viernes, 22 de enero de 2010

El Hijo del Cometa



Antonio Yglesias
Para no influir decisiones ajenas, dejé los libros que retomo a partir de hoy para después, de los anuncios de los Premios Nacionales, porque según algunos este libro, era el mejor candidato para ganar Premio Nacional, rama novela. Les soy sincera, ni rastro de la grandeza de la que otros lectores vieron y del que hablan. Para mi Pablo Coelho, con todo y ser uno de los máximos exponentes de la literatura patrón, lo hubiese hecho un mejor trabajo, y ese si que nun ca va entrar a mi biblioteca.

Creo mi diferencia de opiniones se debe a que existe en literatura un anatema, inventiva, que nadie estudia: la psicología forense del texto, así como lo leen; a partir del cual puede uno saber, casi con un 99 porciento de exactitud el A(demás)D(e)N(esario), la forma, los recursos de un escritor y un buen texto, y delata los esqueletos en el armario, que como su nombre indica son el armado de la estrategia de trabajo de los textos creados para ser agradables a cualquier lector. En lo particular, casi he llegado a tener un PHD, en este tipo de juegos, y la ciencia forense de un texto, es lo mío.
Bellamente editado por NORMA internacional dentro de la colección LA OTRA ORILLA, esta obra no pasa de ser un texto escrito para las masas que toman asiento frente al televisor para ver la telenovela de moda; esa en que Diego Fabián lo que sea reniega de su suerte de ser quien es, porque Ángela Patricia what ever, hija de la ultima bombeta de turno, no sabe del amor que late en el tierno corazoncito del peón que la mira con ojos de borrega tierna, siempre que pasa por el camino solitario de siempre. Bueno la trama no es esa, pero es parecida en lo cursi; y barata, para encima ser escrita con lo que los gringos llaman Sooppy Stories, panfletos hechas para entretener masas mediante una idea novedosa ya vivida que el cine, a partir de grandes eventos nacionales, que sé, Malcom X, Gettisburg, Historia Americana, las que se me ocurren ahora, muestran una nueva visión de eventos históricos que dejaron una huella en sí mismas, en este caso lo hace con una parte de la historia patria costarricense y el encuentro de El Cometa Halley, que como el cuerpo humano se dividen en:

1.- La cabeza: El Cometa Halley, (uno de los cuerpos menores que forman el Sistema Solar, a veces modelados como sucios cubos de hielo) que en 1910 marca el reino de lo eterno e inmutable del misterio de la Costa Rica de entonces, bajo cuya cauda nace Juan Avilés, el protagonista principal. Recordemos que toda cabeza está unida al resto del cuerpo por El Cuello, que en los humanos primitivos era el notocordio que coordinaba todas las funciones nerviosas, y en los actuales el motro de todo pensamiento, que aquí debe ser visto como el hilo conductor de la trama, que por cierto no existe, pobremente despeñada si tomamos en cuenta que no sigue a pies juntillas la idea principal, El Cometa, ni desarrolla estrategias, tan solo catorce buenas ideas sin logro material

2.- El Tronco, es la base a la que se unen el emi-torax derecho con el izquierdo, está formado por formado por el emi-torax izquierdo y derecho, pecho y espalda; del que penden las extremidades superiores, en la parte alta y las inferiores en la parte baja. Entre pecho y espalda existen sentimientos confusos de idoneidad socio-política, un pobre concepto en el uso y conocimiento del conocimiento popular de la masa desde de fuera, sin conocimiento de quiénes son ni qué son capaces de lograr, y una extensa variedad de paralelismos entre clase trabajadora y liberal, o entre la liberal y la demócrata, riñendo constantemente con la fundación del partido comunista, donde, imagino que es el padre de uno de los ideólogos más importantes de ese grupo, pues no mayores alusiones, es un títere manipulador de intereses sociales indeterminados, al servicio de intereses derroquistas mal logrados. En la parte baja del tronco, donde están las vísceras más importantes esta la revelación: la coyuntura política del futuro gobierno de Alfredo González Flores, Liberal como ya sabemos, contra el de Cleto González Víquez, liderado por un personaje sin señales, solo identificado como El Licenciado (¿?), que hace y deshace a gusto, denota que no sabe que en 1910, el presidente constitucionalmente electo era Ricardo Jiménez Oreamuno, en su primer gobierno, quién sería después sustituido por Cleto González en un segundo round, al que Jiménez Oreamuno daría paso al de Alfredo Gonzales Flores…

3.- Extremidades Superiores: En este caso reumáticas, degeneradas al punto de apenas sujetar de mala manera algunas historias internas difusas, cuyos planos de realización son esmerilados con brocha gorda para que sepamos que se desarrollan en una Cartago más que rural y pedestre, a la que de alguna extraña llegan los comentarios, no predicciones de Pedro Nolasco, uno de los videntes más prominentes de aquel tiempo que, fueron siempre impresas a tres columnas en los periódicos de la época como burla, porque nunca dio una hasta el terremoto de 1910, y las de Juan Rudin, teólogo científico de fuerte trayectoria social que siempre se opuso a ese tipo de cosas, por un lado, enlazados con el miedo perturbador de las ideas laboristas de un carpintero, cuya esposa espera su primer hijo, (Cualquier alusión con los casos bíblicos es pura casualidad) y que tiene en el ósculo de su corazón, aún antes del nacimiento, que su vástago, nacido bajo el aliento del cometa a los siete meses de gestación bien puede ser un loco o, un maldito... eso en el emi-torax derecho, que es el lado del bien, como ya sabemos. En la siniestra, tenemos un niño que nace con los ojos abiertos tal como ventanas en la tarde ven luces, y señales en el mundo a su alrededor que asustan a quienes miran, quien después de la muerte de la madre, ocurrida por la embestida de un toro-terremoto que le cae encima con todo y hospital, y no es nada más que el susto que vive en el corazón del esposo, vive cinco años con una madrina que lo cuida hasta entonces hasta que el padre vuelve a buscarlo para llevarlo a San José, so excusa de mejores oportunidades, que vive esperando el regreso del amor hondureño ido, mientras es acechada sexualmente por un bruto campesino, maestro como la madrina. ¡Ups! Rompimiento en el hilo conductor, porque a partir las imprecisiones se igualan al terremoto del que habla al principio, cuando en realidad lo realmente importante es la vida de José Asunción Avilés y como descubre su poder visionario que lo lleva a recorrer el mundo, dando charlas y muestras, supongo que no gratis, del don que le dejo el cometa

b.- Extremidades Inferiores: Y Jesus dijo, levante y anda, y este anduvo por camino de piedras, y sin zapatos… la pregunta que queda por hacerse aquí es, ¿Por qué teniendo el titulo que tiene, no explotó más la gran riqueza de material que podían sacarse a partir de los eventos ocurridos en 1910, en Cartago, en lugar de usar un escaso plasma sanguíneo para fundamentar una obra en que el conocimiento de que los cometas eran siempre los emisarios de malas nuevas debido a su aparente imprevisibilidad un mal presagio, idea que de alguna manera se ha transmitido durante los siglos; ni que esa visita desató fiestas de despedida y suicidios cuando se supo que la Tierra pasaría por la cola del cometa, que se sabía que contenía gases venenosos; producir alteraciones geológicas y, a veces, influyendo en el desarrollo de la biosfera, produciendo el fin del mundo, la especie humana, etc., etc., en momentos en que el peor vidente del muncho, lo dicen los de entonces, hizo un pronóstico tan acertado? ¿Dónde está la historia subyacente de esas 370 páginas?

El cometa Halley es quizá el más famoso entre la clase de los periódicos, aunque no el más brillante. Nos ha visitado con regularidad cada 76 años, trece veces en el siglo anterior, (y hay hasta registros de su avistamiento que llegan tan atrás como el año 240 antes de Cristo, y con el nacimiento de Cristo, y es tan conocido que Tapiz de Bayeux, obra conmerativa de la conquista normanda de Inglaterra en 1066.) cuya fama proviene del hecho que fue el primer cometa cuyo paso pudo ser predicho por el Edmund Halley, gracias a la teoría de la gravitación desarrollada por Isaac Newton. Dado que los cometas pueden ofrecen sorpresa, drama y destrucción, son un protagonista ideal para las historias cinematográficas, y un guionista experto como este, desde el desarrollo de las primeras películas, The Comet, 1910, La Fin du Monde, 1931, The Night of teh Comet, 1984, Meteor, 1979, Lifeforce, 1985, entre muchas otras que tocan este tema desarrolló imágenes de impacto, eso es lo bueno, pero es extrañar que dada que la intensidad de las imágenes decae rápidamente cuando nos acercamos al final, el desarrollo de los conflictos internos son absolutamente ineficientes. Pero hay un cuestión mucho más sutil en toda la secuencia que hace su realidad cuestionable: el fragmentarismo, ahí está el fallo por el que yo no seguiría una lectura después de las 100 primeras páginas, y me aburrí como estar atrapada en el Océano, Indico, Antártico, Pacifico, Atlántico, El Mar Muerto, de los Sargazos, hasta dentro del Reventazón con tan solo un ramo de perejil pa’ navegar o espantar las moscas. La intuición diría que es posible ajustar las velocidades entre la acción de los personajes y el problema fundamental con el cometa Halley realiza, y que es lo que llamamos Speedback, una órbita retrograda con respecto al texto, es decir, que su movimiento es opuesto al sentido lógico de lo que podríamos esperar: El libro empieza con el asesinato de Jose Asuncion, a manos del amor, y más adelante desprende ideas inconexas, repitiendo cada vez, en distinto orden la aparición de personajes difusos, con escasa imaginación para adaptarse a los eventos, una narración sobre articulada, líneas cruzadas de ideas repetitivas, cuyo focus línea es tan intermitente como las ideas yendo de un lugar a otro sin saberse si estamos frente a un closeup de ideas o, a una sobreexposición de indicios contados y escuchados de cualquier manera y así escritos, es lo de menos en este material, que muestra en la lejanía de la cola, que el libro retomará el principio de la historia para cerrar el paso del cometa. Eso significa que está lo suficientemente cerca como para sublimar las ideas de un escritor novato, con la estrategia de escribir un libro que privilegia la erudición en lugar del conocimiento pleno sobre explicativo, oscuro en los fondos políticos y sociales, aislante en la eficacia del uso de la información que, como siempre que se refiera uno a esos temas, trata de hacer mofa con respecto al alcance de las predicciones en quienes leen el futuro de los demás pero no el propio, pese a la ventaja añadida: todo cometa se mueve relativamente lento, y solo en el interior del Sistema Solar, en este caso, el exceso de articulación, el uso de los artículos innecesarios, que es cuando su velocidad aumenta.

Según la tradición, trae siete años de mala suerte mirar dentro de un espejo roto.

Yo espero el próximo cometa que pase...



L. C. E

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