Por: carlos.morera.beita@una.cr.
La creación
literaria de tipo multicultural, recién comienza a asimilarse en el país, con
lo cual, deberían generarse condiciones para una producción literaria más
diversa. En Costa Rica, como en otros países, se homogeniza y la literatura es
categorizada dentro de las principales corrientes literarias, mientras otras
tendencias son ignoradas o invisibilizadas. De esta forma surge una creación
literaria ligada a grupos sociales históricamente excluidos que se esfuerzan
por divulgar sus trabajos y convertirse en una voz para estos grupos. Me
refiero a grupos como los afro-descendientes e indígenas así como “queer”
como se les denomina a los gay, lesbianas y transgéneros
Dentro de
estas literaturas destaca la que exalta y promueve el reconocimiento de
la cultura afro-descendiente y que en nuestro país inicia con la
producción de Quince Duncan en la segunda mitad del siglo pasado. A este grupo
se ha sumado Eulalia Bernard y más recientemente Shirley Campbell Barr y
Dlia Mc Donald. Recientemente fue publicado en España el último poemario de
Shirley Campbell Barr Rotundamente Negra y otros poemas, así Campbell se ha
transformado en una de las creadoras más activas de la cultura
afro-descendiente en el país.
En su poesía se identifica un gran compromiso y activismo
político, creo que es de los escritores y escritoras afro-costarricenses con
mayor compromiso con las causas políticas. ¿Cómo surgió este encargo y cómo ha
permeado su trabajo creativo?
Somos
naturalmente entes políticos. Políticos en el mejor sentido del término. Yo
intento ejercer no solo mi derecho, sino también mi capacidad y mis
posibilidades políticas para comunicar mensajes de la forma más sonora y
creativa posible. Además creo, que cuando se es parte de una “minoría”
invizibilizada y marginada históricamente no queda más remedio que asumir
la función que se te ha otorgado. Me encanta la palabra encargo que has usado,
porque es efectivamente un compromiso histórico del cual no me atrevo a
escapar, porque me pesaría por el resto de mi vida. Es una responsabilidad ser,
de alguna manera, vocera de una causa que considero justa y que además me atañe
de manera personal. El número de escritores afro-descendientes continua siendo
escaso, por lo que al haber tenido la oportunidad de publicar y levantar la voz
por medio de la poesía, tengo que ser consecuente y hablar por los que no
lo pueden hacer. La poesía y el arte en general, son una forma maravillosa de
educar y de celebrar.
Cómo apareció esto de andar por la vida acopiando palabras para
escribir poesía y quiénes han sido los referentes que han permeado en su
trabajo. ¿Cuándo comenzó a escribir poesía y bajo qué designios
surgió?
Yo creo que
la poesía me fue hallando en el camino. Me fui encontrando con los momentos,
las circunstancias y las personas apropiadas que me ayudaron a ir creando y
juntando palabras y luego imágenes y cuando me di cuenta estaba haciendo poesía
y compartiéndola. Empecé a escribir allá, todavía en la escuela y de la
mano de Ronald Bonilla, Carmen Ugalde, Osvaldo Sauma, que me ayudaron a entender
que lo que yo tenía que hacer era poesía y ahí me fui encontrando conmigo misma
y entendí que la poesía era lo mío. Una vez involucrada en el movimiento
entendí que yo tenía una labor que asumir y los amigos, el trabajo, la vida me
fueron mostrando el sendero y aquí estoy con la frente en alto. Referentes? la
verdad no sé, son tantos. He leído de todo. De hecho siempre me gustó más la
narrativa que la poesía. Leí mucha literatura latinoamericana, me gusta mucho
Octavio Paz, Mario Benedetti, Jorge Debravo, Julián Marchena. Después conocí
mujeres como Doris Lesing, Cecilia Meireles, Rosario Castellanos o Maya
Angelou. No sé, Nicolás Guillen, de quien aprendí tanto y sigo aprendiendo
tanto.
Ha sido una escritora, como usted misma lo admite en alguno de
sus poemas, que vive un auto-exilio voluntario. En este proceso ha vivido en
países como Zimbabue, Jamaica, Estados Unidos y Brasil entre otros. Sin
embargo, encuentro que a pesar de la distancia, se mantiene un fuerte hilo
articulador con las preocupaciones temáticas del país. ¿Cómo logra esto?
Lo que pasa
es que yo solo tengo un país. Un país al que aprendí a querer y valorar
en su justa medida solo después de salir y vivir en otros. La vida me ha
permitido vivir en diversos lugares, trabajar y aprender de otros pueblos
y de otras nacionalidades. Además me ha permitido dejar un poco de mi huella en
otros lugares, con personas y en lenguas diversas. Además he ido aprendiendo en
este camino a valorar profundamente mis raíces africanas y las reivindico en
todo lo que hago. Pero solo tengo un país. En él están mis padres y mis
hermanos y hermanas y mi familia extendida y mis amigos de toda la vida y al
que, finalmente, cuando pasen algunos años más, yo quiero regresar. Por eso, yo
trato de mantener los vínculos y no perderme en el camino. Me mantengo al tanto
y participo siempre que puedo. Voy y vengo y escribo e intento aportar en lo
que pueda e intento ser la misma persona que cuando salí de mi país.
A pesar de que ha vivido tantos años fuera, su trabajo es muy
conocido en Costa Rica. Sus poemas han aparecido hasta en almanaques. ¿Cómo ha
logrado ese nivel de reconocimiento?
Siempre he
intentado mantenerme cerca de mi país. Somos un número muy reducido de
escritores y escritoras negras en Costa Rica, por lo que intento ser un
referente no solo de la poesía sino también para esa población. Sin embargo,
honestamente pienso que en Costa Rica mi trabajo no es tan conocido como podría
ser. Yo siento que se me conoce y se valora más afuera que adentro. Hoy yo sé
que mi trabajo tiene un valor estético, político y social que es lo que ha
hecho que sea respetado y divulgado. Como mencioné antes, las poblaciones
negras en América latina y en general en el mundo necesitan más y más voces
para sentirse representadas. Yo creo que ese es, en parte, el valor de mi
trabajo. Las mujeres y las niñas negras de América Latina por ejemplo, quieren
ver más caras como las suyas en todas las esferas de su vida e identificarse
con ellas. Necesitan referentes. Necesitan mujeres negras como ellas que les
miren a los ojos en poesía o en cualquier idioma y les cuenten su historia y
las inviten a continuar con esta lucha. Mi poesía quiere contribuir a
devolverles ese amor por nosotras mismos y por nuestra historia que nos ha sido
arrebatado por siglos.
A nivel del continente, su poema «Rotundamente negra», se
ha transformado en un icono para las mujeres negras. ¿Qué siente ver como su
poema dejó de ser parte suya individualmente y ahora es bandera del colectivo.
Esa es una
de las cosas que más me llenan de satisfacción. Rotundamente negra ha recorrido
el mundo, porque no solamente es América Latina, es también España, en donde ha
sido traducido al catalán y ha sido parte de textos educativos. Está siendo
utilizado por grupos de activistas por los derechos de los
afro-descendientes. En Paris, fue leído hace dos años atrás por la
Directora General de la UNESCO, en la sesión que celebraba el día de la mujer
africana. Ya ha sido utilizado en radio novelas populares, etc. En
América Latina, ciertamente, las mujeres se apropiaron de rotundamente negra y
lo declaman y lo estampan en sus bolsos y camisetas, es emblema de diversas
organizaciones. En Brasil, a pesar de hablarse una lengua diferente, el poema
pertenece a las mujeres del movimiento negro, y se lo saben de memoria y lo
corearon recientemente cuando yo daba una conferencia en el Festival de la
Mujer Afro-latinoamericana y Caribeña, en Brasilia. Me lo encuentro traducido
al portugués y al inglés y al francés en internet. En fin, nunca imagine ver mi
poema donde hoy está. Efectivamente, no me pertenece, es de las mujeres
negras y eso es maravilloso. Esa es, sin duda, de las mejores
retribuciones que sin proponérmelo, mi oficio de poeta, me ha dado.
¿Cuál es su dialogo con los escritores del Caribe que escriben
en otras lenguas, que no es el castellano así como con los escritores
brasileños?
Yo tuve el
privilegio de vivir poco más de cinco años en Jamaica y viajar por el Caribe y
un poco en esa literatura que es, por cierto, casi completamente desconocida
para nosotros. Existe una serie de autores que son representativos de esta del
Caribe con los que tuve ocasión de encontrarme y compartir y es que la
literatura en el Caribe no solo está ligada a la escritura porque envuelve
música y poesía y experiencias cotidianas que se encuentran en géneros
novedosos que expresan una temática que a menudo nos hermana con el resto de
los pueblos de la diáspora en América Latina. Los temas de identidad,
migración, ancestralidad en medio de esa literatura rítmica y que nunca se
desliga de esa oralidad que ha sido determinante para su construcción. Existe
ciertamente un dialogo que nos convoca a través de temas y búsquedas comunes.
Infelizmente en nuestro medio es muy poco lo que se conoce sobre la literatura
Brasileira y es prácticamente nada lo que se sabe sobre literatura afro
Brasileira. Brasil es un universo en sí mismo y su universo literario no
puede más que reflejar este país continental. Así mismo, este país está
viviendo un momento muy importante de activismos y de transformaciones político
social para las comunidades negras. Existe un gran movimiento
artístico-cultural negro, así como una serie de círculos crecientes de
pensadores e intelectuales afro-brasileiros que están haciendo un notable
trabajo. A través de participaciones como conferencista en Universidades,
invitaciones a encuentros, Ferias del libro, recitales, etc., tuve
el privilegio de encontrarme, intercambiar y ser parte del movimiento de poetas
afro-brasileiros que están tratando de aportar su cuota para cambiar la
historia de todos los brasileiros. Si, existe un dialogo, porque nuestras
luchas son las mismas, nuestras reivindicaciones son las mismas. Porque como el
resto de los escritores y escritoras negras en América Latina, están luchando
por ocupar un lugar en la literatura universal que reconozca aportes y estilos
y temáticas como elementos determinantes de una escuela y canon literario, que
incluya esta literatura afro latina. La comunidad afro-brasileira, las mujeres
afro-brasileiras nos abrieron la puerta, a mí y a mi poesía. Fue en
Brasilia, que realizamos el lanzamiento “Rotundamente negra y otros
poemas” con el apoyo del Instituto Cervantes y con la participación del poeta
Jorge Amancio, la poeta Kori Bolivia y el activista y líder afro brasileiro
Zulu Araujo. Finalmente para el año 2015, mi poema “El cabello de
Illari”, junto con el audio con la lectura del mismo, será parte del
material de lectura obligatoria para el programa nacional de educación en
español. Lo cual, me hace sentir muy orgullosa.
En el 1988, publicó su primer libro Naciendo, por la editorial de la UNED. Luego
surgió Rotundamente Negra en 1994, que fue reeditado en 2006 por la extinta editorial
Perro Azul. Posteriormente vino “Desde el principio fue la mezcla, con
fotografías de Garreth Britton en 2009 y la antología “Palabras indelebles de
poetas negras” junto a Delia McDonald. Tu última obra, publicada el año
pasado bajo la colección Torremozas, España fue tu antología Rotundamente Negra y otros poemas. ¿Cómo llegó ese impulso de cruzar el océano con
su trabajo.
La verdad es
que estas oportunidades van apareciendo y hay que ir tomándolas en el camino.
Una como artista o escritora, vive soñando con que su obra se expanda y llegue
a más y más personas. Será porque una sabe que tiene algo importante que decir.
Torremozas me ofreció esa oportunidad y el resultado fue “Rotundamente
negra y otros poemas” que salió en diciembre del 2013. Este libro es una
compilación de poemas que publicados y otros inéditos. Ha sido una gran
experiencia porque el libro ha tenido críticas muy positivas y ya ha estado en
diferentes ferias del libro en España en donde ha sido muy bien recibido.
¿Hoy se habla que la poesía está en decadencia. ¿Cómo
explica esta situación?
Yo no creo
que la poesía esté en decadencia. Una muestra de eso es la forma como se han
multiplicado los encuentros, Festivales, recitales poéticos, etc. así como los
libros publicados por los propios autores. Creo que nuestras sociedades
caminaron a modelos mucho más mercantilistas y superficiales y con toda esta
revolución cibernética, las editoriales publican menos de todo. Sin embargo,
creo que las personas nunca antes se interesaron por poesía, ahora la leen
porque la encuentran en el internet, en redes sociales, etc. No creo que la
poesía este en decadencia, creo que ahora, además de leerla, la gente participa
más de los eventos y entiende un poco más de poesía. Creo que la poesía está
llamada a recuperar el espacio como parte medular de movimientos sociales y como
un arte mucho más al alcance de la mano de todos.
¿Cree que ha avanzado la sociedad costarricense hacia
reconocerse como una sociedad multicultural y por qué?
Creo que en
definitiva, nuestra sociedad tiene un poco más de conciencia hoy, que hace
veinte años por ejemplo. Pero el asunto no es simplemente reconocerse como una
sociedad multicultural, lo critico es comportarse como tal en todas las esferas
de la vida en sociedad: Política, social y culturalmente. Creo que
a nivel de normativa, vamos por buen camino, lo más importante sin embargo es
que las instituciones, el sistema educativo, el sistema político y la sociedad
en general interioricen esta realidad. Porque no se trata de que alguien nos
diga que somos una sociedad multicultural, simplemente somos. Solo basta con
mirar a nuestro alrededor y vernos las caras y darnos cuentas de que estamos
conformados por una maravillosa gama de grupos y culturas. Entonces reconocer
que todos hemos contribuido a la construcción de esta sociedad diversa en que vivimos.
¿Cuáles son sus proyectos literarios
actualmente?
Yo sigo
aquí, fuera de mi país, haciendo poesía y trabajando por la causa de los
afro-descendientes. Mi poesía es mi forma de hacer activismo y lo disfruto
mucho.
Mi proyecto
es escribir y escribir. Continuar siendo una voz que habla fuerte y en poesía
para los pueblos negros y para quien me quiera escuchar. Yo quiero ser parte de
los que están tratando de re-escribir la historia, los que quieren cambiar la
historia. Yo quiero sacar la cara por mis abuelas y por todas esas mujeres de
mi familia que no pudieron levantar la voz. Quiero que mis hijos estén
orgullosos de mí y que mi madre y mi padre estén orgullosos de mí, porque estoy
trabajando por lo que creo y la poesía es una forma maravillosa de ser. Ese es
mi proyecto principal, el de todos los días. Pero además quiero contar la
historia de mi familia y con ella la historia de otras muchas familias de
afro-costarricenses, familias negras que siguen resistiendo y triunfando.
El próximo año es especial para mí. Voy a publicar un nuevo libro, con poemas e
historias y crónicas de viaje. Seguiré participando como hasta ahora en eventos
y actividades que me permitan promover mi trabajo y aportar y dar insumos
para esta lucha por reconocimiento y por espacios para una participación más
efectiva.
Tres palabras que se sintetizan
como poeta.
Yo soy una poeta rotundamente negra.
¿Qué haría para mejorar la producción creativa dentro de
los afro-descendientes en el país?
La población
afro costarricense, como otras minorías necesitan referentes. Necesitan tener
estímulos para crear. Es necesario dirigir esfuerzos y recursos y hablar de
literatura afro-costarricense. Que los afro-costarricenses se identifiquen y
sientan que lo que tienen que decir vale la pena. Yo creo que la creación
literaria debería ser incentivada no solo entre los afro-descendientes.
Escribir debería ser incentivado por nuestro sistema educativo y la diversidad
e interculturalidad deberían ser parte de nuestro sistema educativo. Empezar a
reconocernos es el primer paso. Trabajar en las comunidades en donde existe más
población afro y promover la importancia de su historia y su cultura. Que el
país entero se reconozca propiciara para mí, que más y más gente quiera
compartir sus talentos y sus historias.
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