Noche de
Teatro en el Universitario
El pasado sábado 7 de
junio, 2014 nos dimos cita un grupo de amigos, en el Teatro Universitario en
San Pedro de Montes de Oca para ver Dramas Íntimos, dos piezas teatrales
del dramaturgo sueco August Strindberg: Danza Macabra y La más Fuerte
Las piezas son un déjà
vu, pues me trajeron a la memoria muchas de las películas del también sueco Ingmar
Bergman con su famosa protagonista Liv Ulman donde se expone solamente la parte
oscura de las relaciones humanas, especialmente una tan intima como el
matrimonio. También nos remite a los famosos triángulos amorosos de Ibsen y del
grupo de jóvenes creadores ingleses apodados
Jóvenes Iracundos,
encabezados por John Osborne con su famosa pieza
Look Back in Anger. Tampoco pudimos dejar de recordar a los
usamericanos: Tennessee Williams con piezas como Un Tranvía Llamado Deseo o Eugene O’Neill con Long
Day’s Journey into Night y especialmente Who’s Afraid of Virginia Woolf de
Edward Albee. Todas esas piezas parecen estar obsesionadas con lo que ahora
suelen llamar familia disfuncional.
Las versiones al
español las realizan Daniel Gallegos y
Carlos Liscano.
La dirección estuvo a cargo de Silvia Arce y ella hace también de actriz.
La sala estaba repleta, muchos jóvenes. No sé
si estudiantes de artes dramáticas pero muchos se sentaron hasta en el suelo,
estuvieron muy atentos y al finalizar la función aplaudieron con gran
entusiasmo.
Yo no salí muy contento.
Había un actor y una actriz de renombre ambos
veteranos y ganadores a varios premios. Me refiero a RUBEN Pagara y María
Bonilla. Esperaba mucho más de ellos: me dio la impresión de que no
estuvieron suficientemente comprometidos
con sus personajes. A la mayoría de mis compañeros les gustó Silvia Arce porque
dicen que era obvia la pasión que demostró en la representación y ven gran espontaneidad. A mí quien me agradó mucho fue Carolina
Zumbado, por razones obvias. Tuvo la capacidad de decirlo todo sin articular
una palabra.
Me gusta
sobremanera como ha ido evolucionando el teatro. Como ha ido desapareciendo el
telón de boca por ejemplo, que por cierto parece que no existía en el teatro
griego. Y ya no tenemos que preocuparnos por el tipo de telón y su significado
y que si es guillotina o americano. Digo
eso, porque me gustó mucho como se
manejo la presencia de los actores y escenarios de las dos piezas
simultáneamente en el escenario, el uso de la luz, los reflectores y la
penumbra; y que decir del congelamiento de los actores y las actrices cuando se
cambian las obras.
Fue una noche muy
agradable y me gusta que se siga haciendo puestas en escenas y que los jóvenes sigan estudiando actuación,
que se sigan escribiendo obras de teatro y también que se sigan premiando y
criticando el teatro que desde Tespis hasta hoy sigue con nosotros; a pesar del
cine, la televisión, la computadora, las tiras cómica y sobre todo los video
juegos.
Para la Coleccionista de Espejos:
Franklin Perry
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