En Costa
Rica, antes de Otto Apuy S., estuvo Isidro Con Wong quizá uno de los miembros
de la etnia xino-descendientes que más han —de un modo distinto al de Apuy; pues su formación artística no se parece a la del primero— pero
eso es solo indicativo de que el talento instintivo y que despierta suavemente,
como un amanecer sobre piel húmeda…
En Puntarenas, Costa Rica
en 1931, nació. Hijo de emigrantes chinos, que también formaron parte de los primeros
grupos nativos que aclimataron aquí su actividad económica desde la agricultura
y ganadería, por tanto no es extrañar que él estudiara en Macao y Hong Kong de
1949 a 1951 ni que, desde su retorno a Costa Rica, se estableciera en el Golfo
de Nicoya donde la agricultura, la pesca y el ganado se tornaron su forma de
vida y arte…
En él los toros son fruta y alimento que, el artista integral
conoce bien, pues es un instinto que no despierta por casualidad: va creciendo
con cada paso del pincel, la pluma o la imaginación creadora: al cumplir los
cuarenta abrió y salió su genio creador; aunque fue más bien timido su salida
al mundo: creador del sello decorativo de las bolsa de embalaje del arroz y
otros productos que hacia la familia; de ahí el salto a las telas no tomó ningún
esfuerzo…
De una manera menos
pulida, por la distorcion que en ocasiones causa la educación, se entiende, sus pinturas y esculturas de
peces, ocasionales, y toros son un producto de la diversa flora y fauna de su
entorno, en donde el primitivismo de la diversidad étnica y cultural de su grupo
étnico plasma, con singular destreza, una memoria genética presente desde la
memoria de la madre, que permite el enlazamiento de ciertos de su linaje
familiar materno con su aceptación como ciudadano costarricense, por lo que
termina teniendo un estilo único, la ambicion máxima de todo gran artista, que
lo aparta de lo convencional y prosaica…
Para La Coleccionista de Espejos:
Yancy Kellerman M
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