miércoles, 14 de diciembre de 2016

Una mirada al arte

Marc Chagall, fue uno de los más importantes representantes del surrealismo, y de los artistas gráficos más relevantes del siglo XX.

Francés de origen ruso, uno de los más importantes del vanguardismo, cuyo verdadero nombre, fue Moishe Segal (Мойше Сегал) o Movsha Jatskélevich Shagálov (Мовшa Хацкелевич Шагалов); nacido en Vitebsk, el 7 de julio de 1887, Bielorrusia, Imperio Ruso. Sabemos que su madre se llamó, Felga-Ita, y no hay mayor referencia del padre. Por tanto, la VANGUARDIA, fue siempre su norte; y desde siempre hasta el fin de sus días, sus creaciones están hechas de sueños y referencias bíblicas extraídas de su doble condición: Ruso y Judio, la encarnación de una memoria que funde los recuerdos personales con la imaginería del folclore popular ruso y constituye una unidad indisoluble entre realidad y fantasía, entre la lógica simbólica y la irracionalidad del subconsciente, y demás está decir que se inspiró en las costumbres de la vida en Bielorrusia e interpretó muchos temas bíblicos, reflejando así su herencia judía. En los años 1960 y 1970 se involucró en grandes proyectos destinados en espacios públicos o en importantes edificios civiles y religiosos.

A los 20, 1907, se muda a San Petersburgo, Rusia dónde se vinculó a la Escuela de la Sociedad de Patrocinadores del Arte, lugar en el que estudió bajo la tutoría de Nikolai Roerich. Entre 1909 y 1911 estudió en la escuela de Elizaveta Zvántseva bajo la tutoría de Leon Bakst. Tras de hacerse conocido como artista dejó San Petersburgo, para unirse a un grupo de artistas que se encontraban en Montparnasse, Paris, Francia. A partir de ahí, su asimilación de las dos vanguardias señeras, fauvismo y cubismo, y conectada con diferentes corrientes del arte moderno pues, formó parte de las vanguardias parisinas que precedieron la Primera Guerra Mundial. Sin embargo, su obra se queda siempre en los límites de estos movimientos y tendencias emergentes,  pero estuvo siempre muy conectado con la Escuela de Paris, y sus exponentes mayores, como Amadeo Modigliani; rasgos patentes en los cuadros que realizó en sus primeros años parisienses, claramente una muestra de como seria su obra: luz y color, llenas de un humor fantástico que encuentra su resonancia en el subconsciente.

Volvió a Vítebsk,  Rusia para casarse con su prometida, Bella Rosenfeld, también una connotada artista y escritora, a quien había conocido en 1909; y al comenzar la Primera Guerra Mundial permaneció en su pueblo natal y pospuso la boda para 1915 mientras participaba activamente en la renovación cultural de su país: se volvería un participante activo en la Revolucion Rusa, de 1917, por lo que fue nombrado Comisario de Arte para la región de Vítebsk, donde fundó la Escuela de Arte de Vitebsk, en 1919. Sin embargo, debido a la carga burocrática del puesto de director en la Escuela y a las desavenencias con Kazimir Malevich, y las exigencias revolucionarias de vincular compromiso político y obra artística le llevarían a marchar a Alemania en 1924; donde su condición de judío, en concreto la ocupación alemana de Francia, durante la Segunda Guerra Mundial, y la deportación de los judíos a los campos de exterminio nazis, le obligaría a un peregrinaje por Villa Air-Bel en Marsella, de España y Portugal, hasta que con la ayuda de su amigo, el  periodista estadounidense Varian Fry le ayudara a escapar de Francia, a través. En 1941, los Chagall se instalaron en Estados Unidos.  Él, volvería a Francia al concluir la Segunda Guerra Mundial…

En sus obras abundan las referencias a su niñez, aún al precio de evitar las problemáticas experiencias que después vivió. Sus obras comunican la felicidad y el optimismo a aquellos que las observan mediante intensos y vívidos colores. Chagall gustaba de colocarse a sí mismo, a veces junto con su mujer, como observador del mundo, un mundo de colores visto a través de un vitral. Muchos consideran que La crucifixión blanca (y sus ricos e intrigantes detalles) es una denuncia del régimen de Stalin, del holocausto nazi y de toda la opresión contra los judíos. Chagall cultivó durante más de ochenta años un arte inspirado en el amor, los recuerdos, las tradiciones rusas y judías, los acontecimientos históricos o los hitos artísticos de los que fue testigo y, en muchas ocasiones, protagonista.
Su pincel abarca una iconografía poco elaborada a primera vista, pero hay que sentarse a desenrollar ese perfecto orden de color por lo que no en balde, en 1964, por encargo de Charles de Gaulle, pintó el techo de la Ópera de París. 


Y en 1977, fue condecorado con la Orden de Legión de Honor de Francia.
En 1981, recibió el PREMIO de la Fundación WOLF de las Artes de Jerusalén
Murió a la edad de 97 años y está enterrado en el pueblo de Saint Paul de Vence, cerca de Niza, junto a Valentina Bródskaya (Vava), su segunda esposa y su cuñado.


Obras de Chagall

Sus trabajos se pueden encontrar en la Opera de Paris, la Plaza del Primer Banco Nacional en el centro de Chicago, la Metropolitan Opera House, de Nueva York, la Catedral de Reims, (Francia), la Catedral de Fraumüster, Zúrich (Suiza), y la Iglesia de San Esteban, Mainz (Alemania). El museo que lleva su nombre en Vítebsk fue fundado en 1997 en el edificio donde habitó su familia. Dicho museo solo tiene copias de su trabajo, pues durante los tiempos soviéticos fue considerado persona non grata y no se reunieron ejemplares de sus obras.


Para La Coleccionista de Espejos: YKM

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