Santiago Porras
Jiménez
2. Currículo resumido:
Costa Rica, 1951. Agrónomo
costarricense con estudios en Agronomía y Valuación en la Escuela Agrícola
Panamericana, el Instituto Tecnológico
de Monterrey y la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. Ha publicado los
libros de cuentos: Cuentos de ayer, de hoy y de nunca; Cuentos guanacasticos y
El regreso es parte del viaje; y la novela-historia: Avancari. También fungió
como recopilador del libro Allá en el Zamorano.
3.-¿Cree que existe la literatura escrita por mujeres o por
hombres?
No veo las cosas así, el que escribe es un ser humano, lo que hace que
los escritos sean diferentes es el entorno, la experiencias y la asimilación
del autor a esas experiencias, el género puede ser otro factor más de
diferenciación.
4.-¿Cómo conoció a Francisco
Zúñiga D.?¿Cómo fue su relación con él y cómo fue el aprendizaje de escritor
de ese escritor?
De su labor como maestro supe porque me lo contó el poeta Marco
Aguilar. Llegué a su taller solo y me incorporé con mucho entusiasmo al trabajo
que hacían allí. Mi relación fue de admiración y cariño hacia él. Hoy le guardo
gratitud a su memoria. Don Francisco observaba con atención el trabajo del
aprendiz y conforme al potencial que advertía lo iba guiando en lecturas y
dándole sugerencias más allá de las correcciones que le hacía todo el grupo a
los escritos que presentara en el
taller. Con él era fácil aprender porque su método consistía en guiar al alumno
para que él fuera el que “descubriera” su verdadera vocación. Es uno de los
pocos sabios que he conocido personalmente.
5.- ¿Música que más le gusta?
Folklore latinoamericano, sobre todo el de Sudamérica. Esa melancolía
que destila es muy afín con mi ánimo. Por supuesto me interesan las buenas
letras, pero sobre todo que digan.
6.- Como lector, ¿Cuál es la literatura que más le gusta?
Más que un tipo de literatura a mi me gustan o no los libros. Cada
libro es un reto aparte. Sí debo reconocer que suelo ser conservador en mi
gusto, solo un experimento ingenioso logra atraparme. Eso sí, no soy lector de
historias lentas, excesivamente descriptivas, a
menos que lo hagan con buenas imágenes y una buena prosa. Soy un lector
perezoso de seguirle el juego a los que dilatan oficiosamente una historia. Poesía
leo muy poco, debe ser diáfana y profunda.
7.- Como lector ¿Qué cosas le
diría a un lector, si tuviera oportunidad? ¿Qué secretos se compartirían?
Nada. Uno puede intercambiar pareceres sobre lecturas con un amigo al
que le conoce sus gustos o aficiones, pero a un lector ficticio no me atrevo a
decirle nada, sería muy aventurado.
Encuentros y des-encuentros literarios
8.- Publicar por publicar o hacerlo por
asesoría de los amigos y/o de los denominados conocedores famosos
• ¿Qué
opina de escribir para recibir premios o ser reconocido como autor?
No se escribe para
eso, pero si llegan los premios y el reconocimiento (esencialmente a la obra)
bienvenidos.
• En su
opinión: ¿Qué define a un buen o mal autor?
No soy especialista en literatura, soy un lector hedonista, me guío por
mi gusto, con mis limitaciones y mis afinidades estéticas; algo tal personal y,
desde luego, subjetivo, me impide calificar a un autor de bueno o malo. Desde
luego, sí advierto cuando alguien cree que cualquier cosa que se le ocurre es
digna de publicarse, a ellos simplemente no los sigo leyendo.
9.- Vista la luz; ¿Cómo es el acento de Santiago Porras como escritor? ¿El ser humano que opina de ser escritor en Costa Rica?
Como en cualquier lado, salvo pocas excepciones y generalmente en países con latas poblaciones de lectores, donde se pueden hacer ediciones grandes, es una actividad que solo se explica por la vanidad y la ignorancia de quienes escribimos. Esto lo digo basado en la desbordada autoestima que percibo en algunos escritores, la que en mi caso trato de disimular.
10.-¿Cuál es la visión de su libro mientras lo escribe? ¿Qué espera obtener? ¿Lo influencian autores consagrados o los personajes?
Mi intención es
extraer de la experiencia o la imaginación una historia y contármela de manera interesante
y coherente. Es decir, sigo la idea de Hemingway, escribo para mí y publico
para los demás.
11.- Este último libro; Avancari,
ha desatado muchas pasiones, ¿Cómo se siente al respecto? ¿Se da cuenta de que
descubrió un nuevo uso de comunicación y de lenguaje? ¿Qué piensa al respecto?
Soy el menos indicado para hablar de Avancari, pero aclaro que la forma
en que se escribió responde a la necesidad de decir lo que allí se dice. Eso
sí, debo reconocer que me ha dado mucha satisfacción lo que su publicación ha
generado: buenas ventas para nuestro medio y más de una decena de reseñas que, sin mi mediación, se han escrito
sobre esa novela; por cierto, solo una de ellas claramente adversa, en la que,
curiosamente, se me recomienda hacer lo que me había propuesto no hacer. La aceptación de los lectores de la
novela y la divulgación que ha merecido en distintos medios me permite concluir
que pese a la forma fragmentada en que se escribió su lectura es fluida. He
recibido, de lectores comunes, criterios de todo tipo sobre ella.
12.- En lo tocante a los personajes, ¿Cuál considera que es
el mérito de ellos?
No me atrevo a calificarlo de mérito, pero de los personajes le toca al
lector deducir su caracterización a partir de ráfagas o esbozos de sus actos y
manera de pensar. Una cicatriz de un
machetazo en una mano, sin que sepa como sucedió, da entender que se está ante
un hombre belicoso y resuelto. Los que cambian de actitud son los que se
conocen como bisagras.
13.- Escribir desde la apertura parece ser la constante en
su obra, ¿Es eso cierto?
Si, quisiera sorprender al lector con algo que no esperaba. No es así en
todos mis escritos pero lo busco en la mayoría. Eso lo hago no solo para
despertar un interés adicional a la historia relatada sino para que sea un
elemento nemotécnico, claro, no ignoro que eso no se logra con todos los
lectores.
14.- Para mí, como extranjera,
acostumbrada al género epistolar antes de la llegada de la tecnología, la mujer
que escribe las cartas es simbólica, ¿Usted se la imaginó alguna vez de cuerpo
presente? ¿Es la misma que usted esperaría encontrar en algún momento? En un
futuro, ¿seguirían carteándose? ¿Qué se obtendría de un evento semejante?
La elección de una voz epistolar busca asignarle a ella la descripción
de un medio ambiente y de las costumbres cotidianas vistas desde la curiosidad de unos ojos extranjeros. En la
novela se acude a voces para narrar, más que a personajes, pero claro entiendo
que los lectores imaginen al personaje detrás de esa voz. Al no describirlas
dejo a la imaginación del lector sus fisonomías. Como la novela principalmente
abarca lo que ocurre durante el año 1911, es dado suponer que esa
correspondencia continuará. Por cierto, no es una correspondencia correspondida
dentro de la novela porque para efectos de lo que se quiere decir lo que
responda la otra mujer no se consideró relevante.
15.- Los mineros, los capataces, la búsqueda de oro, todo un
juego social que responde a necesidades individuales; ¿Con cuál se identifica
usted?
Con la voz del minero viejo. Esa es la voz de todos los mineros que
dejó cesante la actividad minea, principalmente en Abangares y que, de alguna
manera, es también la voz anónima de todo un pueblo que se supo inmensamente
rico, pero al que la clase política y los empresarios extranjeros, le birlaron
miles de millones de dólares en oro, ante sus propias narices, sin que pudieran
hacer nada y sin recibir un beneficio significativo y proporcional a la inmensa
cantidad de oro que se extrajo de Abangares, cuyas estimaciones, porque la
contabilidad fue, sospechosamente, muy deficiente, van desde las cien hasta las
cuatrocientas toneladas de oro...
Para La Coleccionista de Espejos:
L.Navarro...
Para La Coleccionista de Espejos:
L.Navarro...
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