viernes, 9 de mayo de 2014

Palabras de larga noche...

 Guadalupe Urbina…
El veintinueve de abril, después de meses de arraigo fuera del país, o dentro de mí misma,  fui a la presentación de la presentación del poemario, no sé si el primero de la autora guanacastica, como diría Santiago Porras, Guadalupe Urbina pero si una revelación sobre todo sabiendo que estoy  acostumbrada a escucharla cantar con los mismos bajos y agudos de las tinajas con agua, las marimbas y el trinar de los pájaros antes de las lluvias y todos sabemos que la lluvia es una piel…, huele a huele a eso: al arrullo de tierra mojada…y es un mundo que no es común ni convencional…
Sobre el tema
 En realidad un poemario es eso, el mundo particular de su autor del que podemos desprender sus características personales sin poses ni engaños: Guanacasteca, miembro de un linaje femenino indígena si se quiere, que ha recogido abundantemente mediante su música, pintura y ahora poesía llena de color y sencillez que ha aprendido a modular del mismo parecer que ella canta: con todo dominio del ritmo, sonoridad y convencimiento de aquello que se ama porque es un instinto que viene de muy lejos, y es que las viejas leyendas de la matricia, según dijo Guadalupe Urbina, hablan de mujeres de barro que conocían los desiertos del alma
que los sobrevivientes de la gente de los tres mundos: la indígena, la negra y la colonizadora, cualquiera que esta fuera, fundieron en una corriente de vida que luego fue oculta en tinajas de barro que zumban como las marimbas al anochecer un eco que solo ellas, las mujeres de barro, pueden despertar con un conjuro que los ANTIGUOS SAMUNFOS, dan a sus vestales en forma de lluvia que nos limpia el alma cuando la escuchamos vibrar sobre la piel de la madrugada que deja atrás la inmensa soldad, (Termino que uso totalmente a propósito) de la noche que nos funde en seres nuevos cada vez que despertamos…
Es válido entonces decir que el título, no me gusta pero juega maravillosamente bien con todos los elementos de creación poética presentes en el poemario.
Anduve siempre doblando la cintura
detrás de su rayo agitado con peluches…
 
Sobre el libro
En el antiguo arte del poeta y la poesía, una condición indispensable es la clarividencia de ver el pasado que, en mi opinión precede el talento y es el motor creador favorito de las musas
Cada vez que digo amor
digo bocas que cantan
rostros que buscan
en medio de la desidia de la tarde
 que decidió guardarse la lluvia para escucharlas
 para no apagarlas con su inmensa música impermeable
Simple y sencillo, el poema se reconoce aun dentro de la cotidianidad, lo cual no es fácil sobre todo tomando en cuenta que la mayoría de la multitud poética que nos rodea carece completamente de sentimiento y se deslizan por la aparente creación poética sin capacidad de más comunicación que la acumulación de ideas,  y la inferencia caótica de las relaciones de amistad que, perpetuán lo malo en función de la estética.  Este no es el caso. Sólido, como lo sería en su momento una pared de bahareque, estas Palabras de larga noche, se construye entre la argamasa del conocimiento interior y la experticia del oído que, como decía Zúñiga marca una diferencia con todo lo demás:
Ha llovido toda la noche.
Un mosaico de pájaros evaporados en mi patio
con huellas que le muestran su ruta al sol
sus sonidos indecisos.
De todas maneras la luz se está haciendo.
Rítmico, cálido y armonioso. 
En efecto.
Mientras las metáforas se desgranan en secuencias de ese ritmo cadencioso y contumaz del agua, desnuda, cayendo de una voz ancestral que, antiguamente las primeras matricias guardaban en tinajas de barro colorado para, entre otras cosas, mantenerla siempre fresca al tacto del viajero cansado…
Yo no te busco, porque de este lado del paraíso
 ya te encontré y ahora busco no encontrarte
 como una caminante que teme llegar
 algún día a algún lugar y convertirse
en pared de alguna habitación cuadrada
 en donde vos estas a solas
y me dejas impregnada de esa soledad pestilente.
Sobre el libro
Hay agüizotes aquí.
Un hechizo sutil que deslumbra la noche creadora que es también parte de la poesía: decir las cosas sin miedo, a cualquier edad, sin que nos preocupe el que dirán de academicismos que lo único que pueden hacer es entender, conocemos casos concretos en que  es así, reinterpretar un sentimiento que saben que existe pero que es imposible que reconozcan, menos sentir ese golpeteo sutil de la iluminación poética cayendo en la piel; porque la poesía es como el azogue y el azogue es como el agua, muéstreme dos cosas más difíciles de engarzar y sin embargo tan imprescindibles en un buen texto..
 
Lejana estas a mi lado
y es mejor que tenerte al lado inalcanzable…
El libro,  como el canto de las madrugadas que componen la música que inunda, en particular de Guadalupe Urbina, es una visión muy poco casual que dice: ¿Dónde estás? ¿En una burbuja de sol, o en algún lugar donde decir amor es lo mismo que decir desierto?
… si no conociera el desierto, podría decir, que es lo mismo que una flor que se abre deshojándose, al final solo deja la planicie, deshojándose…
Pensándolo bien, si me gusta el título.
Magnífico libro. Sin ausencias ni lejanías…
Para La Coleccionista de Espejos:
                                         Dlia Mc Donald Woolery

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