miércoles, 6 de abril de 2011

Un vistazo al genio (3)


Henrik Johan Ibsen (1828-1906)


Nuestra sociedad es masculina y
hasta que no entre
en ella la mujer no Será humana. Ibsen


Henrik J. Ibsen poeta, dramaturgo y figura pública noruego, uno de los renovadores del teatro universal.

Nace en una pequeña ciudad noruega llamada Skien y muere en Cristianía que luego sería Oslo. A Ibsen se le considera el más importante de los dramaturgos de Noruega y uno de los autores que más ha influido en la dramaturgia de los tiempos modernos. Es el padre del drama moderno y precursor del teatro simbólico.

En su época se les consideró a algunas de sus obras escandalosas en la sociedad conservadora y victoriana en que vivía porque cuestionó el modelo de familia y la sociedad de la clase dominante. Aunque, para mi, algunos de sus temas y obras han perdido vigencia es uno de los autores no contemporáneos más puesto en escena en la actualidad.

Su progenitor tenía una destilería de aguardiente que se fue a la quiebra cuando el pequeño Henrik tenía apenas cinco o seis años. Su madre fue sumamente religiosa.

A los quince años se alejó de la casa paterna para no volver jamás con excepción de visitas esporádicas. Inicia entonces varios años de trabajo como aprendiz de farmacéutico con un allegado de su familia.

Para cuando cumplió veinte años ya era librepensador y simpatizante del movimiento de insurrección popular que recorría Europa. En 1850 se fue a Cristianía e ingresa a la universidad para seguir la carrera de medicina pero nunca se gradúa. Durante esta época su país era dominado políticamente por Suecia y culturalmente por Dinamarca.

Es Probable que la extrema religiosidad de su madre, el colegio religioso donde estudió. Los sinsabores e humillaciones de la profunda pobreza económica en que se vio sumida su familia, lo alejaron de Dios y contribuyeron a que se declarara ateo. Se afirma que tenía que caminar cinco kilómetros diariamente para asistir a la escuela. Fue un niño tímido y retraído.

Mostró interés por la literatura e inicia escribiendo poesía y obras dramáticas. Los poemas Resignación y En Otoño y las obras dramáticas Catilina y La Tumba del Guerrero o El Túnel del Héroe son de sus inicios. También va a colaborar escribiendo en revistas literarias.

En setiembre de 1851 se pone en escena por primera vez una de sus obras: La Tumba del Guerrero en Cristianiía Theater. Alcanza un contrato favorable y conoce y desposa a Susannah Thorensen en 1858. Decía que la sociedad noruega de entonces era de mentalidad estrecha posiblemente por lo cual después de otro fracaso económico, decide dar inicio a un auto exilio que cubriría un periodo de 27 años vividos entre Italia y Alemania.

A lo largo de este periodo escribiría la mayor parte de sus obras; esto lo prepara para el retorno a su patria cubierto de fama y gloria presto a convertirse en profeta en su propia tierra.

A partir de 1864 la biografía de Ibsen se convierte en la referencia de sus obras. Poco después de regresar de su auto exilio, hecho un hombre respetable y condecorado, en 1891 se fue a residir a Cristianía, donde murió tras una serie de ataques de apoplejía la cima de la madurez del escritor tiene dos distintas fases: de 1858-73, en oposición a su colega, el radical Bjørnstjerne Bjørson, considerado el«bardo conservador por excelencia», por tanto, heredero de los grandes dramaturgos poetas noruegos. Sus obras más relevantes son Brand (1866) y Peer Gynt (1867), largos poemas dramáticos que, si bien no estaban en un principio destinados al teatro, demostraron en él su gran impacto. Esto es especialmente cierto en lo que se refiere a la barroca historia existencial del aventurero nórdico Peer Gynt, que es una fantástica y divertida sátira, con chispeantes versos y salpicaduras de ternura y de sombrío simbolismo, donde el brutal contraste, nos habla en Brand de la catastrófica misión de un incomprendido apóstol religioso, en el que subyace el severo rigor que le une a Soren Kierkegaard. Éste es también el tema del grandioso drama histórico Kejser og Galilaeer (César y Galileo, 1873), que, a pesar de la alta estima que le reserva su autor, no la tuvo tanto en el teatro. A esos años pertenece también Kjærmændene pa Helgeland (Los guerreros de Helgeland, 1858), en la que Henrik Ibsen demuestra ya su dominio de la famosa «técnica analítica», la reconstrucción de los hechos del pasado, reales y psicológicos, en el curso de una acción progresiva que explica al mismo tiempo que condiciona.

El mejor de sus libros de ese tiempo es una colección de Poemas (colección 1871), puede compararse con los de Heinrich Heine; Kongsemnerne (Los pretendientes al trono, 1863), drama histórico noruego, a las que hay que agregar dos desiguales comedias, Kjærlighetens Komedie (La comedia del amor, 1862), algo así como una opereta adulterada, y De unges forbund (La liga de la juventud, 1869), animada comedia de intriga en un ambiente político contemporáneo.

La segunda gran etapa de Henrik Ibsen es su período realista.

De aquí en adelante no escribiría virtualmente más que comedias en prosa sobre las gentes corrientes de su propio tiempo. Esta ruptura completa con el romanticismo la haría conscientemente bajo la influencia del eminente crítico danés Georg Brandes, que en una famosa conferencia en 1871, no sólo reprobaba explícitamente el drama Brand por su estéril trascendentalismo, sino que establecía un programa para una literatura moderna, antirromántica y provista de objetivos. Conforme a este programa, Henrik Ibsen produjo unas cuantas obras que serían una contribución al debate ético-social de aquellos días: Samfundets Støtter (Los pilares de la sociedad, 1877), referida a los fraudes comerciales; Et Dukkehjem (Casa de muñecas, 1879), sobre la sumisión de la mujer; Gengangere (Espectros, 1881), sobre la moralidad sexual; y En Folkefiende (Un enemigo del pueblo, 1882), en defensa de la libertad de expresión. Todas ellas estaban impecablemente construidas, habitadas por protagonistas estudiados en profundidad, y que daban a los actores y actrices ocasión de excepcional lucimiento. Respiraban estos dramas un formidable e inusitado doctrinarismo radical; el ex-conservador habíase convertido en el archi-iconoclasta de su tiempo. Dos dramas, quizá los mejores, siguieron a los antes citados: Vildanden (El pato salvaje, 1884) y Rosmersholm (La casa de Rosmer, 1886). Perteneciendo a la misma pluma que había escrito Espectros, ya no son éstos, sin embargo, una convocatoria a la acción social, sino que, por el contrario, resuelto enteramente a descubrir las relaciones personales y a la revelación del pasado de sus protagonistas, sus inhibiciones mutuas proveen a éstos de extraordinaria complejidad en una atmósfera de misterio -no siempre de índole psicológica- que les nimba a menudo de poesía y les dota de infinitas interpretaciones simbólicas, que en otro tiempo tan enérgicamente había rechazado el autor. Este mismo modelo sigue en sus últimos dramas: Fruen ved Havet (La dama del mar, 1888), Hedda Gabler (1890), Bygmester Solness (El constructor Solness, 1892), Lille Eyolf (El pequeño Eyolf, 1894), John Gabriel Borkman (1896) y Naar vi døde vaagner (Cuando despertemos de entre los muertos, 1899).

El tono sombrío de El constructor Solness y Cuando despertemos de entre los muertos está aún oscurecido por las proyecciones autobiográficas que el autor hace sobre sus héroes, que son, como él mismo, artistas y artesanos de sus destinos y reflexionan sobre el precio que hay que pagar por la dedicación exclusiva a su vocación. Brand había hecho famoso a Henrik Ibsen inmediatamente en toda Escandinavia. Su reputación se extendió a Alemania en 1870, y a Gran Bretaña y los Estados Unidos en la década siguiente; al final de su carrera había ya sido reconocido como el más grande dramaturgo de su tiempo. El renacimiento del drama en el siglo XIX le debe más a Ibsen que a cualquier otro autor. George Bernard Shaw, John Galsworthy, Gerhart Hauptmann y Eugene O'Neill hubieran sido escritores diferentes de no haber existido él, e incluso August Strindberg reconocía que debía mucho a su magisterio.

Luigi Pirandello colocaba a Henrik Ibsen inmediatamente después de Shakespeare. (1828 puerto de Skien - 1906 Cristianía, Oslo).

Resumen de Casa de Muñecas

Casa de muñeca es la primera obra que trata el tema de la independencia de la mujer. Su publicación produjo una gran polémica.

El ambiente de esta obra de teatro es clásico: una familia feliz con tres hijos que triunfa socialmente (por el ascenso del marido en su puesto de trabajo en un banco); sin embargo, la protagonista tiene un secreto: ha falsificado la firma de su padre para pedir un préstamo. Con ese dinero pagó un viaje de un año a Italia con su marido para que éste se curase de una enfermedad.

La llegada de una amiga de la infancia, Cristina, hace que Nora la confíe su secreto y éste se descubra. Su marido, Helmer, al saberlo decide quitarla la educación de sus hijos, pero no el divorcio por la apariencia exterior.

Nora había sido educada para ser la muñeca primero de su padre y después de su marido. Siempre había llevado una venda en los ojos, pero la llegada Cristina, hace que esta venda se caiga y ella por primera vez en su vida tenga personalidad propia, y comience a ser alguien, diciendo a su marido que se marcha cuando el estaba dispuesto a olvidar el delito de su mujer simplemente porque ya no había pruebas públicas que la pudiesen acusar, pues Krostag decide que no la va a denunciar

Principales obras dramáticas

*Catilina (1848-1850)
*La tumba del guerrero (1851)
*La noche de San Juan (1852)
*La señora Inger de Ostraat (1855)
*La fiesta de Solhaug (1856)
*Olaf Liliekrans (1857)
*Los guerreros de Helgeland (1858)
*La comedia del amor (1862)
*Los pretendientes de la corona (1863)
*Brand (1865)
*Peer Gynt (1867; como poema dramático)
*La unión de los jóvenes (1869)
*Emperador y Galileo (1873)
*Brand (1879)
*Peer Gynt (1876; versión teatral)
*Las columnas de la sociedad (1877)
*Casa de muñecas (1879)
*Espectros (1881)
*Un enemigo del pueblo (1882)
*El pato silvestre (1884)
*La casa de Rosmer (1886)
*La dama del mar (1888)
*Hedda Gabler (1890)
*El maestro constructor (1892)
*El niño Eyolf (1894)
*Juan Gabriel Borkman (1896)
*Al despertar de nuestra muerte(1899)

Para La Coleccionista de Espejos:
recopilación hecha por Msc. Franklyn Perry P

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