“La mayor invasión no
es la de la tierra sino la de la cultura…” Y. Calvo
Íbamos mi colega y amiga Mercedes Henry Brown
y yo en un taxi, cuando el conductor se quedó mirando a Mercedes fijamente y le
dijo:-Yo a usted la conozco… -Usted fue
mi profesora de inglés en el Liceo de Costa Rica, Nocturno... Entablaron una conversación muy amena y
colmada de nostalgia. Casi al final del recorrido añadió:-Dos profesores me
marcaron para siempre usted y mi profesora de español, doña Yadira Calvo…
Como unos cinco años
después convocados por Nury Gallego de Jaramillo llegamos a una de sus
actividades culturales, no me acuerdo si fue en la
Casa España o en la Librería Internacional;
pero el caso era que esa noche había un exceso de exponentes en la mesa principal.
Algunos hablaron demasiado. Ya estaba cansado y con deseos de irme a casa
cuando finalmente anunciaron la que expondría de último: Yadira Calvo... Yo no
creía que aquella señora ligeramente canosa y de aspecto inocente tenía nada importante
que añadir al tema de la noche. Es más ni la conocía, pero ¡Qué equivocado
estaba!, pues cuando doña Yadira abrió la boca me quedé clavado al asiento.
Definitivamente es una mujer que tiene algo que decir y sabe cómo decirlo,
pensé. Poco a poco, recordé las palabras del conductor de aquel coche de
alquiler y las comprendí mejor…
Un
tiempo después los alumnos de Colegio Internacional Canadiense; para el que yo
trabajaba en ese momento, la recomendaron como candidata para el Premio
Lámpara Dorada: uno de los once galardones que dicha institución otorga
cada año a personas que se destacan en campos como la Medicina , la Literatura , las
Ciencias, etc. En fin, que hayan contribuido para que Costa Rica sea, cada día,
un mejor lugar para vivir. Yadira ganó, ese año el premio por sus constantes
lucha a favor de la mujer y el procurar la igualdad de género. Concedió
entrevista a los jóvenes estudiantes y estos quedaron encantados.
A partir de aquellas ocasiones quedé
convertido en el indiscutible fanático número uno de doña Yadira, con el perdón de don Faustino
y sus hijos, quienes no tendrán más remedio que compartirla con este servidor.
Yadira Calvo nace en
Tucurrique, hace medio siglo y algo más. Ella afirma que Tucurrique se localiza
en Cartago. Y en efecto así es, pero en mi mentalidad de limonense, Tucurrique
está en la provincia de Limón, porque asocio ese sitio con el ferrocarril y los
viajes eternos del tren que pasaba por ese lugar abundante en cultivos, con ese
nombre inolvidable. Yadira comenta, a propósito de los nombres originales de
los pueblos que fueron trocados por nombres castizos. Tucurrique es uno de los pocos que se
salvaron. El caso de Limón es más
confuso todavía porque fueron indígenas, luego españoles, luego ingleses y de
nuevo españoles o indígenas. Yadira
inició la primaria en su pueblo natal. A los nueve años su familia se traslada
a Guadalupe en San José y ella continúa estudiando allí hasta que se gradúa de
bachiller del colegio Napoleón Quesada. Luego estudia en la Normal de Heredia y
Filología en la
Universidad de Costa Rica.
Alterna su oficio de
escribir y dar charlas con la docencia porque como ella dice de escribir no se
puede vivir; al mismo tiempo era ama de casa, esposa y madre de tres. Para
acercarse más a esta costarricense singular además de leer sus escritos y escuchar
sus charlas, recomiendo una entrevista que le hizo Julia Ardón para su blog.
Estando en la universidad en la década de
1970, llevé un curso de literatura feminista con la religiosa Dolores Brunner,
una investigadora incansable en el campo.
Ella estaba muy familiarizada con el movimiento y no tuvo reserva alguna
para compartir sus conocimientos con nosotros y nos hizo leer lo que yo
consideré, entonces, más de la cuenta. Me aficioné y seguí leyendo. Es más
luego impartí unos cursos de literatura feminista tanto en la Universidad Internacional
de las Américas como en la Universidad
Magíster. Me asusté cuando dos alumnas mías se divorciaron
después de llevar el curso y leer Antígona, Casa de Muñecas, Pigmalión, El
Segundo Sexo, además de algunos ensayos y conceptos de Virginia Woolf y Elaine
Showalter. Yo ignoraba que en nuestra pequeña Costa Rica se estaba gestando una
figura de la talla de Yadira Calvo Fajardo que no tiene nada que envidiarles a las y los arriba mencionados.
A la
pregunta ¿Qué es Costa Rica? Hecha por
Julia Ardón Yadira contesta: -Costa Rica para mi significa las montañas
que veo desde mi habitación cada mañana
al levantarme; significa mis recuerdos de infancia y juventud, las personas que
quiero, las calles que recorro, aunque tengan huecos, las costas que visito de
tiempo en tiempo y que cada vez son menos nuestras. Se trata de un concepto muy
íntimo, relacionado con las vivencias más preciadas de un ser humano. El
concepto de patria está unido al sentimiento y a la emoción… Me parece una hermosa reflección que ella
tiene del concepto de patria y Costa Rica, especialmente en estos días en que
muchos adultos subastan a la patria y
otro tanto de jóvenes la menosprecian.
Asegura que lo que la estimula a escribir es
el saber. Al descubrir algo interesante se pone a pensar y tras el pensamiento
vienen las ideas y de allí al papel es un paso. En otras palabras nos manda a
investigar, a leer y a pensar. El conocimiento es fuente de inspiración.
Insiste en que las universidades tienen el deber de asistir en la creación de
mentes críticos, pensantes y no simples fábricas de títulos. Piensa que el
estado debe ser laico. Los conceptos morales de las religiones están bien para
sus feligreses pero no esta bien su imposición a todos los habitantes. Todavía cree en los sindicatos para frenar
los abusos que se suelen cometer. Lamenta los simulacros de democracias en el
mundo y la falta de respeto a la naturaleza, parte de la cual somos. Me gusta
mucho que haya acuñado la palabra usamricano/a porque a muchos, especialmente
en nuestros países, nos va a sacar de más de un apuro. Y es que, en
realidad, EE.UU es un país que
carece no solo de nombre sino también de
gentilicio.
Para La Coleccionista de
Espejos:
Teacher Franklyn Perry
1 comentario:
Estimado Franklyn:
Me envió Delia la página en que aparece un comentario suyo, muy bonito. Fue gratificante saber cómo usted recordaba aquellos días de la "Lámpara Dorada", lo hermoso que fue ese acto, la calidez de los profesores, usted entre ellos, y otras remembranzas que hace en su articulo, gratas para mi memoria.
Se lo agradezco, y espero seguir contando con su amistad.
Yadira
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