Tiene una mirada extraña, ¿no es verdad? Así parece suceder con las destinadas a la grandeza...
De ella
quizás no se hable mucho: se llamaba Zelda Sayre. Supongo que tampoco le
llegan.
Entonces diré que fue la esposa de uno de los grandes de la literatura
norteamericana: F. Scott FitzGerald. Nació en Montgomery, Alabama,
Estados Unidos, 24 de julio, y aunque quizás no fue muy conocida como
escritora, poeta y bailarina, tras la publicación de la una novela
autobiográfica, Save Me the Waltz, 1932, ejerció gran influencia sobre ciertos
autores de su tiempo por encarnar el quintessential flapper, por su auto-explotación
su rol al inspirar a muchos de los personajes más famosos de su esposo, especialmente
Nicole Diver de Suave es la noche, un icono de los felices años 20´s.
En 1920 se casó con FitzGerald,
y diez años más tarde, es decir 1930,
sufrió primera caída depresiva que, andando el tiempo fue diagnosticado
como ESQUIZOFRENIA: a partir de entonces, por libre decisión, vivió en el
Hospital Psiquiátrico Highland Mental Hospital en Asheville, Carolina del
Norte, hasta que el 10 de marzo de
1948, a los 47 años en un incendio junto con ocho pacientes más, que no
quisieron salir ni ser rescatados.
Pese a ello, su vida inspira a
uno de los personajes de La Leyenda de Zelda, uno de los
juegos de videojuegos más trascendentales de los años 80 y noventas, creada por
Shigeru Miyamoto.
Para La Coleccionista de Espejos:
Gaby Pérez
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