martes, 17 de junio de 2014

Yo no puedo callar...


                                 Noche de Teatro en el Universitario      


El pasado sábado 7 de junio, 2014 nos dimos cita un grupo de amigos, en el Teatro Universitario en San Pedro de Montes de Oca para ver Dramas Íntimos, dos piezas teatrales del  dramaturgo sueco August Strindberg: Danza Macabra y La más Fuerte

Las piezas son un déjà vu, pues me trajeron a la memoria muchas de las películas del también sueco Ingmar Bergman con su famosa protagonista Liv Ulman donde se expone solamente la parte oscura de las relaciones humanas, especialmente una tan intima como el matrimonio. También nos remite a los famosos triángulos amorosos de Ibsen y del grupo de jóvenes creadores ingleses apodados  Jóvenes  Iracundos, encabezados por John Osborne con su famosa  pieza  Look Back in Anger. Tampoco pudimos dejar de recordar a los usamericanos: Tennessee Williams con piezas como Un Tranvía Llamado Deseo o  Eugene O’Neill con Long Day’s Journey into Night y especialmente Who’s Afraid of Virginia Woolf de Edward Albee. Todas esas piezas parecen estar obsesionadas con lo que ahora suelen llamar familia disfuncional.

Las versiones al español las realizan  Daniel Gallegos y Carlos Liscano.

  La dirección estuvo a cargo de Silvia Arce y  ella hace también de actriz.

  La sala estaba repleta, muchos jóvenes. No sé si estudiantes de artes dramáticas pero muchos se sentaron hasta en el suelo, estuvieron muy atentos y al finalizar la función aplaudieron con gran entusiasmo.

  Yo no salí muy contento.

  Había un actor y una actriz de renombre ambos veteranos y ganadores a varios premios. Me refiero a RUBEN Pagara y María Bonilla. Esperaba mucho más de ellos: me dio la impresión de que no estuvieron  suficientemente comprometidos con sus personajes. A la mayoría de mis compañeros les gustó Silvia Arce porque dicen que era obvia la pasión que demostró en la representación y ven gran  espontaneidad.  A mí quien me agradó mucho fue Carolina Zumbado, por razones obvias. Tuvo la capacidad de decirlo todo sin articular una palabra.

Me gusta sobremanera como ha ido evolucionando el teatro. Como ha ido desapareciendo el telón de boca por ejemplo, que por cierto parece que no existía en el teatro griego. Y ya no tenemos que preocuparnos por el tipo de telón y su significado y que si es guillotina o americano.  Digo eso,  porque me gustó mucho como se manejo la presencia de los actores y escenarios de las dos piezas simultáneamente en el escenario, el uso de la luz, los reflectores y la penumbra; y que decir del congelamiento de los actores y las actrices cuando se cambian las obras.

Fue una noche muy agradable y me gusta que se siga haciendo puestas en escenas y  que los jóvenes sigan estudiando actuación, que se sigan escribiendo obras de teatro y también que se sigan premiando y criticando el teatro que desde Tespis hasta hoy sigue con nosotros; a pesar del cine, la televisión, la computadora, las tiras cómica y sobre todo los video juegos.

                       Para la Coleccionista de Espejos:

 Franklin Perry

 

 

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