Del mismo parecer que la sociedad costarricense desconoce que las mayores cultoras de etnia afro-nativa de cualquier país, es la mujer y que su legado no se limita a saberes culinarios, también desconoce que su principal legado es el muy cercano vínculo con la palabra divina y su filosofía, tradición, costumbre de creer en lo divino y sus sacramentos, que deriva de las mujeres etíopes y/o africanas que poblaron granjas de esclavizaje, a lo largo y ancho de América Latina.
Sin embargo, la religión no debe verse como un
trámite de vida que se ejecuta sin reflexión, conocimiento, una mera costumbre
de sobrevivencia que nos permite visualizar, mas no entender que existe un
poder más allá de lo entendido por el ser humano.
La tradición del
apostolado de la religión, igual que en la católica, designa en el hombre el
poder de la comunicación, y en la mujer, sobre todo la AFRO, el de servicio. Dentro
de esa tradición, y desde hace un tiempo considerable la Dra. Maud Curling
Rodríguez, afro-costarricense, hija del padre de la nacionalidad jurídica afro-costarricense,
ha desarrollado pese a que podría pensarse lo contrario, ello por el efecto del
mestizaje, de la miseginación y el sincretismo religioso presentes en nuestra
cultura, sobre tomando en cuenta el poder dentro de esta combinación que segundo
apellido, el materno, ejerce dentro de la cosmología de la autora, aspecto y
tema del que hablaremos en algún momento, más adelante.
Con ustedes:
JESÚS,
EL BUEN PASTOR
Colaboración de la autora, Dra. Maud Curling R.
Introducción:
“En
el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios y el
Verbo era Dios.” (Jn. 1:1)
Estas son las palabras con las que el apóstol Juan inicia su
evangelio. Cristo, existente desde el principio de la
Creación, es Dios.
Cristo, Dios
encarnado, es el fundamento de nuestra fe por lo que el apóstol continúa
afirmando:
“El Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros.”
(Jn.1:14)
Cristo, el
Mesías, el Redentor prometido inmediatamente después del pecado de Adán en el
paraíso, es la piedra angular sobre la cual descansa el plan de Dios para la
salvación de la humanidad caída.
¿Cómo se
presentó Jesús en los Evangelios? ¿Cuáles fueron las
proclamaciones de su deidad? Él afirmó ser:
El camino:
“Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie viene al Padre sino por mí.”(Jn. 14:6).
La resurrección:
“Yo soy la
resurrección y la vida; el que en mí cree, aunque esté muerto vivirá.”(Jn.
11:25)
Énfasis: La fe en Cristo nos hace pasar de muerte a vida.
La puerta (del redil):
“Yo soy la puerta, el
que por mí entrare, será salvo; y entrará y saldrá, y hallará pastos.”(Jn.
10:9)
Énfasis: Cristo no solamente es nuestra salvación sino provee para nosotros el alimento adecuado.
La vid:
“Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí
y yo en él, éste llevará mucho fruto; porque separados de mí nada podéis
hacer.”(Jn.15:5)
Énfasis: Separados de
Cristo no podemos dar buenos y abundantes frutos.
El pan:
“Yo soy el
pan de vida. (Jn.6: 48)
“. .. el pan que
desciende del cielo, para que el que de él come, no muera”( Jn. 6:49)
Énfasis: Cristo
es el alimento espiritual que nos mantiene con vida.
La luz:
“Yo soy la
luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz
de la vida.” (Jn. 8:12)
Énfasis: Estando en Cristo nuestra vida es siempre luminosa y
las tinieblas no nos alcanzan. Quien tiene la luz de Cristo adentro
no andará nunca en oscuridad.
El agua para
vida eterna:
“…el que
bebiere del agua que yo le daré (ésta) será en él una fuente de agua
que salte para vida eterna.” (Jn.4:14)
Énfasis: El agua es indispensable para la vida y Cristo, el agua de vida, sacia nuestra sed espiritual.
TEMA: JESÚS, EL BUEN PASTOR, VINO PARA QUE TENGAMOS VIDA Y PARA QUE LA TENGAMOS EN ABUNDANCIA ( Jn.10:10)
La figura del pastor
y de las ovejas ofrece excelentes enseñanzas de las que vamos a
ocuparnos hoy.
El oficio de pastor se practica desde tiempos
antiquísimos. En el Antiguo Testamento Abel fue pastor de ovejas
(Gn. 4:2), lo mismo que Jacob (Gn. 30:31), Moisés (Ex. 3:1) y
David (1 Sm. 16: 11), para dar algunos ejemplos.
El trabajo del pastor era de todo el día, hasta la
noche, cuando traía sus ovejas de nuevo a lugar seguro - el
redil- fuera del peligro de las fieras salvajes.
En el Nuevo Testamento fueron precisamente los pastores que velaban y guardaban las vigilias de la noche sobre su rebaño quienes recibieron el mensaje angelical del nacimiento del Salvador. (Lucas 2:8-15).
¿Cuáles son las
características - acciones y actitudes- de Jesús, el buen pastor?
Jesús conoce a sus ovejas y las llama por su nombre. Hay un conocimiento, individual, personal. Cada oveja tiene su nombre único. (Jn. 10:14)
Jesús va delante de sus ovejas buscando el mejor camino para que ellas lo sigan. (Jn.4:1-10)
Jesús saca las ovejas del redil y las vuelve a traer por la noche, contándolas de una en una.
Jesús lleva a las ovejas a verdes pastos y manantiales de agua fresca. (Salmo 23:2)
Jesús deja el redil para buscar a una sola oveja que se haya perdido. Una única oveja es de gran valor para él. (Mateo 16:12-14).
Jesús infunde confianza en sus ovejas porque las defiende de cualquier peligro.
Jesús ha venido para que las ovejas tengan vida, y la tengan en abundancia. (Jn.10:10)
Jesús es el buen pastor, el pastor perfecto, que da su vida por las ovejas. (Jn.10:11)
Jesús, el buen pastor no permite que nadie arrebate sus ovejas de su mano. (Jn. 10:28)
Jesús, como buen pastor, es el líder. Su autoridad no se discute porque está fundada en la entrega y el amor.
I. ¿Cuáles son las
características de las ovejas que han aceptado a Jesús como su buen pastor?
Las ovejas le siguen porque conocen su voz. Hay conocimiento mutuo del pastor y las ovejas. (Jn. 10:4)
Hay amor recíproco entre el pastor y las ovejas.
Las ovejas tienen confianza de que hallarán verdes y delicados pastos, así como aguas de reposo. Su subsistencia está garantizada.
Las ovejas tienen vida y la tienen en abundancia. (Jn. 10:10)
Las ovejas tienen la
certeza de su salvación y vida eterna. Saben que nadie las arrebatará de la
mano de su pastor. (Jn. 10:28).
“Mis ovejas oyen
mi voz, y yo las conozco y me siguen,
Y les doy vida
eterna; y no perecerán jamás, porque nadie las arrebatará de mi mano,
Mi Padre que me las dio es mayor que todos, y nadie las puede
arrebatar de la mano de mi Padre.” (Juan 10:27-28)
Las ovejas
pueden vivir libres de temor por el aliento que les infunde su pastor.
“Aunque ande
en valle de sombra de muerte,
Tu vara y tu cayado me infundirán aliento. (Salmo 23:4)
II.
¿Cuál es su condición
hoy? ¿Es usted una oveja del rebaño de Jesús, el buen pastor? ¿Tiene
usted la vida abundante que él prometió? Analícese de acuerdo con
las características de la persona que tiene a Jesús como
su pastor.
La persona que
tiene a Jesús como su buen pastor tiene temor de Dios
“El principio de la sabiduría es el temor de Jehová Prov. 1:7
Temor significa admiración adoración, reverencia, deseo de agradarle.
La persona que tiene a Jesús como su buen pastor está
llena de fortaleza frente a las pruebas y dificultades que
se le presenten.
En períodos de adversidad puede hacer suyas las palabras del profeta Habacuc cuando afirma:
Aunque la higuera no florezca,
Ni en las vides haya
frutos,
Aunque falte el
producto del olivo,
Y los labrados no den
mantenimiento.
Y las ovejas sean quitadas de la majada;
Y no haya vacas en
los corrales;
Con todo yo me
alegraré en Jehová,
Y me gozaré
en el Dios de mi salvación.
Jehová el Señor
es mi fortaleza.
El cual hace mis pies
como ciervas,
Y en mis alturas me
hace andar.
Puede proclamar como
el salmista:
“En Dios nos
gloriaremos todo el tiempo,
Y para siempre
alabaremos su nombre. (Salmo 43:8).
Bendice,
alma mía, Jehová.
Y bendiga todo mi ser
su santo nombre.
Bendice alma mía a Jehová
Y no olvides ninguno de sus beneficios.(Salmo 103:1,2)
Bendeciré a Jehová en todo tiempo, Su alabanza estará de
continuo en mi boca. (Salmo 34:1-2)
La persona que
tiene a Jesús como su buen pastor está libre de miedo, de
temor
“Dios es nuestro
amparo y fortaleza.
Nuestro pronto
auxilio en las tribulaciones.
Por tanto no
temeremos aunque la tierra sea removida,
Y se traspasen los
montes al corazón del mar;
Aunque
bramen y se turben sus aguas,
Y tiemblen los montes
a causa de su braveza”. (Salmo 46:1-3).
La persona que tiene a Jesús como su buen pastor goza de
la paz que, sobrepasa todo entendimiento. Jesús dijo:
“Mi paz os dejo, mi paz os doy. No como el mundo la da, yo os la doy.”
En Isaías leemos.
Tú guardarás en completa paz a aquél cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado.
Confiad en Jehová
perpetuamente porque en él está la fortaleza de los siglos. (Isaías
26:3-4)
La persona que tiene a Jesús como su buen pastor está llena de gratitud y
lo expresa en todo tiempo.
Puede proclamar como
el salmista:
“En Dios nos
gloriaremos todo el tiempo,
Y para siempre
alabaremos su nombre. (Salmo 43:8).
Bendice,
alma mía, Jehová.
Y bendiga todo mi ser
su santo nombre.
Bendice alma mía a Jehová
Y no olvides ninguno de sus beneficios.(Salmo 103:1,2)
Bendeciré a Jehová en todo tiempo, Su alabanza estará de
continuo en mi boca. (Salmo 34:1-2)
La persona que
tiene a Jesús como su buen pastor está libre de miedo, de
temor
“Dios es nuestro
amparo y fortaleza.
Nuestro pronto
auxilio en las tribulaciones.
Por tanto no
temeremos aunque la tierra sea removida,
Y se traspasen los
montes al corazón del mar;
Aunque
bramen y se turben sus aguas,
Y tiemblen los montes
a causa de su braveza”. (Salmo 46:1-3).
La persona que tiene a Jesús como su buen pastor goza de
la paz que sobrepasa todo entendimiento. Jesús dijo:
Confiad en Jehová
perpetuamente porque en él está la fortaleza de los siglos. (Isaías
26:3-4)
La persona que tiene a Jesús como su buen pastor guarda sobre toda
cosa guardada su corazón, porque de él mana la vida. (Prov. 4:23)
La persona que
tiene a Jesús como su buen pastor está segura de su salvación (Jn:10: 27-.29)
La persona que
tiene a Jesús como su buen pastor anhela saber, hablar y hacer la
voluntad de Dios.
Con todo mi corazón
te he buscado;
No me dejes desviarme
de tus mandamientos.
En mi corazó0n he
guardado tus dichos para no pecar contra ti.
Bendito tú,
oh Jehová;
Enséñame tus
estatutos.
Con mis labios he
contado todos los juicios de tu boca,
Me he gozado en el
camino de tus testimonios.
Mas que de toda riqueza
En tus mandamientos
meditaré.
Consideraré tus
caminos.
Me regocijaré en tus
estatutos;
No me olvidaré de tus
palabras. (Salmo 119:10-16)
La persona que
tiene a Jesús como su buen pastor vive en la victoria de la fe.
“Todo aquél que cree
que Jesús es el Cristo, es nacido de Dios. (1Juan 5:1)
…Todo el que es
nacido de Dios vence al mundo, y esta es la victoria que ha vencido al mundo,
nuestra fe. ¿Quién es el que vence al mundo, sino el que cree que
Jesús es el Hijo de Dios? (1Juan 5:5)
CONCLUCIÓN
Si usted no
es ya una oveja del rebaño de ese maravilloso buen pastor
¿qué puede hacer?
Dar un SI
enfático al llamado de Jesús, el buen pastor, e iniciar hoy
mismo importantísimo proceso de crecimiento espiritual.
Para crecer
espiritualmente es indispensable vivir de acuerdo a prioridades en el
uso nuestro tiempo, de nuestros talentos y habilidades y de nuestras
posesiones materiales
El crecimiento
espiritual no se da automáticamente, sino que es un proceso que
requiere tiempo, disciplina, determinación, orden y perseverancia. El
crecimiento espiritual es una experiencia de toda la
vida. La obediencia es el punto de partida en el camino
de la madurez espiritual. Para crecer espiritualmente es indispensable.
La lectura, estudio y
meditación de la Palabra.
Lámpara es a mis pies
tu palabra y lumbrera a mi camino. Salmo 119:105)
El estudio de
la Palabra nos lleva a reflejar, irradiar, proyectar y
transmitir la verdad del Evangelio.
El estudio de la
Palabra nos lleva a la adoración y al culto
“Te exaltaré, mi Dios
mi rey y bendeciré tu nombre
Eternamente y para
siempre.
Cada día te
bendeciré, y alabaré tu nombre,
Eternamente y para
siempre”.
(Salmo 145:1-2)
El estudio de la
Palabra nos lleva a un gran deseo de Dios
Dios, Dios mío eres
tú;
De madrugada te
buscaré;
Mi alma tiene sed de
ti, mi carne te anhela, En tierra seca y árida donde no hay aguas,
Para ver tu poder y tu gloria,
Así como te he mirado
en el santuario.
Porque mejor es tu
misericordia que la vida; Mis labios te alabarán.
Así te bendeciré en
mi vida:
En tu nombre alzaré mis manos. (Salmo 63: 1-4)
El estudio de la Palabra nos lleva a la fe
“Es pues la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve”. (Hebreos 11.1
El estudio de la Palabra nos lleva a la santidad
“… como aquél que os llamó es santos, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir.
Porque escrito esta: sed santos, porque yo soy santo. (1 Pedro 1:15-16)
Y, finalmente, el estudio de la Palabra nos lleva al amor:
Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios, Todo aquel que ama es nacido de Dios, y conoce a Dios.
El que no ama no ha conocido a Dios porque Dios es amor (1 Jn 3:7-8).
Si yo hablase lenguas
humanas y angélicas y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena o
címbalo que retiñe.
Muchas gracias
Iglesia El Buen Pastor
Desayuno de oración, San José 17 de mayo 2014
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