Ayer,
hace 41 años, fallece uno de los artistas plásticos más prolíficos y
controvertidos del siglo XX, participante desde el comienzo de la génesis de
muchos movimientos artísticos que ejercieron una gran influencia en otros
grandes artistas de su tiempo. Su nombre fue Pablo Ruiz y Picasso, pero fue conocido como Pablo
Picasso, pintor y escultor español. Además, abordó otros géneros como el dibujo,
el grabado, escultura, la cerámica, la ilustración de libros, y el diseño de escenografía y vestuario para
montajes teatrales.
En resumen Pablo Diego José Francisco de Paula Juan Nepomuceno Cipriano de la
Santísima Trinidad Ruiz Picasso, (según su certificado de nacimiento) o
Pablo Diego José Francisco de Paula Juan Nepomuceno María de los Remedios
Crispiniano de la Santísima Trinidad Ruiz Picasso (según su partida de
bautismo), nace el 25 de octubre de 1881 en Málaga, España, siendo el primogénito
de José Ruiz y Blasco, de quien se sabe
que quiso ser artista y termina siendo profesor de dibujo en la escuela San
Telmo, y de y María Picasso López, una madre tan imponente que su carácter quedó
plasmado en el único retrato que le pintó en 1923, en el seno de una familia
burguesa. Tuvo dos hermanas, Dolores
(1884-1958) y Concepción (1887-1895).
Después de
su primer óleo, El pequeño picador, 1889, a los ocho años, tras una corrida de
toros y bajo la dirección de su padre, pintó más de 200 cuadros, su obra se
incluye en casi todos los museos alrededor del mundo, se declaraba políticamente
pacifista y sin embargo, fue miembro tanto del Partido comunista español como
del francés hasta su muerte; 8 de abril de 1973 en Mougins, Francia, y junto
con George Braque y Juan Gris
fue creador del MOVIMIENTO CUBISTA.
Está enterrado en el Parque del Castillo de VAUVENARGUES, Bouche du Rhode,
junto a otros grandes de antes y después de su tiempo.
En
1891, la familia abandonó Málaga, cuando el padre fue nombrado profesor en el
Instituto de LA CORUÑA. Allí, a
los diez años, el joven Ruiz trabajó en sus dibujos y mostró una fuerte
confianza en sí y en sus dotes. Sus primeros trabajos, de un realismo vigoroso
y casi feroz, mostraban una temprana predilección por los personajes populares,
que se intensificaron cuando en enero de 1895, fallece su hermana Concepción, y
en septiembre su padre obtuvo una cátedra en La Lonja, Escuela de
Artes y Oficios de Barcelona, donde Pablo fue admitido y cursó estudios durante dos años, lo que le
condujo a pintar, quizás por complacer a su padre, una serie de cuadros en los
que el academicismo sentimental del estilo sorprendía tras la vitalidad de los
retratos que había realizado en La Coruña.
Estudiante
brillante y precoz, a la edad de catorce
años, superó en un solo día, el examen de ingreso en la Escuela de Bellas Artes
de Barcelona, y se le permitió saltarse las dos primeras clases. De ahí nace la
leyendas de que tras reconocer el extraordinario talento de su hijo, el padre le
entregó sus pinceles y su paleta y renunció de por vida a volver a pintar.
Desde siempre su vida fue leyenda e
incredulidad: en 1911 durante su estadía
en la ciudad de París, Picasso formó parte de un círculo de amigos distinguidos
formado André Breton, Guillaume
Apollinaire, Alfred Jarry; y Gertrude Stein. Apollinaire fue arrestado bajo
sospecha de haber robado la MONA LISA, en el Louvre, y ser parte de una banda
internacional y como era bien sabido la tirria que se llevaban Apollinaire
señaló a su amigo Picasso, quien también fue llevado a un interrogatorio pero
ambos fueron exonerados más tarde.
En el invierno de 1895
realizó su primer gran lienzo académico, La
primera comunión, (Museo Picasso, Barcelona), en Barcelona, ciudad en
la que residió unos nueve años, hasta que en septiembre, marchó a Madrid para
iniciar estudios en la Academia de San Fernando, que pronto abandonó porque la
atmósfera intelectual de la capital, era impermeable al MODERNISMO CATALAN que en
1901Picasso intentó introducir con la creación de la revista Arte Joven, que tuvo una existencia
bastante breve. No obstante, aprovechó para conocer mejor la obra de El Greco.
El uso del nombre Picasso comenzó en 1898 cuando
firmaba sus obras como Pablo Ruiz Picasso, luego Pablo R. Picasso, y sólo como
Picasso, a partir de 1901, y no fue por un rechazo a la figura paterna; antes
bien obedecía al deseo de Picasso de distinguirse como personaje, iniciado por
sus amigos catalanes, que tomaron la costumbre de llamarlo por el apellido
materno y no por el paterno.
Enfermo de escarlatina volvió a Barcelona en
junio de 1898, y se trasladó a Horta de Ebro, hoy Horta de San Juan, pueblo de su amigo Manuel Pallarés, donde se
reencontró con las raíces primordiales del país y con un cierto retorno a la
naturaleza, más en consonancia con el ideario modernista, lo que constituyó uno
de los primeros episodios «primitivistas» de su carrera. Por ese mismo tiempo
abandona el propósito de vivir en Madrid
para dedicarse a copiar a los grandes maestros. Barcelona lo ve llegar en
febrero de 1899 y era frecuente su presencia en la cervecería ELS QUATRE GATS,
mismo lugar donde se reunía casi toda la bohemia modernista pero además el
lugar donde realizó su primera
exposición individual. En este ambiente, tras entrar en contacto con la miseria
reinante en los barrios bajos de Barcelona, los soldados enfermos y heridos que
volvían a España tras la Guerra de Cuba, la violencia social sin duda marcó, a
un nivel individual y moral más que puramente político, la sensibilidad de
Picasso, y que pueden ser apreciados en ciertos dibujos realizados en El prisionero, 1897 y Un miting anarquista, 1901.
En él son distinguibles muchos periodos, pero
el más importante es el AZUL, de 1901 a 1904, nombre que proviene del color que
domina la gama cromática de las pinturas, y tiene su origen en el suicidio de
su amigo Carlos Casagemas, 17 de febrero de 1901, que lo dejó lleno de dolor y
tristeza, la división del cuadro en tierra y cielo, cuerpo y espacio recuerda a
El Greco, en el Entierro del Conde de Orgaz.
Obviamente también están presentes Van Gogh, sobre todo a un nivel
psicológico, y Gauguin de quien también tomaría la simplificación de volúmenes
y contornos definidos que hacen pensar en una concepción universal de la
sentimentalidad.
Hacia
finales de 1903 Picasso empezó a pensar que sólo estableciéndose
permanentemente en Francia su reputación superaría las fronteras de España.
En
abril de 1904 Picasso se instaló en el Bateau-Lavoir, París, en un taller que
su amigo escultor Paco Durrio estaba por dejar. Allí reanudó su contacto con Ricardo
Canals, con quien aprendió la técnica
del aguafuerte, Ramón Pichot y Germaine, la bailarina por la cual su amigo
Casagemas se había suicidado también tenían ese zonaje. Ese mismo año, en
agosto, en concreto, conoce a Fernande Olievier (1881-1966), su primera compañera
sentimental, y su fuente de inspiración hasta 1910, aunque su relación no
acabaría definitivamente hasta 1912.
Del
25 de febrero al 6 de marzo de 1905 expuso en la Galería Sérurier sus primeras
telas rosas. La crítica habló del anuncio de una transformación luminosa de su
talento; tras el dramatismo de la época azul, Apollinaire describió las obras
del período rosa en la Revue immoraliste: Bajo
los oropeles destellantes de sus saltimbanquis, se siente verdaderamente la
piedad de las gentes del pueblo, versátiles, astutos, mañosos, pobres y
mentirosos. Según dijo Fernande
Olivier, Picasso parecía amar aquello para lo que no estaba hecho, aquello que
era diferente a él: los gitanos, las corridas de toros, los cabarets turbios,
los payasos y el mundo del circo; amaba y se sumergía con delicia en todo
aquello que tenía un color local violento.
Su evolución
posterior hasta el cubismo es un proceso que internet documentará mejor que yo.
Mi propósito era tan solo introducir un homenaje a uno de mis pintores favoritos.
Para La Coleccionista de Espejos: YKM
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