viernes, 29 de junio de 2012

Con palabra de mujer

 Yadira Calvo F., o de cuando las apariencias engañan y la sencillez es más fulgurante que el sol

      “La mayor invasión no es la de la tierra sino la de la cultura…” Y. Calvo

    Íbamos mi colega y amiga Mercedes Henry Brown y yo en un taxi, cuando el conductor se quedó mirando a Mercedes fijamente y le dijo:-Yo a usted la conozco…  -Usted fue mi profesora de inglés en el Liceo de Costa Rica, Nocturno...   Entablaron una conversación muy amena y colmada de nostalgia. Casi al final del recorrido añadió:-Dos profesores me marcaron para siempre usted y mi profesora de español, doña Yadira Calvo…

Como unos cinco años después convocados por Nury Gallego de Jaramillo llegamos a una de sus actividades culturales, no me acuerdo si fue en la Casa España o en la Librería Internacional; pero el caso era que esa noche había un exceso de exponentes en la mesa principal. Algunos hablaron demasiado. Ya estaba cansado y con deseos de irme a casa cuando finalmente anunciaron la que expondría de último: Yadira Calvo... Yo no creía que aquella señora ligeramente canosa y de aspecto inocente tenía nada importante que añadir al tema de la noche. Es más ni la conocía, pero ¡Qué equivocado estaba!, pues cuando doña Yadira abrió la boca me quedé clavado al asiento. Definitivamente es una mujer que tiene algo que decir y sabe cómo decirlo, pensé. Poco a poco, recordé las palabras del conductor de aquel coche de alquiler y las comprendí mejor…

    Un tiempo después los alumnos de Colegio Internacional Canadiense; para el que yo trabajaba en ese momento, la recomendaron como candidata para el Premio Lámpara Dorada: uno de los once galardones que dicha institución otorga cada año a personas que se destacan en campos como la Medicina, la Literatura, las Ciencias, etc. En fin, que hayan contribuido para que Costa Rica sea, cada día, un mejor lugar para vivir. Yadira ganó, ese año el premio por sus constantes lucha a favor de la mujer y el procurar la igualdad de género. Concedió entrevista a los jóvenes estudiantes y estos quedaron encantados.

 A partir de aquellas ocasiones quedé convertido en el indiscutible fanático número uno  de doña Yadira, con el perdón de don Faustino y sus hijos, quienes no tendrán más remedio que compartirla con este servidor.

Yadira Calvo nace en Tucurrique, hace medio siglo y algo más. Ella afirma que Tucurrique se localiza en Cartago. Y en efecto así es, pero en mi mentalidad de limonense, Tucurrique está en la provincia de Limón, porque asocio ese sitio con el ferrocarril y los viajes eternos del tren que pasaba por ese lugar abundante en cultivos, con ese nombre inolvidable. Yadira comenta, a propósito de los nombres originales de los pueblos que fueron trocados por nombres castizos.  Tucurrique es uno de los pocos que se salvaron.  El caso de Limón es más confuso todavía porque fueron indígenas, luego españoles, luego ingleses y de nuevo españoles o indígenas.  Yadira inició la primaria en su pueblo natal. A los nueve años su familia se traslada a Guadalupe en San José y ella continúa estudiando allí hasta que se gradúa de bachiller del colegio Napoleón Quesada. Luego estudia en la Normal de Heredia y Filología en la Universidad de Costa Rica.

Alterna su oficio de escribir y dar charlas con la docencia porque como ella dice de escribir no se puede vivir; al mismo tiempo era ama de casa, esposa y madre de tres. Para acercarse más a esta costarricense singular además de leer sus escritos y escuchar sus charlas, recomiendo una entrevista que le hizo Julia Ardón para su blog.

    Estando en la universidad en la década de 1970, llevé un curso de literatura feminista con la religiosa Dolores Brunner, una investigadora incansable en el campo.  Ella estaba muy familiarizada con el movimiento y no tuvo reserva alguna para compartir sus conocimientos con nosotros y nos hizo leer lo que yo consideré, entonces, más de la cuenta. Me aficioné y seguí leyendo. Es más luego impartí unos cursos de literatura feminista tanto en la Universidad Internacional de las Américas como en la Universidad Magíster. Me asusté cuando dos alumnas mías se divorciaron después de llevar el curso y leer Antígona, Casa de Muñecas, Pigmalión, El Segundo Sexo, además de algunos ensayos y conceptos de Virginia Woolf y Elaine Showalter. Yo ignoraba que en nuestra pequeña Costa Rica se estaba gestando una figura de la talla de Yadira Calvo Fajardo que no tiene nada que envidiarles a  las y los arriba mencionados.


     A la pregunta ¿Qué es Costa Rica?  Hecha por Julia Ardón Yadira contesta: -Costa Rica para mi significa las montañas que veo desde mi  habitación cada mañana al levantarme; significa mis recuerdos de infancia y juventud, las personas que quiero, las calles que recorro, aunque tengan huecos, las costas que visito de tiempo en tiempo y que cada vez son menos nuestras. Se trata de un concepto muy íntimo, relacionado con las vivencias más preciadas de un ser humano. El concepto de patria está unido al sentimiento y a la emoción…   Me parece una hermosa reflección que ella tiene del concepto de patria y Costa Rica, especialmente en estos días en que muchos adultos subastan a la patria y  otro tanto de jóvenes la menosprecian.

    Asegura que lo que la estimula a escribir es el saber. Al descubrir algo interesante se pone a pensar y tras el pensamiento vienen las ideas y de allí al papel es un paso. En otras palabras nos manda a investigar, a leer y a pensar. El conocimiento es fuente de inspiración. Insiste en que las universidades tienen el deber de asistir en la creación de mentes críticos, pensantes y no simples fábricas de títulos. Piensa que el estado debe ser laico. Los conceptos morales de las religiones están bien para sus feligreses pero no esta bien su imposición a todos los habitantes.  Todavía cree en los sindicatos para frenar los abusos que se suelen cometer. Lamenta los simulacros de democracias en el mundo y la falta de respeto a la naturaleza, parte de la cual somos. Me gusta mucho que haya acuñado la palabra usamricano/a porque a muchos, especialmente en nuestros países, nos va a sacar de más de un apuro. Y es que, en realidad,  EE.UU es un país que carece  no solo de nombre sino también de gentilicio.


Para La Coleccionista de Espejos:

                                            Teacher Franklyn Perry

1 comentario:

la coleccionista dijo...

Estimado Franklyn:

Me envió Delia la página en que aparece un comentario suyo, muy bonito. Fue gratificante saber cómo usted recordaba aquellos días de la "Lámpara Dorada", lo hermoso que fue ese acto, la calidez de los profesores, usted entre ellos, y otras remembranzas que hace en su articulo, gratas para mi memoria.


Se lo agradezco, y espero seguir contando con su amistad.


Yadira

Con palabra de Mujer...

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