domingo, 7 de julio de 2013

45Revoluciones por minuto...

1.-Nombre de bautizo:

Santiago Porras Jiménez

2. Currículo resumido:
 
Costa Rica, 1951. Agrónomo costarricense con estudios en Agronomía y Valuación en la Escuela Agrícola Panamericana,  el Instituto Tecnológico de Monterrey y la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. Ha publicado los libros de cuentos: Cuentos de ayer, de hoy y de nunca; Cuentos guanacasticos y El regreso es parte del viaje; y la novela-historia: Avancari. También fungió como recopilador del libro Allá en el Zamorano.

3.-¿Cree que existe la literatura escrita por mujeres o por hombres?
 
No veo las cosas así, el que escribe es un ser humano, lo que hace que los escritos sean diferentes es el entorno, la experiencias y la asimilación del autor a esas experiencias, el género puede ser otro factor más de diferenciación.
 
4.-¿Cómo conoció a Francisco Zúñiga D.?¿Cómo fue su relación con él y cómo fue el aprendizaje de escritor de ese escritor?
 
De su labor como maestro supe porque me lo contó el poeta Marco Aguilar. Llegué a su taller solo y me incorporé con mucho entusiasmo al trabajo que hacían allí. Mi relación fue de admiración y cariño hacia él. Hoy le guardo gratitud a su memoria. Don Francisco observaba con atención el trabajo del aprendiz y conforme al potencial que advertía lo iba guiando en lecturas y dándole sugerencias más allá de las correcciones que le hacía todo el grupo a los escritos que  presentara en el taller. Con él era fácil aprender porque su método consistía en guiar al alumno para que él fuera el que “descubriera” su verdadera vocación. Es uno de los pocos sabios que he conocido personalmente.
 
5.- ¿Música que más le gusta?
 
Folklore latinoamericano, sobre todo el de Sudamérica. Esa melancolía que destila es muy afín con mi ánimo. Por supuesto me interesan las buenas letras, pero sobre todo que digan.
 
6.- Como lector, ¿Cuál es la literatura que más le gusta?
 
Más que un tipo de literatura a mi me gustan o no los libros. Cada libro es un reto aparte. Sí debo reconocer que suelo ser conservador en mi gusto, solo un experimento ingenioso logra atraparme. Eso sí, no soy lector de historias lentas, excesivamente descriptivas, a  menos que lo hagan con buenas imágenes y una buena prosa. Soy un lector perezoso de seguirle el juego a los que dilatan oficiosamente una historia. Poesía leo muy poco, debe ser diáfana y profunda.
 
7.- Como lector ¿Qué cosas le diría a un lector, si tuviera oportunidad? ¿Qué secretos se compartirían?
 
Nada. Uno puede intercambiar pareceres sobre lecturas con un amigo al que le conoce sus gustos o aficiones, pero a un lector ficticio no me atrevo a decirle nada, sería  muy aventurado.
 
Encuentros y des-encuentros literarios
 
 8.- Publicar por publicar o hacerlo por asesoría de los amigos y/o de los denominados conocedores famosos
 
•             ¿Qué opina de escribir para recibir premios o ser reconocido como autor?
 
No se escribe para eso, pero si llegan los premios y el reconocimiento (esencialmente a la obra) bienvenidos.
 
•             En su opinión:  ¿Qué define a un buen o mal autor?
 
No soy especialista en literatura, soy un lector hedonista, me guío por mi gusto, con mis limitaciones y mis afinidades estéticas; algo tal personal y, desde luego, subjetivo, me impide calificar a un autor de bueno o malo. Desde luego, sí advierto cuando alguien cree que cualquier cosa que se le ocurre es digna de publicarse, a ellos simplemente no los  sigo leyendo.

9.- Vista la luz; ¿Cómo es el acento de Santiago Porras como escritor? ¿El ser humano que opina de ser escritor en Costa Rica?

 Como en cualquier lado, salvo pocas excepciones y generalmente en países con latas poblaciones de lectores,  donde se pueden  hacer ediciones grandes,  es una actividad que solo se explica por la vanidad y la ignorancia de quienes escribimos. Esto lo digo basado en la desbordada autoestima que percibo en algunos escritores, la que en mi caso trato de disimular.

10.-¿Cuál es la visión de su libro mientras lo escribe? ¿Qué espera obtener? ¿Lo influencian autores consagrados o los personajes?
 
Mi intención es extraer de la experiencia o la imaginación una historia y contármela de manera interesante y coherente. Es decir, sigo la idea de Hemingway, escribo para mí y publico para los demás.
 
11.- Este último libro; Avancari, ha desatado muchas pasiones, ¿Cómo se siente al respecto? ¿Se da cuenta de que descubrió un nuevo uso de comunicación y de lenguaje? ¿Qué piensa al respecto?
 
Soy el menos indicado para hablar de Avancari, pero aclaro que la forma en que se escribió responde a la necesidad de decir lo que allí se dice. Eso sí, debo reconocer que me ha dado mucha satisfacción lo que su publicación ha generado: buenas ventas para nuestro medio y  más de una decena de  reseñas que, sin mi mediación, se han escrito sobre esa novela; por cierto, solo una de ellas claramente adversa, en la que, curiosamente, se me recomienda hacer lo que me había propuesto  no hacer. La aceptación de los lectores de la novela y la divulgación que ha merecido en distintos medios me permite concluir que pese a la forma fragmentada en que se escribió su lectura es fluida. He recibido, de lectores comunes, criterios de todo tipo sobre ella.
 
12.- En lo tocante a los personajes, ¿Cuál considera que es el mérito de ellos?
 
No me atrevo a calificarlo de mérito, pero de los personajes le toca al lector deducir su caracterización a partir de ráfagas o esbozos de sus actos y manera de pensar.  Una cicatriz de un machetazo en una mano, sin que sepa como sucedió, da entender que se está ante un hombre belicoso y resuelto. Los que cambian de actitud son los que se conocen como bisagras.
 
13.- Escribir desde la apertura parece ser la constante en su obra, ¿Es eso cierto?
 
Si, quisiera sorprender al lector con algo que no esperaba. No es así en todos mis escritos pero lo busco en la mayoría. Eso lo hago no solo para despertar un interés adicional a la historia relatada sino para que sea un elemento nemotécnico, claro, no ignoro que eso no se logra con todos los lectores.
 
14.- Para mí, como extranjera, acostumbrada al género epistolar antes de la llegada de la tecnología, la mujer que escribe las cartas es simbólica, ¿Usted se la imaginó alguna vez de cuerpo presente? ¿Es la misma que usted esperaría encontrar en algún momento? En un futuro, ¿seguirían carteándose? ¿Qué se obtendría de un evento semejante?
 
La elección de una voz epistolar busca asignarle a ella la descripción de un medio ambiente y de las costumbres cotidianas vistas desde  la curiosidad de unos ojos extranjeros. En la novela se acude a voces para narrar, más que a personajes, pero claro entiendo que los lectores imaginen al personaje detrás de esa voz. Al no describirlas dejo a la imaginación del lector sus fisonomías. Como la novela principalmente abarca lo que ocurre durante el año 1911, es dado suponer que esa correspondencia continuará. Por cierto, no es una correspondencia correspondida dentro de la novela porque para efectos de lo que se quiere decir lo que responda la otra mujer no se consideró relevante.
 
15.- Los mineros, los capataces, la búsqueda de oro, todo un juego social que responde a necesidades individuales; ¿Con cuál se identifica usted?

Con la voz del minero viejo. Esa es la voz de todos los mineros que dejó cesante la actividad minea, principalmente en Abangares y que, de alguna manera, es también la voz anónima de todo un pueblo que se supo inmensamente rico, pero al que la clase política y los empresarios extranjeros, le birlaron miles de millones de dólares en oro, ante sus propias narices, sin que pudieran hacer nada y sin recibir un beneficio significativo y proporcional a la inmensa cantidad de oro que se extrajo de Abangares, cuyas estimaciones, porque la contabilidad fue, sospechosamente, muy deficiente, van desde las cien hasta las cuatrocientas toneladas de oro...


Para La Coleccionista de Espejos:
                         L.Navarro...  

 

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