lunes, 18 de abril de 2016

Pasajero de la lluvia...

3, 845
Edmundo Retana
El golpeteo de las mesas, las risas, nos decían que algo
no andaba bien en el fondo del salón adonde llegamos, ya tarde,
con la idea de bailar un poco. El escarceo de sus risas
nos puso en guardia, era de nosotros que reían,
de nuestros torpes gestos de adolescentes,
olorosos a alcohol, sudorosos y tristes.

De modo que ni siquiera intentamos sacarlas a bailar,
más bien las mirábamos de lejos, sintiendo que quizás
ellas también, como nosotros, andarían ebrias de soledad
en las noches perdidas de los barrios del sur.

En poesía puede pasar cualquier cosa.
Esa es la ciencia.
Este Libro (El) Pasajero de la lluvia, del poeta costarricense, Edmundo Retana, tiene una homologación (Le Passager de la Pluie, Francia, 1969) protagonizada por Charles Bronson que vio la luz en 1970.

Todos recordamos que Bronson, era un ser más que terrenal.
Uno de los mejores actores dramáticos de su tiempo y por tanto, uno que podía identificar los significados ocultos de las palabras dentro de los guiones que protagonizaba. En Le Passager de la Pluie, una hermosa joven es violada en el sur de Francia por un misterioso y enmascarado asaltante. La muchacha consigue dispararlo y herirlo mortalmente y se deshace del cadáver tirándolo al mar. Al día siguiente un investigador americano entrará en escena, y para horror de la chica parecerá saber lo que sucedió durante aquel incidente... Del mismo modo, Edmundo Retana me parece también ejecutor de ese mismo estilo:

Eras muy pequeño cuando íbamos a juntar frutas a la arboleda.
Yo te enseñaba a decir casa, árbol, noche... Sentía deseos de hablar
muchas cosas pero no sabía como hacerlo.
Pero vos escuchaste los inaudible, algo como un canto
escuchaste, en el lugar del silencio... pag 31. Capitulo I


Existe una condición en la naturaleza de la poética a la que no puedo acceder con la misma facilidad de Cal, la misma Dell, o Migue porque ellos tienen la ventaja de tener maestrías en letras, o como Mi Negra, conocer las formas y la estructura de la escritura porque ese es su talento y oficio.
Yo solo sé decir qué me gusta y qué no, pero lo hago desde el punto de vista del lector, sin embargo, con el tiempo algo he ido aprendiendo: esto es poesía de la buena, de la que podríamos llamar transcendentalista, no, no mal interpreten, no es de ese tipo de poesía de la que hablamos, digo que esta hecha con todos los elementos que ella suele reunir; esto es: hecha con disciplina, amor por lo que hacemos, y con la sencilla humildad de dejar a las palabras ser aquello que mejor pueden ser, sin cortes ni mediciones ni falsas imposiciones de grandeza...
Quedamos tacos,

Dell y Migue dicen que este es un poeta del transcendentalismo aunque
no necesariamete trascendentalista como bien vimos antes.
 Caleb que es vanguardista, porque esta escrita con elementos
que pertenecen a la expresión literaria de la ideología existencialista.

Quedando en medio, y ojo con las agresiones emocionales, yo opino que es una mezcla de las dos, y que finalmente termina siendo un híbrido interesante por la forma serena y madura, con que la rima se funde con la forma estrófica y a la hilación lógica de los eventos que tiene como principal característica la des-realización, mas sin embargo, no es una poesía irracional, sustentadas en elementos integradores de lo que llamamos poesía en realidad, merced a muchas tendencias que convivieron con ella, que sé: La poesía surrealista (César Vallejo [Trilce; Poemas humanos], y Pablo Neruda de las Residencias), la poesía pura de Mariano Brull, [Poemas en menguante; Solo de rosa], Emilio Ballagas [Cuaderno de poesía negra]), la poesía metafísica de Borges, Celestino Gorostiza, y la poesía de protesta social (Neruda y Nicolás Guillén, Sóngoro Cosongo; Motivos de son, hacen que a partir de 1940 aparezca la poesía trascendentalista, que se llama así porque el poeta intenta una penetración de la realidad en busca de su dimensión última y trascendente. La palabra es despojada de todo referente, y es una poesía muy difícil de leer, muy hermética. Hay dos tendencias: la trascendentalista de José Lezama Lima, [Enemigo rumor; La fijeza; Dador]) y la poesía existencialista de Octavio Paz [Libertad bajo palabra; La estación violenta]que, en tan solo tres capítulos y 120 paginas, Retana supera estéticamente el atinclado heredado por los “grandes de la poesía nacional” que sin embargo en el plano de la representación literaria, su interpretación, enfoque de la realidad es parecido al minimalista: un mundo reducido a la intimación de lo vivido como denuncia de los indicios de la lucha de clases, el proletariado de la vida común, y que me hace pensar en el marxismo; y que no podía ser de otra manera siendo el autor quien es:

Edmundo Retana Jiménez, San José, 1956. Teólogo, graduado
de la Universidad Bíblica Latinoamericana quién ha trabajado
en organizaciones sociales en el campo de la
educación popular y como pastor de la confesión luterana.

Claro, definitivo y sin sensasionalismos desnuda su encuentro con el mundo de una forma que nos pre define los detalles con apenas lo preciso, que lo mantiene a uno siempre al borde del drama, suspenso que es necesario para entender que este texto, al contrario de otros, que se publicaron ese mismo año por la misma editorial fue una excelente decisión editorial. Y añade A. Carpentier:

"Todo lo insólito, todo lo asombroso,
todo lo que se sale de las normas establecidas es maravilloso".

Este libro es la reproducción de lo insólito, lo asombroso y cotidiano que es al mismo tiempo la realidad de muchos que vivimos al margen de la palabra.


Arte y Palabra

Edmundo Retana Jiménez, San José 1956. Teólogo, graduado de la Universidad Bíblica Latinoamericana.  

Su formación literaria se fraguó al calor del magisterio y la amistad con el novelista costarricense Joaquín Gutiérrez M. 

Tiene publicaciones en diferentes medios periodísticos de México, Ecuador, Colombia y Brasil
Ha impartido conferencias y coordinado talleres literarios en Guayaquil, Ecuador, por invitación de la Universidad Católica de Guayaquil y la Sociedad Ecuatoriana de Escritores. 

Fue incluido en la antología Poesía de fin de siglo Costa Rica – Nicaragua, publicada conjuntamente por Perro Azul, Revista Fronteras y Revista 400 Elefantes (2001) y en el volumen Lunada Poética, Poesía Costarricense 

En 1991 publicó la obra Los bailes íntimos.
El poemario Las sílabas de la tierra, fue finalista en el Certamen de poesía latinoamericano convocado por la Editorial Universitaria Latinoamericana, EDUCA, en 1993. Posteriormente fue publicado en 1995. 

En el año 2006 publica Pasajero de la Lluvia, bajo el sello de la Editorial Costa Rica. 

Para la Coleccionista de Espejos Rónald Ramón Jiménez, alias Ron Ramón, aunque la verdad y aquí entre no, el personaje yo nos parecemos mucho

Revisado y corregido por DMcD

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