jueves, 31 de marzo de 2016

La esfinge del sendero


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" Escucha, hijo; si tu fe vacila, y tu corazón flaquea en la jornada que has emprendido, llevando la pesada cruz que haz alzado, antes que la hipocresía manche tu traje de apóstol, despójate de él primero, y sigue los impulsos de tu alma. ¡Pero no la manches! La hipocresía en el sacerdote es grave pecado...Sé fiel a tus promesas."
La esfinge del sendero.  Jenaro Cardona Valverde


Uno de los autores más emblemáticos de la literatura costarricense, y también uno de los menos estudiados actualmente; porque

...la actual generación de autores costarricenses ha dicho que Costa Rica, no es mercado para la creación de obras de gran formato como este, y que de hecho se ha visto limitada y viciada por el adoctrinamiento de la literatura convencional basada en dogmas y estereotipos post-neo modernistas recreadas desde la óptica de Brenes Mesen, Marchena, Neruda y Darío, se ha de dejar claro que pocos han logrado la contundencia que Jenaro Cardona Valverde; miembro de las familias más emblemáticas de la cultura nacional impuso en su momento.

Perteneció este autor a la generación de novelista nacidos de 1860 y 1874; la segunda generación del período naturalista, la cuál se presenta como una generación de consolidación de algunos rasgos iniciados por la generación anterior, en el tanto de la apertura de otros más innovadores, como son los modernistas. Precisamente por ello recibe el nombre de generación modernista, a la que pertenece Rubén Darío (1867-1916), epónimo del grupo y punto de partida para fijar a los demás, aunque el paso del tiempo determinó que pertenecían más bien a una tendencia naturalista, que desarrolló, por excelencia, la poesía, género preferido y alrededor de él, los poetas dejaron obras significativas. Sin embargo, el género novelístico también se cultivó y como ejemplo sobresaliente citamos a Enrique Larreta (1875-1961), argentino, La gloria de Don Ramiro, 1908, el mexicano Mariano Azuela (1873-1952), Los de abajo: 1916, Manuel Díaz Rodríguez (1871-1927), venezolano, Ídolos Rotos: 1901 y Federico Gamboa (1864-1939), también mexicano, Santa: 1903, citando los más lucidos, a nivel internacional. Según los estudios de otras universidades, Costa Rica, por primera vez, aporta a: Jenaro Cardona Valverde (1863-1930), El Primo: 1905, La esfinge del sendero: 1914, Carlos Gagini Chavarría (1865-1925), El árbol enfermo: 1918 y La caída del águila: 1920, Roberto Brenes Mesén (1874-1947), Lázaro de Betania: 1932. Manuel González Zeledón (1869-1936), La propia: 1910, Gonzalo Sánchez Bonilla (1864-1965), El pobre manco: 1909, Rogelio Fernández Güel (1868-1918), con su novela Lux et umbra: 1911, del guatemalteco Máximo Soto Hall (1871-1944), El Problema: 1899 y Catalina: 1900. Se incluyen también a Gonzalo Sánchez Bonilla (1864-1965), Anastasio Alfaro González (1865-1952), Caridad De Salazar Fernández (1869-1948), y el español nacionalizado costarricense, Ramón Junoy (1871-1951). También pertenecen a esta generación, el cuentista Ricardo Fernández Guardia (1867-1950) y poetas, Aquileo J. Echeverría (1866-1909) y Enrique Hine (1870-1928), en el género de la lírica.

Jenaro Cardona Valverde (San José, en 1863 y 5 de julio de 1930); hijo del hogar formado por Alejandro Cardona Llorens, y Gregoria Valverde, uno de los novelistas, prosista y poetas más destacados de la primera mitad de la literatura costarricense, y más concretamente uno de los pocos escritores costarricenses cuyo merito se debió al cuidado trabajo interior, sin necesidad de premios ni avalúos, fue el creador de La esfinge del sendero, a mi parecer, la novela mejor lograda del Período Naturalista que 81 años después, es una copia fotostática, fiel, prácticamente en todos los detalles al caso de la vida real de una de las tantas cosas que pasan con la iglesia, sus dogmas y seguidores, aunque por avatares del destino no llegó a la parte legal del asunto...

Sus escolaridad, fue primero en San José. Los superiores en La Escuela Normal Superior de Heredia. Deseoso de estudiar humanidades y jurisprudencia, pero sin recursos económicos para ello, al llegar a San Ramón con su familia y frecuentando con regularidad la biblioteca, despertó su interés por la literatura y comenzó a escribir los primeros versos y trabajos en prosa. Precursor de la literatura fantástica, por un lado y, del otro, desde la génesis del Modernismo que trajo a colación Rubén Darío debe decirse que Cardona Valverde fue un singular usuario de El Naturalismo que, muchos de la generación actual e intermedia no han llegado a conocer, por lo que no es extraño que se piense que en cierta medida descubrieron el hilo negro, los actuales escritores costarricenses que abordan el tema sin saber ni entender que es, probablemente el fin de una corriente mucho más lejana

Dentro del corpus, la temática de trabajo fue muy variada, e iba desde motivos exóticos y cosmopolitas , pasando por una cierta inclinaron por el universalismo hasta el impresionismo, cuidando sobremanera el lenguaje. Neologismos, abundante adjetivación, efectos sensoriales, como que el parnasianismo y el simbolismo franceses, fueron su fuente, y nunca fueron escatimados, sobre todo si tomamos en cuenta que estos novelistas investigaban detenidamente los contextos históricos que era parte de su novelación , tratando de representarlos mediantedescripciones, retratos, costumbres, etc., lo más fiel posible, siguiendo la lógica causal logocéntrica de toda esta época tanto en personajes como en el medio que les rodeaba, con gran fidelidad, mediante: 1.- observación de los hechos, 2.- Creación de un marco inicial, que se encarga de abrir los procesos, 3.- retratar los personajes, 4.- desarrollando conflictos hasta llegar a una situación final resolutiva, sea esta positiva o negativa, que es siempre racional, 5.- mostrando las más variadas oposiciones: lo viejo frente a lo nuevo, lo exótico frente a lo conocido, el campo frente a la ciudad, los buenos frente a los malos, lo grotesco, truculento, frente a lo sublime y bello, lo tradicional, frente a lo moderno y por su puesto, un gran culto a la belleza, la armonía, la naturaleza y sus poderes. Es el culto esteticista que tanto caracterizó al modernismo y que terminó por definirlos como no sólo el inicio de una literatura nacional , de orden y corte realista, dando paso al NATURALISMO Y MODERNISMO por igual, sino a una polémica que no ha sido descrita y analizada más historiadores y críticos de su literatura, de manera casual, aunque tiene más importancia de lo normal: este tipo de creación literaria no fue una cuestión superficial, muchas veces descrita diferenciada por el uso del lenguaje, ni una actitud despectiva e irónica hacia los temas campesinos en favor de los europeos, sino un aspecto ideológico importante de la formación social y cultural del costarricense que no han sido desarrollados por la historia y menos por la crítica literia moderna que dice, no creo entienda, sanber el origen de la literatura actual que "cuestiona y aporta" conocimientos nuevos...

Salteando de atrás hacia adelante, en 1926, publica Del calor hogareño, inaugurador del genero fantástico costarricense, en un estilo muy similar al Gato Negro de Poe, podemos encontrar: LA CAJA DEL DOCTOR, un texto, en verdad muy adelantado a su tiempo, y del que recomiendo su lectura, sobre todo a la hora de hacer comparaciones con ciertas películas muy comunes hoy día. Después tenemos El Primo, publicada en 1905. Es el típico triangulo amoroso, lo que llamaríamos hoy día cursi, desarrollada a partir de un aspecto social muy común hacia principios del Siglo XX: la venida a menos de algunas familias oligarcas, la pérdida de valores, instaurando una crítica sutil pero eficaz a la vida superficial de ciertos sectores josefinos sumergidos en el lujo, el derroche y del mal uso del dinero, demostrando con claridad lo que era el nacionalismo: tener el valor de hacer pensar y de enfrentar lo que hacemos ante otros. El autor no piensa dos veces, defender y enfrentar el campo con la ciudad, comparando la ciudad con lo extranjero, sus costumbres libertinas y la brillantez del lujo superficial y carente de valores, simbolizado por Beltrán Urgaeta, que con lo fútil, lo vanidoso, lo superficial, lo que viene a terminar con el equilibrio nacional de la familia costarricense, proceso que en cierto modo, actualmente vivimos al igual que Mr. Ward, el yankee, en El árbol enfermo de Gagini y Mr. Cassey en El Problema de Máximo Soto Hall, para mostrar que la degradación, la violación de las reglas morales, conduce al fracaso y al fatalismo, a matar a un inocente en defensa del deslumbramiento por las preseas, o el respeto de otros por lo que somos capaces de lograr por el poder, y el campo con la industriosa habilidad de guardar secretos y de poder curar lo malo siempre que se presente ocasión, reflejando que aunque este ultimo tiene sus cosas malas, la estafa moral y económica campesinos y hijos enviados a estudiar a la ciudad, para mejor la situación familiar pero que eran atraídos por la vida facilota de lo extraño del progreso, y sus peligros, complementando el destino de las mujeres de entonces... :

Comprendía que la mujer en Costa Rica no puede alimentar otra aspiración que la del matrimonio, siempre que en este paso halle probabilidades de que el elegido para marido reúna ciertas condiciones que le aseguren un éxito sino brillante, por lo menos aceptable"

La Esfinge del Sendero, (publicada en 1917, con la que obtuvo el segundo lugar en el Concurso de Novelas Americanas, auspiciado por el Ateneo Nacional de la República de Argentina, que no recibió el primer lugar que merecía, según Estanislao S. Zeballos, porque razones de índole religiosa hicieron que otros jueces se inclinaran por otra novela de menor calidad literaria. Su misma designación, en el segundo lugar y su publicación, causaron una gran polémica en el ambiente literario de Buenos Aires y una fuerte discusión entre Zeballos y otro miembro del jurado; y en Costa Rica corrió la tinta de las leyendas que, iban desde la editorial que se encargó de reeditar la obra hasta la excomunión de toda la familia hasta más allá de la quinta generación..., de lógica, en ese entonces los críticos literarios, como ahora por desgracia muchos, confundían la literatura con la realidad, con partes creativas de amigos y no le conferían el derecho de la autonomía: Toda obra literaria debe ser capaz de defenderse sola. El autor no tiene derecho a decir más de lo que ya escribió porque la obra literaria es creación, invento, embuste si se quiere, y no es otra cosa, por más que los lectores traten de encontrarle parecidos... FZD,) es una novela que, por primera vez, cumple con el rasgo sobresaliente de la conceptualización del género novelístico, en su totalidad sin caer en ese fragmentalismo habitual en ciertos textos actuales que reclaman identidad literaria como novedosas, no se limita a la narración de episodios ni acontecimientos (ordinarios) sino a la compleja disección de un complejo, abierto y acabado mundo, que la hace ser un texto de un tamaño considerable, propio de este tipo de género, en que los acontecimientos narrados llevan 1.- un tiempo cronológico de más de treinta años de historia, 2.- un espacio ubicable y calificado, 3.- varios personajes con sus propias historias pero ligados en un mismo espacio e inmersos en los mismos acontecimientos, aunque con funciones diferentes, 4.- cuyos personajes, a pesar de ser tipificados desde la óptica del narrador-autor, propio de la novela monofónica, tienen personalidades definidas, 5.- codificadas bajo una programación muy cercana a los humanos: sin ser necesariamente, buenos o malos, sufren, viven, enferman, trabajan, disfrutan, tienen sus propias convicciones; ofreciendo la la dualidad propia del hombre: la lucha entre el bien y el mal, con errores y aciertos, propios de la naturaleza humana. Es decir que la perfección esta en el ojo del observador, y eso es la clave del naturalismo; autores no solo pensantes, sino que identificados con el medio en que se desarrollan sus vidas

Una de las tendencias más gratas en el naturalismo, pero sobre todo en escritores de este movimiento es la creación de los títulos; ahí empieza su arte y el deseo aproximarse al texto. Independientemente de quien sea, el lector asiduo puede (intentar) definir por la elección de las palabras, los artículos y la misma estructura cuando escribe, o una mujer, precisamente porque es parte de la naturaleza humana...

En está estructura de escritores conscientes con su propia obra, e identificados con su manera de escribir, nunca es común la elección de los títulos. Aquí, la palabra Esfinge,

1. f. Monstruo fabuloso con cabeza, cuello y pecho de mujer y cuerpo y pies de león
2. Mariposa nocturna de alas largas con dibujos de color oscuro.
3. Persona silenciosa, que no participa en las actividades comunes: es la forma menos casual para un titulo, porque es sabido que una esfinge, ni opina ni ayuda nunca; es una combinación muy bien pensada y particular por sí misma a la que si le agrega una tan peregrina como Sendero 1. m. Senda, camino pequeño y estrecho, demuestra que hay un determinismo que enlaza ambas en un continum que de inmediato llama la atención; en relación con todo el libro, el fin primario del autor ha empezado a rodar con una efectividad inusitada...

Efectivamente, esta novela es un tema polémico en sí mismo; lo que la hace ser durable en el tiempo es su forma de expresar un mundo bizarro, de modo que no hiera suceptibilidades, sino obligando a la reconexión de ideas identificativas del mundo real con la ficcón del texto: en donde otro triangulo amoroso, el autor parecìa tener un gusto particular por ese tipo de encuentros muy bien desarrollado, está vez con visaje un poco más elegantes, donde sin pecado (pre concebida, el padre Juan, es el modelo ideal de todo cura y deseo perfecto de las estructuras idiomáticas de la iglesia, cualquiera que esta quiera ser. Que enamorado de Engracia, una mujer prohibida por el doble libelo de ser mujer (y ya sabemos lo que eso representa para el canon religioso), y de ser (mal) casada con uno de tantos hombres conformes con su destino de pobreza emocional que ella ha de aceptar también, aunque a la fuerza. Del otro lado, el todo poderoso padre Félix, y Martín que no pasa de ser un segundón al servicio del primero.

Rafael María, lucha contra su amor por Engracia. Engracia se deja llevar por el amor hacia Rafael y, Félix, es Félix, y por el contrario la aparente afrenta contra la iglesia, en apariencia no existe; es simplemente que el autor demuestra una vez más su temple como tal: dice las cosas como le parecen sin sensiblerías ramplonas, crudezas del narrador o los personajes, han hecho que sea poco conocida y leída, actualmente, en donde un marcado determinismo y fatalidad juegan un rol, más que importante, permitiendo que los acontecimientos sucedan para cambiar el curso de las acciones de los personajes, y...

Lo demás queda a merced del(os) interesado(s) pero se recomienda las lecturas

Para La Coleccionista de Espejos: 
Dlia Mc Donald Woolery: está será siempre una agradable lectura ...
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Jenaro Cardona V. Desempeñó la profesión de periodista y fue miembro de la Academia Costarricense de la lengua. Cónsul de México en Costa Rica, Encargado de Negocios de Nicaragua, Gob.ernador de San José, Oficial Mayor del Ministerio de Relaciones Internacionales de Costa Rica, Diputado al Congreso y Cónsul en Los Estados Unidos de Norteamérica.

Premios por:

La caída del árbol, y
La Lavandera.

Publicaciones

NOVELA

1. El Primo: 1905
2. La esfinge del sendero: 1917
3. Retablo Político (inédita)


CUENTO

1. Del calor hogareño: 1929

POESÍA

1. Los dos rivales (conchería, firmada con el seudónimo de Luis Quiroga): 1928
2. La caída del árbol: 1906
3. Canto Épico: 1915
4. Dialoguillos: 1890
5. Poesía: 1890
6. La pena de muerte: 1887
7. Luz y sombras: 1891
8. Ojos de santo: 1911
9. Rimas: 1957
10. La Lavandera (soneto): 1905
11. La Quema: 1906
12. El Pozo: 1906
13. Ojos de santo: 1907
14. Celajes de ocaso: 1920

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