Con saltar basta...
W. Soyinka.
Nace en Abeokuta, Nigeria África el 13 d julio de 1934. Su nombre completo: Akiwande Oluwole Soyinka. Realiza estudios básicos en su pueblo natal. Luego continúa en la Universidad de Ibadón donde estudia griego, inglés e historia. Se traslada a Gran Bretaña y termina estudios en la Universidad de Leeds. En 1970 alcanza un doctorado.
De 1957 a 1958 trabaja en el Royal Court Theatre de Londres, donde se desempeña tanto como director como de actor. Al mismo tiempo escribe tres piezas dramáticas para ser puestas en escena por un grupo de actores formado por él.
A diferencia de muchos escritores colonizados y de ex colonias, que prefieren usar sus lenguas nativas, Soyinka escoge el inglés como medio de expresión. Acostumbra hacer una amalgama las ricas traiciones yorubas con los estilos literarios europeos. Toma los mitos y las tradiciones africanas narrándolas haciendo uso de las formas del Occidente. Las obra Soyinkas siempre llevan doble intencionalidad: la obligatoriamente estética y su posición socio-política. Por otro lado va integrado un tejido de simbolismo que va de lo pueril y sencillo hasta lo sumamente complejo y sofisticado.
De vuelta en Nigeria, durante la década de 1960 se entrega al estudio del teatro nigeriano mientras funda pequeñas compañías de teatro como Las Máscaras. Su trabajo en este período se torna crítico y humorístico. En 1964 funda el grupo Orisun. Simultáneamente da clases de dramaturgia y literatura en las universidades de Lagos e Ibadán.
Por su combatividad y literatura entra en conflicto con el gobierno de su país lo arrestan y guarda prisión durante casi un año y medio en 1964. Tras esa amarga experiencia su pluma se vuelve más oscuro y crítico y en sus escritos se refleja los sufrimientos del propio artista y el pueblo de Nigeria.
Como ya mencioné desciende del pueblo Yoruba que es poseedor de una vasta tradición cultural. Soyinka es poeta, dramaturgo, crítico literario, observador de la condición humana, defensor de los derechos civiles, teórico de pedagogía, novelista, ensayista, activista político, entre otras cosas. Quizás sus mayores inspiradores de Occidente fueron el especialista en Shakespeare Wilson Knight y los grupos experimentales de la década 1950.
En 1963 escribe Cansado de dictadores y de presenciar el sufrimiento de su gente se autoexilia en 1972. Durante esta etapa de su vida inicia una intensa incursión en lo creativo. De allí surgen piezas sobresalientes como: Las Metamorfosis del Hermano Jaro, Las Bacantes de Eurípides, La Muerte y los Caballeros del Re, además de Madmen and Specialists. 1976 trajo su libro de ensayos: Mitos, Literatura y el Mundo Africano. Se dice que la combinación armoniosa de una experimentación audaz, el amor por las raíces y el dominio de la lengua inglesa siempre han sido los sellos característicos de su literatura.
Es menester también recordar su autobiografía: Aké, nombre proveniente de su pueblo natal; en que nos relata algunos hechos sensibles de su infancia.
Soyinka estuvo exiliado en Gran Bretaña, Francia y Los Estados Unidos. En 1986 se le otorga el Premio Nobel en literatura y se convierte en el primer africano en recibir el galardón. Durante el tiempo en que fue preso político mantuvo un diario secreto en que anotó todos los acontecimientos, luego sirvió como base para algunas de sus obras. A partir de 1998 ha sido profesor emérito de la universidad Obafemi Awolowa de Nigeria. En la actualidad continúa dictando conferencias en universidades, foros y encuentros en todo el mundo, especialmente Europa y EE.UU.
El Clima del miedo
Me parece importante rescatar este tema objeto de cinco de sus ensayos dictados en conferencias y luego recopilados en un libro en el 2004.
Se refiere al miedo y a la incertidumbre en que se desenvuelve el ser humano contemporáneo; en donde cada vez son más débiles las garantías democráticas y los derechos humanos. Está vivo en todo el planeta un poder invisible, anónimo, despiadado, amenazante que arrincona, por así decirlo, al habitante de la tierra. Como dijo el sabio Salomón “no hay lugar seguro bajo el sol”
Soyinka continua con los dramas espantosos de las guerras y dictaduras africanas, También comenta lo de Irak y yo pienso en Guantánamo. Habla de un combate a muerte entre el humanismo y la degradación, entre el fanatismo identitario y lo religioso y el respeto a los derechos humanos, entre la imposición de poder y la libertad. Pero la lectura de estos ensayos nos aleja de África y nos convierte en monstruos griegos o apocalípticos con ojos múltiples que pueden ver las atrocidades y las políticas de miedo en todas partes.
Mis investigaciones no han revelado ninguna visita de Soyinkas a nuestro país. Se que ha estado en Cuba y Panamá y tanto el periódico La Nación como la República han hecho publicaciones sobre él en sus secciones culturales, Amén de los cursos de literatura del Colegio San Judas Tadeo y la Universidad Internacional de Las Américas que lo incluían la condición humana, defensor de los derechos civiles, teórico de pedagogía, novelista, ensayista, activista político, entre otras cosas. Quizás sus mayores inspiradores de Occidente fueron el especialista en Shakespeare Wilson Knight y los grupos experimentales de la década 1950.
Art y Poet
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