viernes, 5 de octubre de 2012

A propósito de

Los orígenes de la literatura: literatura oral y literatura escrita

 
Si existiera un invento mayor que la inteligencia del ser humano, este seria precisamente la literatura. ¿Qué es, cómo se contempla como uno y se realiza es un proceso que no se pierde en ninguna otra parte que en el ser humano mismo?

La literatura, nuestro punto esencial de trabajo suele encontrarse dividida en dos facciones que la convierten en principio de identidad pluridimensional que, principia con lo que muchos han dado en llamar LITERATURA ORAL, es decir la que:

·         Si bien la importancia de la literatura oral deriva de origines antiguisimos en que loa necesidad del ser humano de dar explicación a los fenómenos naturales que lo circundan: desde lo más íntimo de los hechos de la naturaleza que son diferentes y exteriores a él y que sin embargo lo englobaban; por su necesidad de reconocerse como parte de algo dentro de los ritos, los cantos y la música, las costumbres y tradiciones de los pueblos.

Por tanto, decir, que

·         Cuando el ser humano empezó a reunirse en comunidades a partir de las relaciones de producción (agricultura, ganadería), surge la necesidad de hablar, de comunicarse.

   Si pensamos que las primeras narraciones orales pudieron haberse dado por esa necesidad innata del ser humano de tener una referencia en el tiempo, o por reflexiones sobre alma y  cuerpo, sobre los animales y seres que le rodean; los fenómenos que no podía explicar –como la muerte de un ser querido, como la caída de un rayo, o una inundación– y empieza a intentar explicárselos, porque ello le brinda tranquilidad, y al hacerlo los cuenta, recrea, relata, se los habla– en comunidad; que al desencadenar necesariamente ciertas consecuencias pueden funcionar como material de enseñanza.  Recordemos a Esopo.

   Decir que proviene de la cultura oral, que ha acompañado y condicionado a los seres humanos desde los inicios de los tiempos, con el desarrollo del lenguaje, la creación y desarrollo del mito; pues si bien las primeras representaciones narrativas, se reconocen los recurso mnemotécnicos, es sabido que ello no quiere decir que las primeras narraciones, biográficas, en verso principalmente, hayan sido la reproducción de una memoria exacta, palabra por palabra, de los cuentos y relatos, utilizando de manera más flexible de narrar los relatos y cuentos; sobre todo condicionado por la presencia de escuchas y audiencias concretas que exigían maneras de contar o narrar acompañadas de todos los elementos kinésico-proxémicos, entonativo-prosódicos que complementan el habla y con ello el conocimiento; no es en absoluto, una idea descabellada: su importancia esta unida al hecho de que es independiente a la escritura (prescinde de la escritura), que al carecer de la noción de autor, se sabe que la mayoría son narraciones anónimas que se basan en el conocimiento milenario de los pueblos y comunidades humanas. El autor, en este caso, es casi siempre el pueblo, la comunidad o el conjunto de aedos, rapsodas, vates, poetas, juglares, cantores, bardos, bufones, trovadores; narradores orales anónimos lo que se suele decir que más que autor, lo que caracteriza a la literatura oral es el autor colectivo o la carencia de autor.

   Claro que al no haber, material impreso, la fabrica general de entretenimiento los  narradores orales de los pueblos eran, un recurso muy apreciado y el pueblo sin distingos de edad gustaba de oír las historias y composiciones orales, las cuales eran embellecidas, modificadas, complementadas de acuerdo a las características de los narradores, las exigencias de las audiencias y las distintas generaciones que le fueron agregando o quitando elementos, enriqueciéndolas conforme pasaba el tiempo, con formas de composición, más bien herramientas como la repetición, la creación de estribillos, la inclusión de palabras coloquiales, contracciones en la pronunciación de las palabras, la dependencia en la deixis y en los elementos deícticos del discurso comunes tanto para el narrador como para el escucha, presencia de frases y expresiones apelativas que intentan generar una reacción en el receptor que va desde la solicitud de atención hasta la invitación al oyente de que haga algo, el uso de fórmulas de tratamiento.


LITERATURA ESCRITA

  Cuyo impulso y desarrollo se debe a la imprenta de Gutenberg, o eso creemos todos cuando en realidad debemos de pensar en la tradición de los jeroglíficos, símbolos ideográficos, etc.,  transmitían información pero estaban desprovistos de contenido lingüístico directo, por ser simples signos de escritura hasta que los fenicios crearon un alfabeto que da origen al alfabeto arameo y al griego, y posteriormente al alfabeto latino, de los que proviene nuestra lengua española. Aunque la escritura se desarrolló como un medio para establecer relaciones de comercio, para fijar contratos y leyes, a partir de los griegos se desarrolla la literatura como tal desde la epopeya y otros tipos de composiciones escritas en verso rimado, estas seguían manteniendo relaciones con la oralidad pues eran recitadas en lugares públicos, estimadas en foros, se las relacionaba con la elocuencia y la retórica pues para nadie es un secreto que los griegos también les interesó muchísimo el desarrollo del pensamiento, los representantes indiscutibles del pensamiento y del debate de ideas filosóficas son Platón y Aristóteles; eso sin dejar de lado que fue gracias a los mismos que aparece el arte dramático: la tragedia y la comedia eran representadas en los teatros públicos y existían autores dedicados exclusivamente a la escritura dramática: Esquilo, Sófocles, Eurípides, Aristófanes, entre otros.

La escrita es un arte que tiende  no dejar atrás la memoria, que se presenta a sí misma como una forma híbrida en la que la historia, la mitografía, la poesía, el drama, la oratoria, e incluso la didáctica se combinaban en las obras, tras de la cual viene el inconfundible derecho de autor o autoría; y con ello cambia la noción de escucha o receptor directo, y se instaura propiamente la noción de lector y más allá la del critico. Es decir, que si no existe lector no existe la critica y esta debe verse como un derecho inalienable.



 
    La literatura escrita por lo general se vale de expresiones lingüísticas más elaboradas codificadas con claridad en la lengua escrita para asegurar su comprensibilidad en el lector; e instaura también una relación más distante entre escritor y lector, es decir, la posibilidad de la letra escrita prescinde de la presencia real de un narrador que directamente recite los cuentos a los escuchas, sino que estos mismos, en tanto conocedores del código escrito, podían por ellos mismos “leer” lo escrito en el soporte de arcilla, madera, papiro o pergamino.

 


Para La Coleccionista de Espejos:
                                                        La Coleccionista de Espejos, et all

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