Poco antes de morir, me dijo papá:
El pasado es algo que nunca volverá, cierto es
pero también olvidamos con más frecuencia de la debida a los grandes
folkloristas del ayer que nos dieron deleite y alegría, en un tiempo donde
tener televisión era un sueño y todo nos llegaba por la radio.
Él me hablaba de Carmen
Granados Soto; nació en La Merced, San José, Costa Rica, el 26 de abril
de 1915. Hija de don Manuel Granados López y de doña María Cristina Soto
Pereira. Tal vez, por problemas económicos no pudo terminar la secundaria pero
desde muy joven, entre los 14 y dieseis, empieza sus presentaciones en la
radiodifusora Nueva Alma Tica.
Si ni tan bonita era, decía mamá,
chiquitilla y sobrada por todo lado pero tenía empuje para desarrollar lo que
ella ya sabía que tenía: una gran comediante cuyas bromas divirtieron a los
costarricenses por muchos años, con un don para crear personajes tan únicos como
ella…
Con su camarilla, Ángel
Sánchez, Rodrigo Sánchez y Oscar Zamora crean el primer radio-teatro de Costa
Rica, en la radio Nueva Alma Tica, donde también hacía el papel de Leopoldina
en el programa La niña Pochita. Hasta hace poco, me enteré que junto a Alerto
Castillo, Ofelia Quirós, Carlos Palma, Zaida Quirós, Babby Granados, Mario
Chacón, Pilar Durán y el Gordo Ortiz,
fundó la Compañía Nacional de Teatro, no sé si es la misma actual, lo
que se sabe es que esta compañía hizo presentaciones en Panamá, Estados Unidos y
Nicaragua. Además de las obras cómicas hacían también presentaciones de opereta
y zarzuela y en una ocasión Granados, hasta cantó al lado de Melico Salazar.
Yo me acuerdo de la ronda de
los chiquillos que luíamos los pisos de la pulpería de don Cosme, o de las
tertulias en la Napolitana, cuando éramos más grandecillos en la San José
despeinada y lúdica de los años 30. El tema: Rafela, de Carmen Granados:
nosotros ni sabíamos que era un personaje, y reíamos de buena gana con ella,
dice papá. Cuando me casé con tu mama, y nacieron ustedes, la escuchaba en el
trabajo pero entonces ya no era Rafela sino doña Vina…esa, es la que yo
recuerdo, doña Vina, porque era más que picante el asunto y, al menos en mi
casa, mi madre nos tenía bien aleccionados porque según sus cuentas nos abría
las orejas, por el tema del único MOTEL del país por entonces, y lo que veía pasar:
a mis hermanos y a mí, cuatro varones, y a mi hermana, única mujer, nos recetó hasta
que tuvimos el primer tele, aquello de no pasar ni a una cuadra del lugar ese,
porque encima y de fletin vivíamos en PasoAncho, a tres cuadras del lugar en cuestión:
si supiera que pasaron años hasta que en lo personal puse un pie en uno de esos
lugares, y que me tan común y corriente porque ya todos los vecinos nos habían hablado
del tango que era…En fin…
Murió a los 83; sino me falla
la memoria, y de esos dio 65 años al folklore nacional, y que quede claro: esos
fueron los mejores años del folklorismo popular, no porque los de hoy sean
malos sino simplemente por el hecho de la espontaneidad y de lo que se hace con
amor por lo que se hace, y cuando se hace un buen trabajo…
Tío Mico, de nuestro tiempo de
crianza pero más viejo se acuerda de El Matrimonio Ideal, que pasaba por Radio Ti. Mamá, aunque dijera lo
contrario, también escuchaba doña Vina, con Vina(telia, bendito nombrecito que
no nunca olvidaré) vecina y mejor amiga de mamá porque estaban convencidas de
que el fulano ese que entraba y salía de ESE LUGAR INNOMBRABLE era el esposo, de
la segunda doña Vina y buscaban pruebas para estar seguras de irle a exigir a
la doña Vina de la radio, que las acompañara al juzgado para la denuncia por
infidelidad con quién sabe cuántas mujeres… Todavía hoy, recuerdo papá levantar
los ojos para encontrar refugio en las grietas del techo que hay que reparar,
porque no se les podía decir a esas dos, lo contrario. Con decir que, para
ellas TIA POCHITA, tan existía que le tenían el ojo puesto, a mi maestra de
sexto, ¿o era a la de Ana Lu?, bueno esa historia algún día la escribiré…
Decía, doña Vina era de radio Monumental, y
ese lo llevaba con Carlos Peña. Para muchos
es desconocido que donde está la DEFENSORIA DE LOS HABITANTES, estuvo en algún momento
La
Voz de la Víctor, donde también trabajó junto con Carlos Peña. Rodrigo
Sánchez, el del Trencito de Canal 7, también fue compañero de trabajo de ella,
y después de eso con Lico Font, crearía el noticiero cómico El
Resbalón.
Su espontaneidad, un piropo,
dice tío, hizo época con sus dones de cantante y compositora genial: en alguna
parte del techo que nos sirve como bodega, no sé, si quedaron guardados por la canción
del boxeador Tuzo Portuguez; o el Corrido a Pepe Figueres, que se echó completa
cuando las tropas liberacionistas recorrieron desde el Cuartel Bellavista toda
la Avenida Central, tomando San José sin tirar una sola bala al aire, dice papá…
Hasta aquí, nuestro homenaje y recuerdo de San
José y de Carmen Granados, la mejor, por no decir que la única de su tiempo,
folclorista que ha salido de Costa Rica, gran cantante y humorista que junto a rescatar
las tradiciones costarricense; como las corridas de toros, que es una que en mi
opinión ya no deberían existir, animó corridas de toros, demostró que la patria
y la cultura son algo más que creernos que los demás dicen...
Murió, el 18 de abril de 1999 a
cuatro días de cumplir 84 años, por un hígado roto…
Para La Coleccionista de
Espejos:
Ron Ramón…
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