sábado, 24 de septiembre de 2011

Un vistazo al genio (8)

Ya te has hecho viejo,
amor de mis veinte años,
mi mundo eran tus ojos, tus dos ojos castaños...


Max Jiménez Huete; nace el 16 de abril de 1900 en San José, Costa Rica, siendo hijo de Roberto Jiménez, comerciante, y de Ana Huete, por tanto, miembro de una de las familias más ilustres del momento costarricense...

Escritor, novelista, poeta, periodista, escultor y pintor
costarricense, entrañablemente admirado por Yolanda Oreamuno,
moriría por su propia mano un 3 de mayo de 1947 en Buenos Aires, Argentinavíctima del frío ácido de la indiferencia
que en ocasiones hiere más que la crítica más funesta…


     El talento, es algo que no se adquiere en universidades ni se dice que se tiene se demuestras con muy pocos elementos: de él se tejieron muchas historias, mitos y leyendas urbanas que hicieron mucho daño a una labor que pudo haber sido más que significativa, pues en mi opinión, tan solo formada en Amsterdamse Hogeschool voor de Kunsten (Amsterdam School of the Arts), Holanda; él fue probablemente uno de los que nutrió el trabajo de muchos artistas plásticos latinoamericanos; en ese sentido siempre tuvo razón Oreamuno, en el sentido innovador en el trazo, utilización y conformación de las estilísticas de trabajo.

Tras estudiar hasta 1917 (no se dice nunca sobre
si fue desde entonces rebelde al estudio,
ni se dice dónde terminó de hacerlo), en el Colegio Seminario,
parte para Inglaterra en 1919 para estudiar la carrera
 de Comercio según los deseos del padre: duraría
menos de dos años, pues su destino, al contrario
de lo que muchos piensan, ya estaba marcado
 para ese tipo de mal solo que nunca estuvo
preparado para enfrentarlo...

Si analizamos la trayectoria de Max Jiménez en el campo de la pintura -incluyendo el dibujo, la xilografía y el óleo- nos encontraremos con una constante común en el desarrollo de su obra que  profundizó el uso de los materiales, las diferentes técnicas plásticas y trató de formar una estética muy personal; pese a que los eruditos siempre estuvieron en su contra porque obviamente tenía un don natural cuya constante es la construcción y disposición de las figuras, de manera un poco disparada, pero también en absoluta expansión sobre las superficies;  figuras que tienen a la vez de una inmovilidad vegetal una movilidad interior que se puede apreciar por medio de las expresiones del rostro, el cansancio terrible de los miembros superiores y sobre todo, en el clima que rodea sin asfixiar al cuadro.

Ante la imposibilidad de ubicarlo en una escuela pictórica
determinada, podemos señalar que su pintura, por primera
vez en el arte y la esencia de lo que se pintaba hasta
entonces en Costa Rica, plantea a nivel universal
motivos totalmente latinoamericanos y vanguardistas;
figuras y temas eminentemente tropicales, transmutando ese trópico
 que se mira por el ojo del creador, reproche también persistente
 con Vincent Van Gogh,  es transmutado de algo
vernáculo y superficial a una entidad viva y presente en los colores
y definitivamente logrado en los motivos...
  La pintura de Jiménez es una pintura del futuro, porque afirma las técnicas del pasado en las figuras del presente. A nadie parecen molestarle, ahora, esas figuras desproporcionadas, cansadas, aparentemente vegetativas, desoladas, vivas pesadamente, agonizantes y enfermas; pero en aquel tiempo fueron censurados por una critica pagada de sí misma.   Pese a la reticencia popular, y familiar, Max Jiménez se dedicó por entero a la pintura, más concretamente al óleo, fugazmente, al collage, que trató más bien de ser una etapa de experimentación, con formas y materiales nuevos y naturales, que una violenta manera de cambiar de un campo al otro.
Costarriqueñista,  es decir siempre va estar presente ese
 amor por lo nuestro, tener la capacidad de encontrar belleza
aun en lo procaz y lo retorcido, lo autóctono, así podríamos
 definir una técnica cuyas variaciones de paisaje y de ambiente,
creció y se formó en Costa Rica, redondeando sus matices
con lo aprendido por observación en Nueva York, Chile,
La Habana, México y París...
 Mirada periférica le llama Del que lo aprendió de Zúñiga al poder de la mirada plasmada sobre el papel, a los demás nos toma cerca de cinco semestres medio tener la claridad de saber que en este caso el lienzo, con temas eminentemente americanos, potentes y vigorosos, incorporación a sus cuadros de las figuras de negras, mulatos, y motivos populares, y climas que nos recuerdan que forman parte del ideario nacional dando valor a lo nuestro y no a lo que otros plasman desde la semiótica de alabar lo que viene de afuera sin aportar ningún valor importante…


Como muchos otros, que sé: Apuy, Salazar Herrera, Quirós,
y Amighetti,  sus grabados y pinturas, fueron complementarios
 a su obra escrita: casi todos sus libros se encuentran
ilustrados con xilografías y en muchos de los artículos
reseñados actualmente es notoria la correspondencia entre
 el texto y el grabado; utilizado no como una expresión
menor sino para plasmar, en tono detallista,
algunos de los motivos que expresó en la pintura.
La mayoría de las xilografías son proyectos desarrollados
luego en óleos, algunas veces, hasta en esculturas,
cuya mayor valor es la calidad y manera
de expresión, son aquéllos que señalan dolor,
 o elementos eróticos femeninos, que sin llegar a lo grotesco,
manifiestan deformidades internas por medio de contracciones
 físicas totalmente expresionistas y, algunas veces, surrealistas,
basta ver la calidad insuperable de El domador de pulgas
y El Jaúl,  donde predomina la fuerza de la expresión
concentrada en los rostros, aunque las deformaciones
 son apenas perceptibles, apéndices de tropismos
interiores o deformaciones visuales que, de nuevo,
recuerdan a Van Gogh ...

  Pese al disgusto paterno abandona Londres y se instala en París, para iniciar formalmente estudios de dibujo y pintura, proyecto que nunca llegaría a cuajar desde el punto de vista académico, pues seducido por la mágica pluma de Alfonso Reyes, Luis Cardoza y Aragón, Miguel Ángel Asturias, León Pacheco y César Vallejo, a quién incluso tendría hospedado en su casa-estudio de la Rue Vercigentorix: todos llegarían a ser grandes de la literatura mucho después de su muerte: obsesión que a la postre no le daría el mismo brillo.
Sin embargo, pese a tener talento y recursos
para lograr todo  lo que deseaba, es casi y exclusivamente
autodidacta, pues como ya sabemos el gen del talento
no necesita más formación que sus propias oportunidades
que pueden resumirse en pasos puntuales conforme envejecía:
1.      1923: Abandona la Academia de Arte Ranson, siguiendo por su cuenta  estudios de literatura y pintura después de conocer a Colette Weil, a Tamara de Lempicka y a Francine Ranson quienes le impulsan a exponer en el Salón de los Independientes.
2.      1924: Expone una Maternidad en el Salón de los Independientes, en París, también expone, en la Galería Percier, una serie de doce esculturas y algunos dibujos, con la cual se da a conocer formalmente como artista auspiciado por el célebre Maurice Denis; ni decir que el escritor, poeta y teórico literario francés, Gustave Kahn, creador del verso libre elogió de gran manera su trabajo. 
3.      1925: Eso fue allá; aquí cuando por dificultades económicas tuvo que regresar a Costa Rica al año siguiente, por dificultades económicas,  leáse entre líneas corte del suministro ecónomico, regresa al país y se recluye en su finca de Coronado, realizando una constante lucha por plasmar un estilo bastante relacionado con la creación de volúmenes muy semejantes, por el uso de la deformación consciente, en la mayoría de las figuras, al rompimiento europeo con la estilistica formal, acecando su tabjo al de Picasso, solo que temas y figuras son principalmente tropicales; también comenzó a escribir artículos periodísticos destacando Arte y proletariado
4.      1926: Contrae matrimonio con Clemencia Soto Uribe. Al año siguiente aparecieron varios artículos suyos en Diario de Costa Rica y en Repertorio Americano.
5.      1927: Aparece Abajo las máscaras, artículo polémico con el que se le retrata como un hábil polemista y un hombre de opiniones definitivas y francas.
6.      1928: Publicó su primera novela Unos Fantoches, trama esta tan polémica como la de El Esfinge del Sendero, solo que esta fue retirada de las librerías por gestión del mismo autor al ver la furia popular contra la obra de Jenaro Cardona; pero eso no evitó el juicio negativo  para futuras publicaciones.  Viaja a Europa y en Paris consigue publicar, Gleba.  De ambos textos, existirán quizá unos cuantos ejemplares dispersos en bibliotecas privadas y la Biblioteca Nacional.
7.      1929: Sufriendo por el tedio del regionalismo, pasa casi un año en Europa más concretamente en España, nutriendóse de la compañía de Valle Inclán, Teresa de la Parra, Concha Espina y otros artistas y escritores españoles; comienza a escribir una poesía exclusiva a la madre patria, en aquel momento. 
8.      1930: Tras superar la incomprensión del medio familiar, decide publicar su primer poemario, Sonaja, en Madrid.
9.      1931: Al regresar a Costa Rica, empieza a bosquejar sus primeros apuntes sobre un libro de cuentos.
10.  1933: Viviendo en Madrid, colaborador asiduo de distintos gupos, edita su segundo poemario: Quijongo.
11.  1934: Al mismo tiempo que desarrolla una serie de artículos críticos sobre la actualidad europea y latinoamericana, hace una valoración crítica de lo nacional en la literatura, las artes plásticas y la política; comienza a tener interés por la pintura muralista mexicana: es aquí cuando la  xilografía lo embarga y decide viajar los Estados Unidos para estudiar Grabado, en la Liga de Estudiantes de Arte (New York).
12.  1935: Tras abandonar nuevamente los estudios, comienza la gestación Revenar, poemario este que se publicaría en Chile al siguiente.
13.  1936: Viaja a Cuba para observar la pintura de ese país, y bajo el auspicio de Amelia Peláez, José Gómez Sicre, Mariano Rodríguez y Raúl Roa; publica en La Habana, El domador de Pulgas...

Aunque en apariencia, no tuvo mayor importancia, los años pasarían con una inconstancia innata hacia lo académico pero con un interés creciente entre la escritura y la pintura. Cabe destacar que durante todo este tiempo, para sobrevivir, desarrolló una línea de pinturas artísticas de colores atrevidos y vistosos, muy cercanos al trópico, e inicia a partir de 1938, la profundización en las técnicas del óleo, pues es a partir de ese momento que empieza a concebir los grandes volúmenes en las figuras y el uso de ciertos materiales elaborados por él mismo.
En esa búsqueda por ser aceptado, hallar aceptación en las esferas costarricenses, aunque dijera que no le importaba mucho lo que dijeran los demás, al igual que Odio y Oreamuno abandona el país y fija residencia en La Habana y en los Estados Unidos, Nueva York, principalmente; siendo estas sus épocas de mayor actividad pictórica. A mediados de ese año, 1939, en París, hace una exposición en la Galería M. M. Bernheim-Jeune, con diez óleos presentados por Waldemar George. Augurando un mayor reconocimiento internacional, después de Diego Rivera, Rodríguez Lozano, Wifredo Lam y Carlos Mérida en la ya importante Galería Georgette Passedoit, y junto con el nacimiento de sus hijos Roberto y Álvaro Jiménez Soto, expone de febrero y marzo catorce trabajos. Merito que prácticamente ningún otro costarricense y latinoamericano ha logrado; sobre todo si tomamos en cuenta que Zborowski, expuso 33 dibujos y una escultura y que las oficinas centrales de IBM, mantienen una de sus tallas en exposición permanente hasta la fecha.
Tras profundizar más en el mundo cultural y climático cubano, expone en la Galería Lyceum, de 12 óleos, y luego en el Instituto de Cultura Americana, ambas en La Habana. En conmemoración del éxito alcanzado en ambas instancias, por los comentarios favorables de David Alfaro Siqueiros, José Gómez Sicre, Jorge Mañach, la Galería Lyceum, La Habana, publica un álbum con 15 reproducciones, 11 en blanco y negro y 4 en color.
Pensando, probablemente en asentar raíces regresa a Costa Rica y exhibe en la galería de arte L'Atelier, que dirigía el poeta Arturo Echeverría Loría, 21 óleos, la mayoría expuestos antes en galerías extranjeras: dolido por la actitud de un grupo de estudiantes de la recién inaugurada UCR., se burlan de su trabajo, tirándole basura o colocando objetos ajenos a la obra, parte a América del Sur: agobiado por los efectos de su salud, transtornos de la personalidad, desolación intensa y amargura, que se ven reflejados en sus hábitos de trabajo, pero que se ven reflejados Candelillas, aforismos, se instala en Santiago de Chile: la voz de la muerte de sus amigos, la incompresion, y demas ofertas que se presentan a la vida de muchos artistas con talento que son eliminados por el medio, se vuelven una constante en sus días…
 
Corriendo la misma suerte de Reynaldo Arenas, en Antes de que anochezca, sin mucho entusiasmo trata de ilustrar y publicar su último libro, Aforismos, y parte de Santiago de Chile; quizás Buenos Aires, sea mejor para su temperamento…al entregar a Joaquín Gutiérrez Mangel, las ilustraciones de Manglar, la suerte estaba echada: el 3 de mayo de 1947, sus hijos apenas habrían cumplido años, en medio de una terrible crisis creadora y existencial producida por la incapacidad para sustraerse a su propia angustia personal producida por los demás se suicida…

Para La Coleccionista de Espejos:
                                          Yanncy Kellerman M.
Lectura recomendada...

Nota: Anne, tu hermana mayor te informa que ya que no has querido hablar conmigo estos meses, pacté con Del, Migue, Kat y Sammy para que no dijeran nada: para cuando veas esto, que lo dudo porque te sueles levantar tarde, domingo o no, estaré en la puerta de tu casa como a las 10 de la mañana del 25 de setiembre, a ver que te haces ahora... Yan
Ah y quiero el aparta del fondo, eso quiere decir que me quedo un buen rato así que ponle el desalojo a tu cocodrilo mascota que ya me contaron que ahí vive y es muy territorial, se te ocurre que vives en aréa residencial y un río a la par, ¿y si larga?...










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