viernes, 11 de febrero de 2011

El Simbolo Cristal.



Los tres pergaminos.
Fabián Alonso Porras S.
Novela. Ciencia Ficción

Aunque escritores como William Morris, Robert E. Howard, o E.R. Eddison, precedieron a John Ronald Reuel Tolkien, este, si viviera, seguramente se sentiría impresionado por esta novela. No sé quién será el autor, lo que es evidente es que es dueño de un mundo fantastico muy bien cimentado en la parafrasologia actual de literatura fantastica, genero en el que se inscribe con brillante lucidez, aunque con algunas torpezas, disculpables por la edad: ¿21 años?
Interesante en verdad; sobre todo tomando en cuenta que los generos literarios que dieron origen a la manga japonesa: Waka, Katatu, Chooka, Sedooka, Tanka, Renga, Haikai, Haiku; terminan aquí por crear una suerte lírico y dramática; narrativo, apocalíptico, sapiencial, jurídico, lírico, evangélico, profético y epistolar, amalgamados en un solo punto: la ficción...

En la actualidad, especialmente después del modernismo, es difícil hablar de este género, debido a que no existen características formales para determinar qué obras pertenecen a determinado género. Por ejemplo, la novela que tuvo una ascensión como obra literaria al finales del siglo XIX en la Francia de Gustave Flaubert, y en el siglo XX, comienzos del siglo XXI, se ha convertido en la forma literaria por excelencia donde hay más propuestas de escritura, se le denomina a un corpus de obras donde abarca cierta extensión, que alojan discursos que no necesariamente mantienen la unidad ni la coherencia en la acción de acuerdo al canon aristotélico. Y donde es más concurrente la existencia de la polifonía, como también hay una múltiple temática en las obras que se crean. No obstante de tal clasificación de la novela, no existe un elemento formal común que pueda reunirlo en un grupo.

En el Símbolo Cristal, Los tres pergaminos, la primera parte de una trilogía impresa con dos géneros discursivos de extensión limitada; donde se distinguen, alternas, dos series narrativas: modernidad y posmodernidad; el que narra la historia, el Narrador Omniciente, va mucho más allá de lo esperado, cumpliendo una función referencial del lenguaje caracterizada por ser una narración de forma secuencial compuesta por personajes dentro de otro personaje. Sin embargo el libro tiene coherencia en lo que se está contando, toma en cuenta los tiempos en los que los personajes actúan, llevando muy buen orden del cuadro narrativo referido a los cinco elementos que debe tener una narración, en general, pero en especial de este tipo.
Veamos:
Personajes ------------------- Acción
Narrador
Espacio ----------------- Tiempo
Puesto de esta manera comunica las más íntimas vivencias de los personajes, lo subjetivo, los estados anímicos y los estados amorosos.
Presente, pasado y futuro se confunden; sin medidas ni ritmos propios sino, solo el acudir a todos aquellos elementos que le parecen más oportunos para expresar mejor sus ideas; y es que el hablante lírico, igual que en poesía, expresa todos los calendarios idiomaticos con respecto a un objeto particular: la lucha entre dioses y hombres, en busca de un encuentro con su propio ser y naturaleza.
El tema aquí, es que se trata de una obra refleja de un conocimiento interior que no ha sido anulado por otros, (como en el caso de G. Hernández), en donde la bondad en alusión al conocimiento interior es una fuerte confluencia de sentidos que le permiten ver el final sin influencias de otros, o llegar a ser lo que otros dicen.
Sin embargo, siempre lo habrá, necesitó de mayor pausa a la hora de establecer la ruta de los planos tematicos, cosa que esperamos logra asimilar dentro de alguno de los textos siguientes. -Este, estoy segura es un digno concursante de aquellos que se llaman genios a sí mismos, y no se detienen a ver que el trabajo creativo tiene mucho de inspiración personal y nada de vana gloria ajena...
Si alguién quiere aportar algo más, les dejo abierta mi sesión.
Para La Coleccionista de Espejos; Grace Moya R.
Por lo afradable de esta lectura, 7 espejos de plata y marco de pochote...
__________________
Art Nov:
Fabían Alonso Porras S: El Simbolo Cristal: los tres pergaminos.

2 comentarios:

Fabián Porras dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Fabián Porras dijo...

Hola, yo soy Fabián, el autor de El Símbolo cristal. Quería agradecerte por esta reseña que me agradó bastante y que habla tan bien de mi «primer hijo», y de paso pedirte que me escribas a mi correo electrónico yukesantai@hotmail.com porque hay una pequeña petición que te quiero hacer ya que se acerca la publicación de la segunda parte de esta saga jeje. De verdad espero que puedas escribirme. :D

Un saludo, Fabián Porras.

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