Como parte de la 16va edición de Flores de la Diáspora Africana, se hizo la presentación del más reciente libro de Quince Duncan, con ustedes, la primera de las presentaciones hecha por nuestro compañero de marras literarias Franklin Perry
QUINCE DUNCAN: un Griot de la
tradición africana de los tiempos modernos en esta Costa Rica, nuestra…
Franklin Perry P
La primera vez que oí hablar de los
Griots, fue durante la lectura de ROOTS de Huxley. Luego leí un artículo del
profesor Wonde Abímbola, publicado en un folleto de cultura africana de la
UNESCO.
Paulatinamente fui reposicionándome
de la enigmática figura de la tradición oral africana, llamada Griot. Así pude
entender mejor la poesía de Bernard, Campbell y Mc Donald; la narrativa de
Duncan y la de Dolores Joseph, los cuentos Annancy recuperados por Anglin,
Britton y Duncan además de un sinnúmero de Calipsos, sermones, discursos,
artículos, acertijos, entre otros.
El doctor Abímbola, además de poeta,
ecumenista y lingüista, es asesor en materia de cultura africana en varias
instituciones tanto dentro como fuera de su natal Nigeria. Afirma que contrario
a lo que se piensa en Occidente, no todo africano sabe bailar ni tocar tambor.
Existen escuelas donde se someten a los niños a una rigurosa disciplina de
aprendizaje en estas destrezas.
De la misma manera se someten a
algunos jóvenes aspirantes a la disciplina que eventualmente los convertirá en
Griots. El Griot africano es algo semejante a lo que se conoce en Occidente
como aedos en la Grecia Antigua, o juglares en la Europa medieval, aun en la
época renacentista, como informantes, músicos, y poetas itinerantes que
entretenían a la gente, incluso en las cortes de la realeza.
Los Griots, palabra derivada de un
vocablo francés. En África desempeñaban una función muy importante en sus
comunidades: entretenían, eran cuentacuentos, genealogistas, también
consejeros, archivos humanos vivientes y depositarias de sabiduría. Y contaban
con una memoria prodigiosa. Según Abímbola, podían narrar de memoria, la
historia de un miembro de la tribu (entiéndase familia) durante prácticamente
500 años. Y aunque en Oriente, después del relato de Huxley, ha habido
esfuerzos por desprestigiarla figura del Griot, su estatus sigue incólume entre
los expertos.
Titulo
EL PUEBLO Afrodescendientes: dialogo con el abuelo Juan Bautista Yayah.
Dedicatoria
A los ancestros; a
mis hijos, a los arrebatados en la impredecible aberración del espacio y del
tiempo; a los que perdieron el rumbo entre quinientos años de violencia,
locura, silencios y olvido; a los psicocidas y a los que han sufrido
psicocidio; a mi esposa, a mis hermanos, a mis sobrinos; a los nietos y
bisnietos que han de superar el eurocentrismo, la etnofobia, la endofobia y la
estupidez; a quienes amo y me han amado, a toda la humanidad errante...¡Salud!
A Jorge Alfaro por la corrección de estilo
A Mariela Pérez por la foto
Tanto su ser como su quehacer se van
a reducir a los aspectos en que es diferente a mí a veces diferente puramente
fenotípicas.
Quince, en este libro intenta
erradicar la mayoría de las falacias tejidas en torno al NEGRO. Algunos por
mala intención, pero a mi juicio la mayoría se ejecuta por ignorancia. El libro
es una gema en cuanto a la sabiduría y conocimiento. Se nota el esfuerzo de una
investigación rigurosa. Calienta
rapidísimo y es de lectura fácil y entretenida. Como género es un poco más difícil de ubicar. Tal vez lo más
acertado es clasificarlo como un ensayo dialogado. Pero a la vez es reflexivo y
testimonial, lo cual no riñe del todo con el género en cuestión.
Quince hace uso de algunas técnicas de Platón en sus diálogos, de jesus
con sus parábolas didácticas usadas con sus discípulos y del Griot en la
tradición africana con sus pueblos. Quince, inclusive da solución al problema
de la fidelidad de los dicho por los maestros en cuestión, en un tiempo en que
no existía la grabadora. A veces resume parafraseo, o dice no precisar quien dice
alguna cosa (p.49)., en cuanto a esto Dios el narrador que grabó uno de los
discursos principales del GRAN MAESTRO (72).
El asunto es que un anciano Griot
africano, llamado Juan Bautista Yayah, parece ser del protagonista del escrito.
En el marco de un campamento dirigentes afros del continente, desde Canadá
hasta Tierra del Fuego sin dejar pasar el inmenso Archipiélago del Caribe, con
la mala intención de recordarnos, que no hay país del Continente en el cual no
existan NEGROS. Todos los dirigentes parecen ser jóvenes dispuestos a hacer el
relevo en el liderazgo de la lucha en sus respectivos países y sus ímpetus e
impaciencias juveniles, contrastan claramente con la paciencia, el determinismo
y la comprensión del sabio anciano.
Cada uno de los personajes con distintas voces
y distintos grados de profundidad intervienen de manera espontánea, pero tanto
el narrador principal como Juan Bautista procuran mantener el tema principal en
discusión. Este gira en torno a la situación del NEGRO en la diáspora a lo
largo y ancho del Continente Americano. Como es notorio para algunos líderes
los NEGROS en la diáspora conformamos una especie de país en el exilio.
A partir de ahora no se puede seguir
alegando inopia, al menos, en Costa Rica, para continuar utilizando libros como
COCORI como marca de referencia, cuando se quiere tratar el asunto del NEGRO en
nuestras aulas. Y es que Quince trata los asuntos, desde adentro, descifrando
códigos secretos que solo un miembro de la comunidad podría reconocer y
dilucidar.
Al lado de otra publicación reciente
de Duncan: Don Juanito y Yo, que tampoco debe faltar en ninguna de nuestras
colecciones de libros llegamos a entender por qué nuestros procederes habían apostado
por un país, ideal, de una población completamente caucásica, cuando
planificaron la fundación del ESTADO costarricense. Yolanda Oreamuno se burla de estos mitos,
cuando dice que ofrecemos un país de verano eterno cuando en realidad llueve
nueve meses del año. Eran los tiempos del Destino Manifiesto y las expansiones
territoriales de las Trece Colonias Inglesas, ya independientes y convertidas
en Hermano Mayor. Hay que ver lo que publican los periódicos de la época sobre
el supuesto salvajismo de nuestros países y la crueldad extrema e nuestros líderes.
El libro de Juan Carlos Vargas, Tropical
Travels: The Representation of Central America in the Ninetrrnth Century contiene
un testimonio vivo todo esto.
Lo que no acabamos de entender es por
qué se sigue sosteniendo este mito tan dañino para la vida común, en esta
tierra que todos amamos tanto. Quince lo coloca de forma metafórica, y
simplemente lo llama basura. Y sí, ya que tenemos una
nación consolidada, es hora para que erradiquemos esas estupideces en que caímos
al inicio la creación de la costarriqueidad. Recojamos los desechos y sobrantes
inútiles, llevémoslo a Río Azul y sigamos adelante todos porque derechos sagrados la patria nos…
Como se dice popularmente, Quince no
deja santo con cabeza. Hace referencia a prácticamente todos los temas, las
inquietudes, los personajes históricos y contemporáneos que atañen a los
NEGROS, inclusive se refiere a la saga de los judíos. Leyendo un pasaje de este
libro me vino a la memoria otro pasaje pero de Yadira Calvo, en que ella decía
que se había sorprendido durante una investigación al leer las sandeces que
algunas de las mentes más brillantes de la Civilización Occidental habían dicho
sobre la mujer. Algo parecido me pasó cuando leí la sección titulada GENESIS
del RACISMO DOCTRINARIO, cuyos subtítulos: POLIGENESIS, DETERMINISMO DIVINO, DETERMINISMO BIOLOGICO, DETERMINISMO
AMBIENTAL, DETERMINISMO CULTURAL (Evolucionismo lineal), RACISMO CIENTIFICO), y
Las Propuestas Psicológicas.
Algunos de estos sabios que se
dejaron decir estupideces sobre NEGROS, judíos e indígenas y la esclavitud, y
que ayudaron en la creación del RACISMO DOCTRINARIO, para ser aplicado
sistemáticamente en AVIA YALA, AFRICA y ASIA, son el Papa Inocencio IV, Lutero,
Hume, Hegel, Marx, el papa Nicolás V, Voltaire, Meiner, Aristóteles, Sepúlveda,
Sarmiento, entre otros. No todos sostuvieron esas teorías seudo científica
absurda porque el Padre Las Casas se opuso y defendió a los indígenas y años
después Sartre, entre otros, haría lo que los propios negros cuando defendió el
Movimiento de la Negritud.
Dice Duncan que, contrariamente a lo
que nos han enseñado el racismo no existía antes del descubrimiento de América. Antes de eso, había discriminación, pero
el absurdo asunto del RACISMO DOCTRINARIO nace 2n 1492 cuando los europeos se
encuentran por primera vez con el hombre del
nuevo mundo. De allí se fue desarrollando paulatinamente, al lado de la evangelización,
la esclavitud y la Cultura Occidental.
Todo mediante métodos impositivos. Cabe destacar que los evangelizadores
de la cristiandad, tanto católicos como protestantes, fueron cómplices de toda
esta maraña. Se insistía en que la Biblia, tanto en el Antiguo como en el Nuevo
Testamento, no condenaba la esclavitud, pero se abstenían de mencionar la saga de
Moisés…
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