De
Helena, Menelao, Nadie, Penélope, el
Jónico, el Caribe, Dell y tú…
Nos dimos cita en el Salón V.I.P. de la
Asociación
China de San José, a un evento al que nuestro
emblemático escritor,
activista, defensor de los
Derechos Humanos, Quince Duncan, dijo: …un grupo
de
presentadores de lujo… el grupo de asistentes no
se quedó atrás.
Acudimos a la cita todos
los amigos de Dell, algunos de sus familiares y admiradores además de parte de
los de la Pandilla. El ambiente fue acogedor, amigable y reflexivo. El programa
se adjuntó a unas máscaras que nos remitieron a la cultura china y a la
africana además del teatro griego con sus máscaras de la comedia y de la
tragedia.
En la mesa principal estaban Mariamalia Sotela, presidente de la Asociación de Autoras, Lil Picado Premio Aquileo Echeverría, 2010 y Yadira Calvo, premio Magón del 2012. (María) Fer(nanda) Gamboa hizo de anfitriona mientras que Laurita Contreras y Kirito Perry declamaron poesía…
Lil...
Lil quiso, más bien,
entablar una conversación con los asistentes en vez de dar un discurso.
Encontró al mundo griego caribeñizado en los escritos de Mc Donald lo cual me
remitió a Derek Walcott. Encontró una épica de la psiquis Delia, dice, canta
contando a la vez que cuenta cantando. Es una épica de la lírica, versos
prosificados con metáforas, antimetafóricas.
La presencia de un tejido de metáforas que a pesar de estar allí no distraen, no llaman la atención hacia ellas. Afirma que es una poesía envolvente, que se te clava con magia. En fin es un poemario que ella hubiera querido haber escrito.
La presencia de un tejido de metáforas que a pesar de estar allí no distraen, no llaman la atención hacia ellas. Afirma que es una poesía envolvente, que se te clava con magia. En fin es un poemario que ella hubiera querido haber escrito.
Tanto Yadira como
Mariamalia nos entregaron copia de su discurso que ya subimos a la
Coleccionista de Espejos; pero mientras que Yadira dijo solamente lo que
escribió: muy organizada, puntual,
elocuente; Mariamalia dijo mucho más de lo que escribió. La emoción la
embargó y sus palabras brotaron como cuando las aguas rompen un dique y nos
contagió con su entusiasmo.
Tanto Elliette Ramírez, Quince Duncan como Zayda Sánchez expresaron su agrado de ver como ha crecido Dell, tanto como persona que como escritora.
Yo también me uno a ellos en esa alegría. Vimos a una Dell muy madura, emocionada y agradecida. Hemos recorrido un largo camino desde aquel tiempo en que el negro costarricense estaba totalmente invisibilizado en nuestro quehacer literario…
Frankyn Perry
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