sábado, 18 de enero de 2014

33 revoluciones por minuto...


Mario Picado Umaña

             1928 San José 1988

 Además de amigo de toda una vida de Francisco Zúñiga Díaz, y como él, un excelente sonetista,  poeta y escritor, hijo adoptivo de Margarita Umaña y del Doctor Clorito Picado, pero además padre de la poeta Lil Picado González y también que nació en San José, 1928 y murió en la misma ciudad en 1988.   Aunque escribió eminentemente poesía, tiene una única novela Lino XIX, publicada en 1996, sobre la que basaremos la mayor parte de este texto.

Sobre Lino XIX

 Es un relato picaresco al mejor estilo de las novelas del género de la
desambiguación, y nos referimos al hecho de los escritores que no se apegan a la convención y tradición literaria aristotélica clásica, sino a lo refrescante, diferente, de ruptura de paradigmas y apertura a posibilidades despreciadas por quienes siguen la norma de la tradición y les imposible aceptar el punto de vista del arte sino es formal y temáticamente estructurado que sólo han sido explotadas por algunos de los novelistas más sobresalientes de nuestro tiempo, como sería por ejemplo Joyce, en alguna medida, que son extremadamente raras.
   En este caso, la desambiguación es clara desde el inicio la novela por la poética inmersa en el género novelesco, que desintegra personaje clásico y su retrato, el ambiente que lo rodea, e incluso la descripción del narrador y la presentación del héroe, lo que da pie a la ruptura del paradigma contrario al tradicional:  

"Pensaba poco pero conocía mucho. El orden de prioridades de Lino era dormir, fumar y saludar el recuerdo de las hojas."

 
Y más adelante:

 
                       "Lino no tendría biografía."

    Sin  embargo, y es entendible, dos temas que casi no son tratados y menos criticados o por lo menos se hace muy tangencialmente, complementan el juego de ideas. Me refiero al tema de la religión y el sexo que, dentro de un texto, en general bastante atípico, es la imagen en el espejo de Alicia en el país de las maravillas, en la que el personaje principal Lino, por supuesto, encarnada todos los dilemas de la vida vista desde adentro de la cabeza del narrador, espejo que encarna todo lo no convencional y tradicional.  Ejemplo de ello, es que el personaje, quien también es escritor hace en las primeras páginas una crítica a las novelas tradicionales, biográficas, que tanto gustan a los escribidores costarricenses. Muchos creen que por haber llegado a viejos tienen el derecho (lo tienen, pero no a exigir que sea considerada como literatura) de contar su biografía que consideran la más importante y describir hasta la saciedad las costumbres de antes, con la clásica y estereotipada frase de que "todo tiempo pasado fue mejor" y que en realidad hoy sabemos que no fue ni mejor ni peor, sino diferente. De continuo da una definición esclarecedora de su verdad y visión de mundo:...las novelas son: o posibilidades de la vida del autor que refleja en sus personajes, o parte de la vida del autor que relata. Es decir, novelas de ficción o reales. Lo que se hizo y lo que no se pudo hacer...

  Anterior a eso, el personaje escribe:

 

"Hoy empezaré a escribir mi novela titulada El árbol con las ramas al revés".

 
En realidad es el desarrollo de un diario interior que usando fechas contiguas pero no cronológicas 4 sigue a 7 y a sucesivamente, lo que también define los días, anacroniza el mundo de creación. Curioso también, el hecho de al mismo estilo de AVANCARI de Santiago Porras Jiménez, carece de una situación inicial, procesos diferentes al común de las novelas anteriores a él y muchas otras posteriores, hasta el momento en que aparece la segunda; lo cual quiere decir que Lino XIX, fue precursora de un nuevo esquema literario, al menos en Costa Rica, y su similitud con la obra de Porras estriba precisamente en que ambos autores se proponen escribir sin esquemas ni más fórmula concreta que escribir por el placer de escribir lo que les dicta una conciencia interior, creando de paso una anti-novela, es un anacronismo que aunque pareciera no decir mucho o nada, cuenta con una estructura formal diferente en la que el personaje central, preferentemente imaginario, deshila las crónicas que narran su actividad (cualquiera que este sea), desde un lugar real o imaginario pues su existencia depende de las características que deseemos darle, sucediéndose sin el orden causal prefijado, es decir lineal, enlazando la aparición de una serie de mensajes cortos y/o subliminales, voces y paréntesis irónicos viniendo de todas partes y de ninguna, mostrando una visión aparentemente absurda de la vida y que no es otra cosa que una  manera fina e inteligente de violar la censura del mundo, en ambos casos aldeano, superficial, frívolo, burocrático de la sociedad en que le tocó vivir cuyo futuro menos halagüeño siempre puede ser alterado, alimentado, o en evolución por medio de recursos sencillos, cartas, en el caso de Jiménez, o un apuntar constante de lo que se ve desde el otro lado del espejo, en el de Picado. Ambas, carecen de una situación final tradicional, que al utilizar los recursos del ojo-mano-circunstancia conforman una especie de caleidoscopio de pensamientos, ideas, sentencias, enfrentamientos de sentidos, carnaval de arco-iris temáticos que no se abordan con facilidad: primero es necesario escuchar el ruido que subsiste tras el silencio, o lo que queda atrás al leer, y después entender qué es lo que nos dicen.   Se abre así una concepción de mundo antilógico, polifónico, donde de nuevo se oyen voces que no pertenecen a la crítica preestablecida sino que dictan un orden codificado que el lector avisado entiende como el pensamiento de las palabras, hecho que se aleja de lo que la lógica aristotélica clasifica como causal, en la que la que el desfile de problemas, lenguajes preconcebidos, las conductas antes codificadas, vicisitudes, contradicciones, son una misma línea. Aquí, descubrimos una incisión apenas tenue que descubre un mundo conocido pero que desconocemos, por tanto, no escapa a la aguda observación y re-escritura del(os) escritor(es) que reflexiona y hace el desfile del amor, la muerte, la vida, la educación, el trabajo, el ocio, el placer, y hasta una bellísima historia o cuento insertado por las cartas, en el caso de Jiménez Porras, o La historia de Hillman Minx, el asumir el pensamiento de un automóvil que es capaz de narrar su vida desde el nacimiento, por increíble que parezca, así como sus aventuras en manos de diferentes patrones y sus relaciones con ellos, en el caso de Picado, crea una obra que es capaz de desintegrarse y volverse a integrar en cualquier orden con un efecto diferente cada vez...

 

OBRA Y PALABRA DE MARIO PICADO UMAÑA

 

NOVELA

 Lino XIX: 1996

 
POESÍA

 1. Noche. En tus raíces un puerto están haciendo: 1953

2. Hondo gris: 1955

3. Viento-Barro: 1957

4. Humedad del silencio: 1962

5. Tierra del hombre: 1964

6. Homenaje poético: 1967

7. Serena Longitud: 1967

8. Soneto a su recuerdo: s.f. e.

9. Poemas Impares: 1970

10. Poemas de piedra y polvo: 1972

11. La piel de los signos: 1974

12. Testimonio de entonces: 1978

13. Estampas en blanco y negro: 1980

14. Absurdo Asombro: 1982

15. Manifiesto Olvidado: 1989

16. Orillas y caminos:

 

Para La Coleccionista de Espejos:

                          Las Gaby, Sol y Pérez...
Fotografías y datos tomados de internet

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