Querido Dr.
Corazón
Soy una chica confundida y atormentada por las creencias religiosas que me
fueron implantadas a golpes, tanto por mi madre Que de Dios goce y me haga el
milagro de guardármela donde no me moleste y de la escuela de monjas, sobre
todo la una, dos y tres que solían perseguirme por ahí, para que además de sus
consejos aceptara sus favores. —Bueh, eso
es otra cosa; porque lo que en realidad me perturba es la truculenta relación
de odios y frustraciones que siempre tuve con mi padre que, cuando descubrí las
virtudes y desvergüenzas del otro sexo, me trajo al orden con una frasecita
proverbial y anónima: —M’hija; recuerde que la mujer DEBE ser deseada
y no sobrada. Y listo comenzaron los problemas… a partir de ahí vivo en
una resbaladilla constante entre una cosa y la otra, ¿usted podría, por favor
aclarar las cosas a esta pobre Alma en pena?
Querida Alma en pena:
Cuando yo crecía, y fue ayer, que quede claro, a diario me decían esa
frase que ignoré hasta que crecí, y tuve mi propia hija que me hizo florecer
las canas y las ganas de asesinar cuando veía una el tipo de patógenos que escogía
como novios, hasta que vino la consecuencia lógica: La mujer debe ser deseada y
no sobrada…
Bien. No en balde me expulsaron de tres
escuelas católicas, una misionera, dos adventistas, me graduaron de colegio
privado y me doctoré en enseñanza. A ver:
1.
Ninguna, de millones de cosas se me
vinieron a la cabeza, era positiva o justificara tanta burrada expresada en tan
pocas palabras.
2.
Volví a sentir repudio. A dudar por
un rato: ¿podía en tan corto lema haber un truco que yo, ser mujer no entendía?
3.
Recurrí a mi cuaderno de sarcasmo, porque
en esa materia, gracias a mi papito, soy toda una profesional pero no había
nada de nada oculto. Simplemente es una más de las estupideces que suelen usar
ciertos, porque no son todos, hombres para hacernos sentir mal
Entonces volví a la fuente original:
·
Lave que te lave platos, mi madre dijo; a
mi dijeron lo mismo. Así que paso
·
Retorciéndose el antiguo fortachón bigote
mi tata, dijo: A mí lo dijo ella, y muy Pilatos, señaló a la rezadora
consuetudinaria de mi abuela; y esa que iba a decir si de fijo no se acordaba
ni para que servían los pelos del elote
Bueno. Cuando todo falla, están las de La Co,
sección brujas eméritas, cuyas horas de vuelo en escoja es temida por más de un
inocente incauto marido; máxime ahora que nos falta doña Clo:
Primero la Anne; porque es la actual
poseedora del Zanate de Oro y vive a cuatro cuadras: La mujer debe ser deseada pero no
sobrada… le dije. Sus malévolos ojos se entornaron y dijeron: A mí
me lo contaban para dormir, y yo le digo a mi hija que se es sobrada cuando el
seudo novio le dice a una, sos la mujer de mi vida pero…desparece los fines de
semana o tiene la consabida: somos muy peo muy buenos amigos… Ahí sí que sobra
una: Yo. Jálelo…
Después la Grace: La mujer debe ser deseada pero no
sobrada…y ella con esa formidable propensión que tiene hacia la comida,
simplemente dijo:-Casi siempre soy el plato fuerte, y nunca pido ensaladas de
no ser necesario…What?...Permiso estoy estudiando pa’un juicio…Espérate a la
salida, le dije antes de jalar
Entre berrinche y pataleta tirada en el
suelo y todo, La Darling, simplemente dijo:
—No y no y no y no… nunca sabré a qué se refería pero supongo que era al
tema en cuestión, aunque en ella, quién sabe, o si seguía la estúpida discusión
con uno de los hijos sobre e uso y control del cable…
Las chicas, Kat y Syl: La
mujer debe ser deseada pero no sobrada…-¡Uuuuy! Eso está más chueco que una
final a penales de cero entre la Liga-Heredia…¡Y tenían que salir con
esa salvajada!... El lunes me la pagan.
Yann siempre es más ecuánime que Anne, en
ciertas cosas, por lo que no es de sorprender su respuesta: -Simple error de construcción
gramatical. Y lo mismo dijo Gaby Sol. La Dell, y es mi queja personal, me trató exactamente
igual que a uno de los innombrables: no me dijo ni mus. Siguió en lo suyo. Así
que humillada me fui pa’dónde los hombres de La Co; que después de hacer su
concilio papal, la respuesta de Julio C,
Julio el de Rakel, Juan Domingo, Migue, y demás consortes de las brujas
asignadas fue muy cautelosa y se comprende: todos tienen novia, suegras, tías,
esposas, e hijas en una relación de siete a uno, de la respuesta que den
depende literalmente un mejor calidad de vida social y reproductiva, sin
embargo, hubo uno que salió en defensa de los de la camada: Ron Ramón:
—Algunos pensaran que exagero, pero de verdad no logro concebir que sigamos
escuchando este tipo de “lemas” y peor aún que sigamos poniéndolos en práctica.
Cuando me topé por primera vez con esta frase, mi cerebro automáticamente
tradujo: La mujer no debe desear, no puede expresar y mucho menos actuar en
función de sus sentimientos. Me parece que el tema delicadísimo. Me
preocupa y me ocupa que algunas amigas se lo tomen a la ligera y otras más
hasta lo apliquen como estrategia de seducción…—Venenoso. Ahora ya sé por quién
votaría en caso de que necesitáramos un presidente… El caso es que el zorro ese
me llevó a pensar que: pobres aquellas mujeres que bloquean sus emociones.
Pobres aquellas mujeres que renuncian a desear por una “huevonada
“social. Pobres mujeres que se prohíben acercarse a sus pasiones. Me
pregunto, cuántas mujeres habrán renunciado a tomar la iniciativa? De cuántos
maravillosos e irrecuperables momentos nos hemos privado por creer que la mujer
no debería sentir, no debería decir, no debería hacer.
Será acaso el miedo al rechazo lo que ha
promovido este espantoso lema por generaciones y generaciones. “Es que si
le digo que me gusta, se va a asustar y va a salir corriendo.” “Lo acabo
de ver y ya me hace falta, pero si le digo que me hace falta, va a pensar que
soy una pega y va a salir corriendo.” “Es que si le digo que le quiero dar un
beso, se va a poner a jugar de vivo y va a salir corriendo.” PUES NO! No
son tantos los corredores en este país. Es más estoy segura que somos mayoría
los que nos mueven el piso con divina combinación de carácter, seguridad y
personalidad. Reprimirse los sentimientos no resuelve nada, solo complica
las cosas. Nos hace dudar, nos encierra y acabamos perdiendo nuestra libertad
de sentir. Triste, cierto y reprochable.
Por más trillado que suene, la manera más
fácil de ser felices es siendo quien mejor podemos ser. Siendo nosotros mismos.
Naturalmente esto implica sentir solo en función de lo que la tripita nos dicte
y hacer con nuestros 5 sentidos y por qué no hasta con un poco de sin
sentido. No pretendamos ser el ideal de nadie, no actuemos en función de
lo que la sociedad entienda como correcto. Hagamos con la entraña que esa nunca
se equivoca. Nada de esto garantiza éxito, pero no hacerlo nos aleja de nuestra
esencia, amarrándonos a algo que no somos.
Evitemos mimetizar nuestras emociones.
Alguien (probablemente más de uno) va a disfrutar nuestro verdadero color tal y
como es. Sepamos que no hay una manera correcta de tener un gesto bonito. No
hay “muy rápido”, ni hay “muy despacio”. No hay “muy pronto” ni momentos
correctos. Siempre es un buen momento para tener un bonito gesto y al menos a mí
me enseñaron que un gesto bonito se responde con un bonito gesto. También me
enseñaron que es acto universal, todos estamos invitados hombres y mujeres por
igual. Afortunadamente entendí que NO hay espacio donde el hombre pueda y la
mujer no. No nos intimidemos con los bonitos gestos. Aceptemos que un
gesto de cariño, no es nada más que eso. No interpretemos. No malinterpretemos.
Disfrutémoslos como son, pensarlo demasiado arruina el momento. No
perdamos la capacidad de bien expresarnos, salgamos y propongámonos
tener gestos bonitos y responderlos como mejor podamos. Aprendamos a hacer bien
y bien vamos a recibir. A nadie le cae mal una sonrisa, a nadie le cae mal
saber que alguien más se acuerda de uno de vez en cuando y eso no quiere decir
nada más que eso. Para alguien estamos ahí, para alguien somos un presente.
Sepamos agradecerlo.
—-Habiendo dicho esto, he decidido entonces que me quedo con las mujeres
sobradas y no las deseadas. Me quedo con las valientes. Me quedo con las
decididas. Me quedo con las seguras, las que han perdido el miedo. Me quedo con
las sobradas porque de sobradas no tienen nada. Me quedo con las mujeres libres
porque saben lo que quieren y más importante aún, porque saber cómo querer…
Finalmente Ron Ramón, me dio una respuesta
que es la me gusta y te ofrezco, mi querida Alma en Pena: —Me quedo con ellas porque han
aprendido que la felicidad empieza de la piel pa’adentro.
Para La Coleccionista de Espejos: Ana
Lucia Fernández…
No hay comentarios:
Publicar un comentario