viernes, 3 de agosto de 2012

A propósito de la Teoría Literaria

Una singular mesa redonda en torno a las teorías literarias...
   Leonardo Solano Moraga, oriundo de Siquirres y estudiante candidato a un doctorado en literatura en una universidad de EE:UU, ha estado formando un grupo de discusión en torno a las teorías literarias, su ingerencia e interpretación dentro del entorno hispanoamericano.  Este intento nos parece loable porque es una magnífica manera de retribuirle a la patria algo de lo que ha hecho por él, contribuir a la formación de una escuela teórica en este medio en el que el mercantilismo económico es lo que importa y que pareciera que vivimos en esta edad de hierro en que según la Teogonía los dioses han abandonado la tierra y sin que nos hayamos adueñado adecuadamente del fuego que a hurtadillas nos ha traído Prometeo del Olimpo.

Los días 26 y 27 de julio de 2012 nos dimos cita de 6:00 a 9:30 de la noche: Andrea Mickus, Sigrid Solano, Andrea Fanta, Delia Mc Donald, Carol Britton, Randall Quirós, Bernal Herrera, Norman González, Jesús Cárdenas, Randall Cruz y este servidor, en la emblemática sala Carmen Lyra en las instalaciones del Sindicato de Educadores Costarricenses (SEC)

Varios meses con antelación Leonardo nos había enviado vía correo electrónica los textos que servirían como fondo de discusión. Todos densos y complicados.  Pero si no cuál sería el reto.  Los invitados: Jacques Rancère con El Espectador Emancipado y Sobre Políticas Estéticas, Reinaldo Laddaga con Estética de Laboratorio Estrategia de las artes del presente, Héctor Libertella con La Nueva Escritura en Latinoamérica y Giorgio Agamben con El hombre sin Contenido

Después de una introducción breve de Leonardo se arrancó con una presentación magistral de Bernal Herrera que me dejó pensando que “ el que sabe sabe” y que quién dice que las presentaciones magistrales son aburridas.   Me hizo regresar a los buenos tiempos de Constantino Lascares, Teodoro Orlarte, Franklin Anderson o Roberto Villalobos.  Me invitó a ponderar asuntos sobre los que desde mis años mozos no reflexionaba. Escuchamos sobre el Siglo xix, la explosión de las vanguardias y los ismos, Derrida y la deconstrucción, el psicoanálisis, la pregunta ¿Para qué sirve la teoría?  Recordamos que la costumbre se vuelve natural y que el hombre es animal político y lo que se acostumbra a hacer en sociedad se torna natural. La faena de la teoría es tratar por así decirlo de “desnaturalizar” lo establecido, los paradigmas. Que las teorías literarias no deben pasar de ser lo que son: herramientas y que hay una ideología detrás de toda teoría que neutrales no pueden ser. Y que hay que cuestionar el canon.

Randall Quirós se declaró bajtiniano pero pudimos resistir la tentación, al menos por ahora, de discurrir sobre la existencia o no del trabajo original de donde se deriva Arte y Responsabilidad, de la influencia alemana en su obra y pensamiento, que si era filósofo o teórico de la literatura, de la valides de sus declaraciones teóricas como: el enunciado, la voz, la significación, la comprensión, la translingüística, la polifonía del discurso, lenguaje social, signo, ventrilocución, lenguaje de género o la semiótica de la cultura.

 Andrea Mickus tuvo intervenciones muy acertadas y relevantes mientras Andrea Fanta relacionó las lecturas con su campo de estudios, la actuación. Y asegura haber encontrado respuestas en ellas. Al final Leonardo compartió con nosotros parte del trabajo que está haciendo: análisis de documentales.  Nos proyectó una muestra parcial de un documental sobre Salvador Allende y el golpe de estado en contra suya. Este período toca fibras muy sensibles en mi fuero interno.  No puedo ver Ni a Pinochet ni a Allende como personajes de ficción porque para mi son históricos y viví desde Costa Rica toda la tragedia del pueblo chileno. Se hizo mención de la Guerra Civil en Costa Rica de 1948 y entiendo el dolor de muchos costarricenses porque es una herida que sigue abierta para mucha gente todavía, porque nunca se ha tratado a fondo pero yo apenas tenía dos años entonces.

Concluyo diciendo que el encuentro abrió un sin número de preguntas y prácticamente ninguna respuesta y eso es sano porque eso nos ayudará a seguir buscando respuestas. Resumiendo dos de las parábolas de Nuestro Señor:  fueron muchos los llamados pero pocos los que llegaron, y añadiendo un adagio popular “estaban todos los que tenían que estar.” El encuentro fue un éxito. Felicitamos de manera muy efusiva a los que vinieron desde EE.UU para asistir al foro.

Espero que esta mesa se fortalezca y se mantenga.   

Para La Coleccionista de Espejos Franklyn Perry

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