Respuesta compleja y
sencilla a la vez.
Todo empieza con la vieja
costumbre de comunicación que marca un norte en el ser humano y que deberíamos
considerar como parte de su ser.
Después de lo expuesto en
distintas cuevas europeas de Altamira, y más recientemente en otras regiones
del globo, cuyos grafitos podrían considerarse literatura tendríamos que
empezar por decir la Literatura no empieza con lo medieval. Lo medieval
organizó las propuestas actuales y lo hizo desde distintos puntos de vista;
aunque es difícil imaginar que antes de este tiempo en que vivimos, que antes
del descubrimiento de la IMPRENTA que existiera literatura, o que existiera el
tema de los libros impresos. Los primeros registros se remontan al
MEDIEVO, y a todos aquellos escritos realizados principalmente en Europa
después de la caída del Imperio Romano, inicios del Renacimiento, mejor
conocidos como manuscritos.
Aunque la mayoría estuvo
compuesto básicamente hechos por escritos religiosos, que
abarca desde los escritos más sagrados hasta los más profanos, a causa de la gran amplitud espacial y temporal de este período se hace difícil hablar de la literatura medieval en términos generales sin caer en simplificaciones.
abarca desde los escritos más sagrados hasta los más profanos, a causa de la gran amplitud espacial y temporal de este período se hace difícil hablar de la literatura medieval en términos generales sin caer en simplificaciones.
Por ello, es más adecuado
caracterizar las obras literarias por su lugar de origen, su lenguaje o su
género, y en este punto, es prioritariamente el aporte de l@s descalz@s, mejor
conocidas como BRUJAS: autores ANONIMOS que, desde el anonimato realizaron la
mayor y más valiosas incorporaciones literarias. De hecho, una gran
cantidad de obras pertenecientes a la literatura medieval son, o fueron,
anónimas, por lo que podemos inferir que dadas las circunstancias a mayoría de
estos autores del y desde el anonimato fueron mujeres. Esto no es debido
únicamente a la falta de documentos de este período, sino también a que el
papel que jugaban las féminas en aquella época difiere considerablemente de la
interpretación romántica de la actualidad, sino a que los autores de ese
momento, estaban sometidos a menudo a los escritores clásicos (Cosa que al
menos en Costa Rica no ha cambiado), y a los Padres de la Iglesia Católica, cuya
tendencia es a reescribir historias, que habían oído o leído, de forma
embellecida, más que a crear historias nuevas. E incluso cuando creaban una
nueva historia no suele quedar claro quién era el autor, ya que atribuían
ciertas ideas a otros libros de otros autores. Esto hace que el nombre de los
autores individuales sea poco o nada importante y por ello, los grandes
trabajos de la época nunca son atribuidos a una persona en concreto.
Siendo el Clero Católico, el
centro intelectual de la sociedad durante la Edad Media, establezcamos que la
mayoría de los trabajos relacionados con la teología fueron el tipo de
literatura dominante predominante, razón por la que su producción literaria
fue, con sus diferencias, la más productiva. Eso es evidente por los
numerosos himnos, liturgias y paralitúrgicos, misales y estudios religiosos
llevados a cabo por estudiosos religiosos como Anselmo de Canterbury, Santo
Tomás de Aquino y Aberlard, cuyos tratados religiosos de reconciliación del
ideario griego y pagano romano con los postulados de las doctrinas de la
Iglesia Católica, y agreguemos las hagiografías, o Vidas de los Santos,
subsisten hasta hoy.
Ahí es cuando la
literatura se vuelve una realidad de vida.
Según estudios después
de la Biblia, el libro más leído es Leyenda Dorada, de Santiago de
Vorágine. También debemos tomar en cuenta que entre los franciscanos,
quienes eran escritores muy proper, diríamos hoy en día, es San Francisco de
Asís. Empero, Día de Ira (Dies Irae) y Estaba la madre (Stabat Mater), poemas
latinos de corte religioso en que no era raro encontrar poesía goliaárdica
(estrofas de cuatro líneas de versos satíricos), utilizada por algunos clérigos
para expresar su desacuerdo en algún tema. Dejemos que de ello derivaron los
juegos misteriosos, escritos normalmente controlados por las cofradías locales,
y los autos religiosos eran llevados a cabo regularmente en días festivos
determinados, a menudo durando todo el día y parte de la noche; ampliamente
difundidos en apariencia por teólogos o clericós, perdiendo el tiempo con
promulgaciones simples de una escena bíblica sola, convirtiéndose en la
explicación y expresión de los acontecimientos cruciales en la Biblia, mediante
obras teatrales
No solo la iglesia proveyó
lectura y entretenimiento: la población judía europea también produjo un cierto
número de escritores destacados y, la literatura laica en este período no fue
tan productiva como la literatura religiosa, pero gran parte del material ha sobrevivido
y poseemos hoy una gran cantidad de obras de la época, crítica con la
corrupción del clero.
Para entonces, el tema del AMOR, cobró importancia en el siglo XI, especialmente en las lenguas romances, principalmente, donde los mal llamados cantantes ambulantes, trovadores, se ganaban la vida con sus canciones, derivados de poemas de su propia autoría.
También se pueden encontrar
en este período poesías políticas, especialmente a finales de la Edad Media,
escritas tanto por clérigos como por escritores laicos, que utilizaban la forma
del goliárdico. La literatura de viaje también fue muy popular en esta época,
cuyos escritos entretenían a la sociedad con historias de fabulosas tierras (si
no embellecidas, muchas veces falsas) más allá de las fronteras que la mayoría
de las personas nunca habían cruzado. Cabe destacar la importancia de los
peregrinajes en esa época, especialmente el de Santiago de Compostela, fuente
de fábulas e historias influidas por la prominencia de los Cuentos de
Canterbury, de Geoffrey Chaucer…
Para La Coleccionista de Espejos: Gaby
P.
Corregido por AKM
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