jueves, 9 de agosto de 2012

Chavela Vargas en concierto
Con permiso de la autora: Dra Marjorie Ross G

Una mujer de conflictos

Creo que su odio contra Costa Rica y el valor de Chavela Vargas como artista, son dos cosas distintas. Sus declaraciones contra nuestro país las veo como una manera suya de apuntalar su imagen de resucitada a pesar de los obstáculos.
Costa Rica le sirvió como “la malvada” de la película. Ella se fue de nuestro país peleada con su familia y vecinos del pequeño pueblito de San Joaquín de Flores: a los 17 años no había tenido tiempo de hacerse un nombre como artista, así que es altamente improbable que “el país” de fines de la década de los treinta del siglo pasado la adversara. ¡Ni siquiera la conocía! Por eso pienso que no es exacto comparar su caso con el de Eunice Odio, Yolanda Oreamuno o Francisco (Paco Zúñiga).
Como artista, creo que lleva razón su gran amigo Joaquín Sabina cuando dice ayer domingo 5 de agosto de 2012, en el periódico El País, de España: “Ella no vendía una voz, vendía un estilo. Era una maestra en perder la primera, al tiempo que ganaba lo segundo”.
Ver artículo de Sabina completo en:
En autoconstruirse como mito, Chavela fue enorme.
Pero debo decirlo, de Chavela Vargas lo que más me gusta es …el Boulevard de los sueños rotos, de Sabina y Urquijo. Y no me crucifiquen, que estoy en mi derecho.
Para oirlo:

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