domingo, 17 de abril de 2011

Raquel Villarreal

Imagen hecha poesía


Todos mis conocidos saben que de esta mujer,
he estado enamorado gran parte de mi vida.

Amo su pintura y amo más todavía
su forma de hacer arte.

Ella no sabe que
existo por eso me es fácil
ver las cosas como
son y no dejarme llevar por
nada más que por mi visión…

Debo aclarar que por timido, llegué tarde a su vida y después de que me enteré de que hizo vida con quién consideraba mi rival, hice lo propio a otra Raquel que terminé queriendo, y como no enviudé no la he ido a buscar...

Sin embargo este ensayo tiene más sentido para pedir cacao, que por otra cosa.

Como en un cuento de hadas, todo esto empieza hace unos días cuando mi mujer me trajo este libro porque sabe que esa otra en nuestras vidas es importante, y establece, siempre que puede, un reto para que yo redefina mis posiciones de vida, porque sabe cuál es mi pie chueco y cómo sacar ventaja... Al volver de un viaje fuera de la ciudad lo encontré en la puerta, puesto como un secreto a voces con la siguiente nota en uno de sus papelitos de diseño: "Supe de la presentación de este libro por ClubdeLibros, pero no fui porque sabes que siempre me he sentido celosa de ella. Sé que vos de haber estado en el país habrías ido y por eso te compré el libro: para hacer las pases con mi rival, a la que nunca voy a llegar a entender como entiendo su pintura, básicamente porque ella siempre tiene tu atención de muchas formas distintas a la que me das..."

Carajo. Solito me metí en el más imposible de los enredos. A ver como arreglo la torta; porque no crean que no sé que no me van servido de mucho invitaciones al cine, flores, chocolates, y demás para decir que solo es una forma de expresarse del pasado. Cayendo en lo cursi, dijo Anne, porque esa si es peor que Del a la hora de decir verdades, espero no hacerla peor, pero ahí voy:

La poesía (del griego ποίησις 'creación' ποιέω 'crear'), es un género literario encuadrable en un arte que no necesariamente está hecha de amor o por los poetas, como lo podría entender cualquiera. Tiene sus fuentes y enriquecimientos que no se dicen con tres palabras sino con algo que va mucho más allá que decir te quiero; se plasma a sí misma sobre un plano que se desarrolla, o más bien despliega sensaciones que van de lo visual a lo emocional que no necesariamente son lo mismo… lo que no es común es que tenga una visión onírica, es decir del sueño al trazo que la convierta a una misma vez en palabra e imagen, conllevando con ello de paso, al arte pictorico desde cualquier punto de vista

Con esas palabras, que se las consulté a Calebth porque él es profesional en análisis literario y yo no paso, por más que lo intente, de ser un buen lector semántico de los textos que caen en mis manos, quiero decir que la belleza de este segundo libro de Raquel Villarreal, radica precisamente en la calidad pictográfica de su visión de mundo, el cual siempre me ha sido llamativo porque describe con poco, la expresión del sentimiento sin nada más que una huella trabada sobre fondos de colores que casi nunca en imprecisa pero si muy ligada a lo que más se quiere como un todo: expresarse

Por esas causalidades de la vida, Raquel, mi mujer, que también es artista plástica me ha dicho siempre que vamos a exposiciones en las que no entiendo ni media la misNegritaa, que existe un link entre una cosa y otra, y que no es lo mismo aplicar un determinado color sobre solo por hacerlo, porque la inmisibilidad de uno dentro de otro además de importante depende además de su solvencia del recurso por lo que lo hacemos, y el resultado final es la interpretación, de nuestro de ánimo. Lo mismo se aplica ahora con respecto a este tipo de texto: Poéticamente hablando, hablamos de pictogramas. Algo que es más cercano a la arqueología lo cual tiene mucha relación con la historia de vida de civilizaciones antiguas, y del antiguo arte de la pintura que ella trae desde siempre...

Yo, siempre he visto algo de eso, aunque no supiese explicarlo hasta hace poco, en la obra de (Raquel Villarreal, como ella lo escribe) y me he sentido identificado con sus estados de animo, de ahí mi amor por lo que hace: trazos y figuras, pupilas engrandecidas que no son otra cosa que expresiones de alegría y tristeza presentes en la bipolaridad de las estaciones de la vida que, ansiosa del carmín rosado de la sobrevivencia impregna sobre bastidores elementos que nos son necesarios para vivir pese a que estamos siendo tragados por las estaciones de la tragedia personal que no tiene, necesariamente, que ser vista por todos igual, simplemente como una referencia, lo contrario, en mi opinión, sería el sentido de estar varado en el mar de la desdicha sin siquiera tener la decisión de no ser parte de la soledad que nos inunda, sino ser un punto más en el recorrido de la vida que se sobrevive en blanco y negro, como la portada y que no se mueve, como el recuerdo...

Del, porque tampoco quiero que me caiga Calebth por decirle del otro modo, probablemente no diría lo contrario, por eso arriesgo el riesgo de decir que un poeta casi nunca es casual, tiene su tiempo y su elaboración pues bíblicamente su desarrollo solo tiene que ver con aquello que retiene su naturaleza y talento, solo que aquí el siervo no esconde su virtud sino que lo preserva a través de la mirada, flotando en alto, como un globo

Mientras frente a mí, mi Raquel inicia un trazo que probablemente terminará colgado en la sala pequeña junto a los demás, pienso en la profundidad de su gesto: ella sabe que para un artista el mundo cabe en la punta de un lápiz o en la despreocupación del pincel; pero no entiende lo que hay más allá de la gráfica poética de otra artista porque es la misma puerta que ella suele dibujar, y es mi atención la que busca. Del otro lado de la mesa, yo la veo trazar letras y pienso en cómo será escuchar el devenir del pincel de la otra Raquel sobre la memoria de la niña que recuerda a la abuela como la esbastica en el fondo del armario que abre cada vez que se acerca a la edad en que dejó de verla. Tal vez pienso así porque está siempre va en mi pensamiento, pues vivimos en las mismas circunstancias de vida y condición por eso me gusta más su pintura que su poesía, aunque he de confesar que este diseño tipográfico me es llamativo; es la clase de cosas que uno aprende viviendo con dos pintoras en el físico y el presente....

La espalda del umbral: la espalda, atrás, el umbral al frente, una mezcla de masculino-femenino girando siempre en direcciones distintas en busca de lo mismo aunque ambas estan siempre ocultas o las vemos, ponemos atención en ellas muy pocas veces porque son mundos dentro de otro mundo en el que vivimos apenas poniendo atención a esos detalles y atravesarlos es siempre un viaje a los recuerdos en busca de algo más que casi siempre recordamos después de que hemos cerrado la puerta... DMcD... Una penumbra y un umbral nunca son iguales a otros, por más que se den en el mismo espacio del año. Otras, son recursos de salida y protección frente al mundo, que no necesariamente representan la muerte o su llamado, sino una visión particular de libertad, de caminar en medio de valle de sombras siempre sabiendo de donde parte la luz… C.A.F... son la clase de cosas que ven una poeta como Del, que de fijo es muy objetiva en su visión literaria del mundo que la rodea, y no se deja convencer tan fácilmente en materia poética, o un fantasma como Cal, que es capaz de desmenuzar la pelambre que sea con tal de que uno pueda expresar lo que lee y explica una sola vez y es porque el análisis es parte de la escritura poética, o cualquier forma de expresion literaria, como lo son las pinturas en este texto...

El libro no es una excelsa majestad, como podría imaginar cualquiera que haya leído mis primeras palabras; porque una cosa es la artista, otra la mujer, y otra inmensamente distinta es la poeta. Es simplemente un recurso pictórico de menor formato bien logrado en el silogismo de la palabra al arte que cumple de forma sencilla con los ciertos logros poéticos, sin mayor pretensión: ritmo, intención, sinécdoque, tropos, monologo interior, diario de vida, metáforas voladas, ideas concretas, trazos y frecuencia anabolicamente rítmicas, parecido a los trazos que hace Raquel, la mía sobre sus bastidores engolados de perfumes pictóricos hasta lograr un efecto que nos cautiva. Sin embargo, un poema pequeño demuestra una capacidad receptiva capaz de dar vida a la poética, del mismo modo que un trazo conforma una ubre

Acentos

Los versos con el acento
van a lugares comunes.
Ideología.
Caverna.
La otra niñez de mi abuela.

Sin ser hiqs, nos habla de una historia familiar pernoctando dentro de la imagen poética una sencillez única, que además de eficiente permite permear secuencias de vida y plenitud, sin recursos manidos para decir que está contenta con la vida y agradece sus itinerarios:

A Efraín...

De ombligo a ombligo
va el hilo y la aguja
lo conduce.
Atrás.
Adelante.
Aquí.
Collar de hijas con hijos.
Primas en hilo de madres.
Perlitas hechas de abuela.
¡Y el nieto que me atraviesa!

Al final de esto, me doy cuenta que las dos Raquel y yo, compartimos ese nombre, una porque es el nieto, y nosotros el nombre de nuestro hijo menor; que finalmente cierra un ciclo de vida y ceremonia, como cuando cerramos la puerta y dejamos atrás la espalda del Umbral, para ir cada quién a casa, a seguir con lo nuestro

Mi mujer, sabe a qué me refiero cuando digo que he aprendido a leer aquí la tipografía es otro juego lúdico que me ayuda a entender el proceso y es porque es muy su forma de hacerme detener en el camino para que le compre un bastidor nuevo, y los elementos básicos de sus clases usando la técnica que mejor conoce el enfrentamiento con mis realidades; vaya forma de hacerme sufrir…

Para La Coleccionista de Espejos Manuel L… : (Ni a palos pongo lo demás porque yo sé que Del, la cara visible de La Co., será tan preciosa como siempre de echarse una sonrisita, uhmmm noooo, lo que va hacer es una miradas de esas que tiene ella cuando descubre un secreto: al lado y al punto de inicio para después guardar silencio si le preguntan, y lo harán. Con el resto no tengo problemas, ya saben quién soy, y entre fantasmas criticones no nos jalamos la sábana...)

Tres Espejos de bronce y marco de laurel, bien pulidito por si aca….

Nota 1: Gracias Cal por la mano de apoyo interétnico y por las clases de teoría literaria.

Nota 2: Gracias Del, por explicarme las partes oscuras de lo que Cal decía en español oscuro para mi, y por no enojarte porque hice este comentario sin consultar al resto del staff y no te lo mandé hasta después de subido

Nota3: Como este ensayo no pretendía ser una critica literaria sino una forma de buscar soluciones a un problema personal, no le voy a poner biografía, básicamente para no arriesgar los logros, si los hay, pero sobre todo porque mi paciencia con este sistema tiene un límite: ¡gracias a Dios, tocaba cuidar a uno de los nietos y esos carajillos si que vienen bien equipados pa entender estas maquinas!

1 comentario:

la coleccionista dijo...

Lo que faltaba ahora Del de garganta profunda, y lo mejor es que esa si sabe cumplir su papel... gaby P

Lo que trajo la marea...

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