martes, 12 de julio de 2011

Yo no puedo callar (3)


The City's temple, Limón.  Tomado internet

I took a little trip to my home town
I only stopped to look around

And as I walked along the thorough-fare
There was music playing everywhare
 
Paul Anka

   Dentro del marco del año del Afro-descendiente decretado por Naciones Unidas, la Vicerrectoría de Acción Social, Sede Regional de Limón y el CIICLA de la Universidad de Costa Rica organizaron la presentación del poemario Tatuaje de la escritora afro-limonense Eulalia Bernard Little, en el Salón de Actos de la Escuela Metodista en dicha ciudad.

Unas horas después de las honras funebres de Ricardo Rodriguez, mejor conocido como NEGRÍN, uno de los pintores más importantes en el uso y el trato de la tematica de la mujer en la cultura étnica afro-costarricense, por tanto una perdida sensible, Delia Mc Donald, Mayra Herra, Iván David García Castro, estudiante de intercambio de El Taller Don Chico de El Café Cultural Francisco Zúñiga Díaz, que nos visita desde México, Marco Antonio Anderson, compañero de la poeta Eulalia Bernard y este servidor viajamos a Limón de donde somos oriundos tanto Eulalia como yo, para tomar parte en el evento.

  Para mi la escogencia del complejo Wesleyan, como se le decía hace unos años, fue una excelente idea porque en el pasado los dirigentes metodistas jugaron un papel relevante en la comunidad tanto cultural, social, religioso como político. En fin es un lugar emblemático en Limón.

Recordamos a los Homes, los Pitts, los Peralta, las dos familias Johnson, los educadores: Fermina Mc Dermott, Mazie White, Willy Aungust, Joyce Dean, Jessie Pitt, Neoline de Peralta, Caroline Little y los feligreses como los Woolerys, los Veitches, Messams, Anglins, etc.

No había mucha gente pero estaban todos los que tenían que estar, o algún representante de ellos.


Resultó ser una actividad sumamente participativa y dinámica, a veces demasiada participativa. Había una mezcla de intelectuales, promotores de cultura, religiosos, políticos y artistas: Prudence Bellamy, Claudio Taylor, Ricardo Wing, Victoria León, Ana Grace Charles, Cinthya Small, Epsy Campbell, Margaret Simpson, uno de los hermano Sterling y varios de los miembros de la familia Perry, además de la viuda de Oswald Bernard: Maritza y sus nietos. Eulalia solicitó que la actividad fuera dedicada a su hermano desaparecido, don B, ese siete de julio, día de la llegada de sus 76 años, motivo por el cuál el reverendo Heinsley Johnson ofreció una plegaria por la poeta, y lo más inusual y agradable del caso fue el hecho de que la hiciera en inglés criollo limonense (Continuum). Normalmente se expresa cualquier tipo de discurso en criollo, incluso la poesía pero nunca una oración ni una homilía; esas se suelen reservar para el inglés victoriano.

 Bajo un clima de cordialidad poética, Mayra Herra, hizo una presentación austral, donde el intercambio de distintos pensamientos con respecto a la obra de Bernard fue el guión que nos mostró el interior de la creación de la poeta; que como dice Gabriel Vargas A., ...Tatuaje sugiere algo que esta incorporado a nuestra piel, a nuestro cuerpo. No pensamos, por supuesto, en el tatuaje frívolo, sino en el tatuaje de los grupos primitivos, que se graban profundamente su identidad.  En el poema de ese nombre se dice: "Busco compartir esta verdad/con mis herederos./Soy un eterno tatuaje..." p.42

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