SEMBLANZA DE ANITA HERZFELD
ANITA
HERZFELD: Nace en
Buenos Aires, en enero de 1932; su padre fue Walter Herzfeld, y su madre, Emmy
Fishbein. Emigran a Argentina de Hamburgo y Dortmund, Alemania, 10 años después
de la Primera Guerra Mundial. A ese respecto, debo mencionar que Anita tuvo
sentimientos encontrados al ser prácticamente la única sobreviviente del
holocausto en su familia por ambos lados, hasta el punto de tener que someterse
a tratamientos psicológicos.
Pasó su niñez
en la Pampa argentina (Santa Rosa). Allí cursó su educación básica y estudió en
la Escuela Normal, en donde se gradúa como maestra. Luego partió a Buenos Aires
donde estudia química, física y matemáticas y obtiene un bachillerato en
ciencias. Parte luego hacia Gales, lugar en donde estudió inglés en el
Technical College en Cardiff. Posteriormente, aprobó el Cambridge University
Certificate Examination.
Finalmente,
retorna a Buenos Aires, donde trabaja como profesora de inglés en varios
colegios académicos y como tutora privada.
A inicios de
la década de 1960, gana una beca Fulbright para estudiar en los Estados Unidos
y viaja a Kansas para especializarse en literatura norteamericana. Ya tenía
alguna experiencia en el campo, pero en el proceso, descubrió y se enamoró de
la lingüística, por la cual desarrolla una pasión inusitada. Es así como obtuvo
una maestría en ingles con énfasis en lingüística.
Debido a esas
extrañas cosas de la vida, Anita, visitando un coterráneo enfermo en un centro
médico en Kansas, coincide con el profesor George Wagganer, en ese momento, Decano
del College
of Liberal Arts and Science. El la contrató como traductóloga del Seminar on
Higher Education of the Americas, y luego como Associate Director de
los mismos.
Estos
encuentros eran auspiciados por el Departamento de Estado como parte del
programa del presidente John Fitzgerald Kennedy, Alianza para el Progreso, con
el fin de contrarrestar los efectos de la Revolución Cubana de 1959.
De vuelta en
la Argentina, se encarga del Departamento de Lenguas Modernas de la Universidad
de Buenos Aires, en momentos en que corrían los años de extrema turbulencia política
en la Argentina. Los estudiantes protestaban continuamente, mientras que los
militares los reprimían y colmaban el campus universitario de gases lacrimógenos.
Anita, bajo
la tutela de Waggoner, se traslada a Costa Rica, en donde dirige el grupo de
estudiantes de la Universidad de Kansas en el extranjero, de 1968 hasta 1976.
Fue profesora de lingüística en la Universidad de Costa Rica. Por cierto, ella lo
recordaba como una de las experiencias más agradables de su vida profesional.
Anita trajo a sus padres a Costa Rica y tanto los estudiantes ticos como los
profesores colegas, recibieron a los Herzfeld con respeto y gran afecto. Sería eterna
esta semblanza de Anita, si relatara todas las bondades y los reconocimientos
de esta increíble profesional.
Anita fue una
dama de tres mundos, a saber: hija de la Pampa argentina, hija del Valle
Central y de la Costa caribeña de Costa Rica y una hija singular de Laurence, y
la Universidad de Kansas de los Estados Unidos.
Mi encuentro
con ella se produjo a inicios de la década de los años 1970. En ese entonces,
dirigía el grupo de muchachos que hacían una especie de pasantía en la UCR. Mi
profesora, Jessie Montejo de Orlich me preguntó si me gustaría ser informante
para una señora que estaba escribiendo una tesis sobre el inglés limonense. Le
respondí afirmativamente, porque ya había servido como informante para Fernando
Wright. No le di más importancia al asunto, hasta que un día fui a visitar a
Eulalia Bernard. Estando allí, llegó Anita. Fuimos presentados y en ese
instante, inició una de las relaciones amistosas más gratificantes que jamás he
tenido. Se trata de una amistad que empezó en los años setenta y que sigue vigente
aun hoy 9 de junio del 2022. Nuestras reuniones siempre giraron en torno al
afecto y lo intelectual (la lingüística, desde luego). Como referencia, les
puedo asegurar que la colección privada de Anita, así como la Biblioteca de la
Universidad de Kansas constituyen los mayores reservorios de libros
costarricenses en el extranjero.
Durante su
extensa labor de investigación, efectuamos varios viajes juntos a Bocas del
Toro, República de Panamá, con el fin de analizar las diferencias y las
semejanzas existentes entre el inglés limonense y el inglés panameño. A inicios
del gobierno de Barack Obama tuve la ocasión de viajar desde Nueva York en tren
hasta Laurence, Kansas, invitado por Anita a su clase de lingüística para
contar cuentos del Hermano Anancy en inglés limonense. Al regreso de ese viaje,
escribí un poema dedicado a Anita, intitulado Random Impression from the
train. Anita fue autora de libros y artículos sobre el inglés de Limón
e igualmente dictó varias conferencias sobre el tema. Tuve el placer de tenerla
como profesora invitada en varias de mis clases y entre sus muchas publicaciones,
escribimos juntos “Limonese Creole Proverbs and Sayings”, artículo que apareció
en la Revista de Filología, Lingüística y Literatura en su edición del primer
semestre de 1996. Por supuesto que, a raíz de su partida, en diciembre del año
pasado, quedaron varias conversaciones inconclusas.
Anita hizo
varios otros amigos en Costa Rica, entre los cuales podemos citar a Fernando
Wright, Ronald Ross, Jeanina Umaña, María Eugenia Bozzoli, Jack Wilson, Jessie
Montejo y Emilia Marín.
Concluyo esta
breve presentación de mi amiga y tutora, Anita Herzfeld, citando el proverbio
que expresa mis sentimientos hacia ella y el cual reza: Amistad fuerte
llega más allá de la muerte…
Para La Coleccionista de
Espejos: Franklyn Perry
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