo de fomentar la lectura, la industria editorial y la
protección de la propiedad intelectual por medio del derecho de autor, y más
concretamente el idioma, que es lo único que enlaza una idea con otra pues, no
en balde para el 2006, ya eran 100 países quienes celebraban el descubrimiento
de la lectura que para un escritor, es lo único que debe importar.
De ahí que piense que vale la pena escribir
aunque sea por un solo lector, y no importe si le gusta o no lo que lee, con
que lea basta…De paso, gracias a la crítica, buena o mala porque significa que
tuve un lector más, ¿Qué más, como escritora, puedo pedir? …
Para La Coleccionista de Espejos:
La
Coleccionista de Espejos
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